Call of Duty Warzone quiere ofrecer algo distinto a Fortnite o Apex Legends pero se queda a medias
Después de las filtraciones producidas finalmente Activision decidió anunciar (y lanzar) el nuevo modo de Call of Duty Modern Warfare, un Battle Royale llamado Call of Duty Warzone que todo el mundo puede jugar gratis, hasta los que no tengan comprado el juego. Es la segunda modalidad de este tipo que aparece en la saga, después de que Blackout hiciese su estreno en el lanzamiento de Call of Duty Black Ops 4 sustiyendo al clásico modo campaña.
He jugado unas cuantas partidas a Call of Duty Warzone, he visto unas cuantas de algunos jugadores profesionales del juego (que saben sacar mucho más provecho) y he tenido en cuenta algunas opiniones de jugadores más afines al género de los Battle Royale que yo, para llegar a la conclusión de que las sensaciones a día de hoy son bastante frías. Es verdad que los problemas con los servidores, las conexiones y otros errores técnicos se deben a su estado de beta, pero voy más allá de todo eso. Pienso que Activision e Infinity Ward han querido ofrecer un Battle Royale algo diferente a lo visto ahora mismo en el mercado pero se han quedado a medias en todo, tomando demasiadas ideas de otros juegos.
Call of Duty Warzone, al contrario de lo que hizo Blackout, apuesta obligatoriamente por las partidas en compañía de otros dos jugadores. Ya sean amigos o desconocidos, vas a tener que jugar a estas partidas en grupos de tres contra otros grupos de tres. En total habrá 150 jugadores como máximo en un mapa donde habrá que lootear armas y equipamiento, obtener dinero para comprar mejoras y rachas de puntos, acabar con el resto de jugadores y sobrevivir al círculo que cada vez hace el espacio de juego más pequeño. El último equipo en pie gana.
Es una aproximación a los Battle Royale extremadamente parecida a Apex Legends, el juego de Respawn y EA. De hecho, es exactamente igual al replicar los equipos de tres jugadores y a obligar a la compenetración entre ellos. Sin embargo, creo que Call of Duty Warzone pierde del todo contra Apex Legends pues se comprende menos esta necesidad y obligación de cooperación. Aquí no hay personajes con diferentes habilidades ni estas necesitan combinarse de la mejor forma posible, pues todos los jugadores cuentan con los mismos recursos para sobrevivir y ya está. Además, la presencia continua de paracaídas permite que sea más o menos sencillo apostarse en tejados y en lugares muy recónditos, por lo que los mapas están repletos de jugadores esperando a que aparezcas para matar a todo tu equipo sin que sepas ni de dónde vienen las balas. Un problema que también percibí en su modo multijugador, por cierto.
Es verdad que es parte de la esencia de los Battle Royale, equipándose y posicionándose mejor que los rivales para obtener una ventaja táctica, pero mis partidas con Apex Legends me parecieron mucho más orgánicas y naturales que las de Call of Duty Warzone. Además, este útlimo es más confuso de comprender y de asimilar en las partidas. Tener que obtener dinero y dirigirse a estaciones de compra para obtener rachas de puntos se hace un poco extraño, e incluso utilizarlas y, sobre todo, recibirlas en contra. Seguramente sea por falta de horas, pero las primeras partidas son caóticas en exceso, y eso si tienes suerte de que tus dos compañeros quieran colaborar y jugar en equipo, porque de lo contrario estás perdido. También denoto que se trata de una experiencia demasiado pausada y algo aburrida en comparación con lo que expone esta franquicia desde siempre.
Un elemento que sí es novedoso y bastante original es el sistema de reaparición. Cuando morimos la primera vez en la partida no todo estará acabado, sino que seremos dirigidos al Gulag, una prisión en la que esperaremos a que otro jugador muera para enfrentarnos en uno contra uno. El que gane este enfrentamiento tendrá la posibilidad de revivir en la partida, mientras que al otro solo le quedará una opción: esperar a que sus compañeros compren una vida extra en la tienda y acudan a su rescate. Vuelve a ser un elemento algo extraño y en casi ninguna ocasión mis compañeros han corrido el riesgo de rescatarme cuando he perdido en el Gulag, teniendo que esperar (mucho) a que se decidieran a hacerlo o directamente salir de la partida. Otra buena idea que para mi gusto y por el momento se queda a medio camino.
Call of Duty Warzone, al igual que ocurría con Blackout, tampoco aprovecha del todo las características que hacen única a esta saga. Lo bueno de Call of Duty es el frenetismo y la necesidad de ser muy habilidoso para poder superar a tus rivales. En un modo Battle Royale es muy complicado que esto se demuestre, y más cuando es necesario que tres jugadores se muestren plenamente atentos y cooperativos para poder triunfar. De momento me parece un batiburrillo de ideas tomadas de otros juegos como Apex Legends o PUBG que no llegan a funcionar tan bien como en estos, con ideas propias que tampoco calan. Veremos cómo evoluciona, pues parece claro que se irán realizando modificaciones en las próximas semanas hasta ofrecer la experiencia definitiva. Ojalá consiga dejarme menos indiferente en el futuro.
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