Bravely Default nos maravilla con sus sugestiones retro
No se puede olvidar la tradición. Se puede ser moderno, pero nunca han de dejarse de lado las sugestiones que en nosotros crea la estética de los ocho o los dieciséis bits. Pero esto no va de poner personajes pixelados o de recurrir a estéticas downgradeadas, sino de poner en pantalla un mundo aparentemente sencillo y familiar a través del cual se despliega una historia agradable. Se puede alterar el ritmo de las acciones, de hecho, se debe. El usuario de antes no es el mismo que el de ahora, tiene menos paciencia, más juegos y más estímulos. Hay que hacer también un mayor esfuerzo por fidelizar al jugador al título para que no lo abandone y pase a otra cosa. Pero no se puede dejar atrás.
En pocos días, llega Bravely Default: For the Sequel, un título magnífico, no por ser un regreso a los orígenes del rol, sino por tomar la tradición e imbuirla de contemporaneidad, algo que no supo hacer Ninokuni, plegado este último a las reglas y a los ritmos estrictos de los juegos clásicos. El juego de Square-Enix es algo parecido a oler la colonia de la primera chica a que te besaste, o darle un mordisco a una pieza de turrón de Suchard. Te transporta a esa irrealidad infantil, y desde ahí, añade elementos contemporáneos, lo que consigue que acabe de seducirnos. Temas como la conectividad, las misiones secundarias y la transformación del mundo aparecen en el título, y aunque cae en algunos temas que deberían ya estar superados, como los protagonistas amnésicos, el título es pura sugerencia.
Aunque al ver estos juegos me pregunto si les resultarán atractivos a aquellos que no hayan nacido con consolas de prefijos en grados superlativos. Si bien es cierto que a los que llevamos en esto más tiempo, nos transportan a unos días, digamos más sencillos, para los que han empezado en esto con una Playstation, y no han querido sumergirse en generaciones anteriores, es posible que entiendan que jugar con esta estética es limitarse porque sí. No en vano, es una manera de entender el videojuego que lleva prácticamente igual desde la Super Nintendo con su propio lenguaje: ¿por qué las ciudades están tan vacías? ¿por qué son así los combates? Y un largo etcétera.
Pero como todos los juegos interesantes, Bravely Default es un juego pensado para un tipo muy concreto de jugador, como lo es Dark Souls o Persona 4. Si como ellos, consigue penetrar en un sector de jugadores más jóvenes o distintos a tu target, e incluso trasladar a estos jugadores a joyas como Chrono Trigger o Illusion of Time, se demostrará que el título ha conseguido trascender, . Aptitudes las tiene, ahora, tiempo al tiempo.
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