1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PS4

Bloodborne y los picos de dificultad frustrantes

Ser difícil porque sí
Por Álex Pareja

La dificultad de cada videojuego debe saber adaptarse a las exigencias de su propio planteamiento, y como comentaba Adrián esta semana, no puedes ofrecer un sistema de juego complejo, con muchas opciones, si la propia exigencia de la obra es nula y no es necesario que el jugador profundice en esas características. Pero, ¿qué pasa cuando también pasa lo contrario y algunos videojuegos ofrecen una dificultad demasiado exagerada en ocasiones?

 

Bloodborne y sus hermanos de la saga Souls siempre son nombrados cuando se habla de videojuegos difíciles, quizás con cierta razón, aunque yo no suelo estar del todo de acuerdo. A mí no me parece que sean obras complicadas sino muy exigentes, obligando al jugador a adaptarse al mundo que le rodea y también a los enemigos que lo habitan. El propio juego quiere generar esa sensación de indefensión para que avances con cuidado y, generalmente, cuando mueres es por tu culpa. Sin embargo, también tienen algunos momentos demasiado frustrantes que para mi gusto empañan la calidad del juego en general y a este buen aprovechamiento de la dificultad en particular.

 

 

La última obra de From Software es un buen ejemplo, ya que estos picos de dificultad han conseguido que directamente decida no hacer una segunda vuelta del juego ni disfrutar del DLC The Old Hunters. Después de superar una zona complicada, que ha costado sus buenas horas dominar pero que ha sido una experiencia divertida, te topas con algunas otras donde la dificultad simplemente se dispara sin razones aparentes. A veces, incluso, parece que el propio juego te invite a correr como un desalmado por los escenarios pasando de los enemigos, a ver si tienes suerte y puedes evitar los ataques. Es como si de vez en cuando el juego no supiera seguir aportando esa curva de exigencia tan bien pensada y simplemente te lanzara a la cara esto para que te frustres.

 

Y no me gusta, ya que creo que Bloodborne es un juego lo suficientemente inteligente y cuenta con infinitas virtudes como para que tenga que recurrir a esto, que me parece una simple manera de llamar la atención para que el jugador comente "lo difícil que es" como algo bueno a destacar de la experiencia. Pero no, al igual que hay juegos que no aprovechan sus posibilidades por culpa de la ausencia de dificultad, hay otros que tampoco lo hacen por todo lo contrario.

 

Lejos del caso de los juegos de From Software, que como digo me parece que a veces patinan en este sentido por algún motivo que todavía no entiendo, nos encontramos a juegos que directamente encuentran su razón de ser en ser difíciles y ya está, sin aportar mucho más. Xeodrifter, Titan Souls... juegos, generalmente independientes, que parece que no saben darse cuenta de que lo que llama la atención y lo que gusta de títulos como Bloodborne es su exigencia y la manera en que obliga al jugador a convertirse en un experto y a utilizar todas sus herramientas al alcance (menos en esos momentos mencionados), no solo que sean "juegos difíciles en un mundo explotado por juegos casuals". Un buen juego debería tener una buena dificultad, ajustada a su planteamiento y a su target de jugadores, sin picos injustificados hacia un extremo o hacia otro.


<< Anterior Siguiente >>