Cambia los sticks del DualShock 4
Ah, pero cómo me gusta el DualShock 4. Hay que reconocerle a Sony que hicieron un trabajo fenomenal con el mando de PS4: la forma es muy cómoda, el trackpad permite navegar y escribir con bastante comodidad, los gatillos son un lujazo para los FPS y los gatillos apenas tienen zona muerta, por lo que la respuesta es inmediata y precisa al manejar personajes o cámaras.
Una lástima que los materiales con lo que está construido sean la mayor puta mierda que me he echado jamás a la cara y un motivo para exterminar a varias generaciones de familiares de los directivos de la compañía.
No conozco a una sola persona, ni una sola, maldita sea, que no haya tenido un problema con los gatillos del DualShock 4, que suenan más que la bisagra de una puerta con 180 años y carcoma; con los botones, pues parece que el cuadrado se engancha como si fuera el de la PSP original; o con los dichosos sticks, que usan un plástico que se disuelve con el sudor y que puede ser atravesado por la uña del dedo.
Y como parece que a Sony se la sopla de arriba a abajo ese problema, pues los nuevos mandos también están igual que los de lanzamiento; yo he buscado una solución al problema de los sticks, que es el más apremiante y el que tiene una solución más sencilla: me he comprado por Ebay unos sustitutos hechos en aluminio que funcionan de maravilla, no se desgastan, tampoco resbalan y son igual de precisos que los originales.
Obviamente, instalar unos sticks nuevos supone abrir el DualShock 4, algo que a más de uno os dará miedo, pero os animo a intentarlo. Hay tutoriales de sobra para hacerlo sin romper nada, como este de iFixit con el que yo aprendí a hacerlo; y solo hace falta un destornillador de punta muy fina que no cuesta nada en una ferretería de barrio.
Los sticks en cuestión que yo compré son estos y ya veis que su precio no es muy alto. En comparación con unas fundas de plastico de los chinos para vuestros sticks hechos polvo, sí, son más caros, pero el resultado es muy superior y mucho más definitivo, pues en dos meses con mis nuevos sticks de aluminio no he tenido un solo problema. El tacto no me parece extraño, no se me resbalan los dedos y encajan perfectamente con el hueco original: ni rozan ni se atrancan ni nada de nada. Y los hay de muchos colores: si tenéis un mando rojo, hay sticks de aluminio pintados de rojo, por ejemplo.
Hay otras soluciones si esta no os convence: podéis comprar nuevos sticks de plástico e irlos cambiando a medida que se desgasten e incluso ponerle unos sticks de Xbox One, pues irónicamente, tienen la misma conexión con la placa base, si bien estos son más altos que los de PS4 y no cubren por completo el hueco de los originales, algo que a mi me incordiaba un poquito pero que a vosotros lo mismo os da igual.
Así que lo dicho, hay soluciones que no implican soportar un mando roto ni comprar otro que se romperá tarde o temprano ni poner unas fundas cutres que se resbalan en el dedo. Y respecto al resto de problemas del mando, ahí ya no tengo mucho que decir. Yo he conseguido que los gatillos y los botones no se atranquen limpiándolos de vez en cuando, pues parece que se acumula algo de polvillo de la fricción en las juntas y que, si eres de apretarlos muy fuerte, se mueven un poco de su posición original, y por eso suenan.
Os animo a abrir vuestro mando y hacer este cambio, pues es lo mejor que he podido hacer por la PS4. Antes de poner los nuevos sticks, os juro que me daba reparo estar muchas horas jugando porque si me cargaba los sticks, y ver cómo se iba desgastando el plástico a una velocidad de vértigo me angustiaba un poquito. Ahora, uso el DualShock 4 hasta en PC porque sé que no me va a dar problemas.
Lástima que la batería siga durando un suspiro, aunque esto también tiene una solución, que en el fondo es más bien una forma de cargarse el mando: si desconectáis el único cable que conecta el led del mando a la placa base, este dejará de funcionar y la batería durará como 10 veces más. No es broma.
Así que ya sabéis, compis: sed curiosos, abrid vuestros aparatos y comprad siempre dispositivos que podáis reparar vosotros mismos en la medida de lo posible. Odio los smartphones y portátiles modernos porque no puedo darme el gusto de abrirlos con facilidad y echar un ojo a sus interiores, pero al menos el DualShock 4 sí he podido repararlo con tranquilidad y seguridad.
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