Black Mesa sienta un precedente: los remakes de fans deben existir
Ironías de la vida, tras más de quince años pidiendo novedades sobre Half-Life, de repente en marzo de 2020 tenemos no uno, sino dos lanzamientos relacionados con la franquicia de Valve. De acuerdo, puede que sea una afirmación algo tramposa, que solo Half-Life Alyx pueda considerarse como tal, pero no hay que desmerecer el trabajo detrás de Black Mesa. Os cuento por qué.
El proyecto nace un poco antes de 2015, como mod de Half-Life 2 intentando adaptar el Half-Life original. Su razón de ser era la creación de un remaster que hiciera justicia al mismo, debido a que Half-Life: Source parecía estar lejos de hacerla. Lógicamente, la cosa fue creciendo lo suficiente como para convertirse en un remake -conservador, eso sí- standalone, con un proyecto con cara y ojos que además contaba con el beneplácito de Valve. Y ya lo tenemos aquí.
Black Mesa abandonó su acceso anticipado el pasado 5 de marzo, y desde entonces podéis encontrarlo como juego completo y terminado en Steam. He podido jugarlo lo suficiente como para certificar que está en el punto justo entre lo tradicional y lo moderno, puesto que sigue siendo Half-Life a escala 1:1 pero cuenta con un conjunto de mejoras visuales que lo actualizan. No llega a ser puntero, pero diría que no lo pretende.
La idea de Black Mesa es actualizar un clásico, darle un aspecto visual más acorde al presente pero sin desmerecer al material original. El espíritu se mantiene intacto. Sorprende, también, ver cómo muchas de sus ideas se han implantado en el lenguaje narrativo del videojuego sin que casi nos hayamos dado cuenta, porque no es echando la vista atrás hasta que estas cosas se perciben.
En ese sentido, toda la introducción hacia el complejo de Black Mesa (así se llama el juego, pero adopta su nombre del del laboratorio en el que trabaja Gordon Freeman) sigue sintiéndose tremendamente actual. Los npc’s conversan al margen de que les escuches o no, te saludan al verte y muestran patrones de conducta autónomos. Son IA’s básicas, pero al fin y al cabo inteligentes.
Es difícil pensar casualidades al ver que su lanzamiento oficial se ha producido apenas un par de semanas antes de Half-Life Alyx, más cuando seguramente Valve haya tenido la sartén por el mango en ese sentido. Pero lo cierto es que sirve de anticipo genial para el juego de VR, y se ha ganado su puesto por méritos propios. Ojalá sirva de precedente para que otros proyectos -como los mil intentos de hacer un remake de Metal Gear Solid- de fans salgan adelante. Si son como éste, todos ganaríamos.
<< Anterior Siguiente >>