Batman Arkham Knight, Black Ops 3... ¿es por la pasta?
¿Es que somos los jugadores unos puñeteros llorones? ¿Somos unos ratas que lo queremos todo gratis? Llevamos unos días de sorpresas extrañas y desagradables. Cuando creíamos que todo esto de los DLC había empezado a cobrar cierta cordura, llega el caballero oscuro de Gotham y pone sobre la mesa su pase de temporada. 40 euros del ala, ¿y dónde está el problema? Ante el anuncio de este conjunto de contenidos descargables, y como siempre, se produce el habitual hilo conversacional: “joder, putos timadores” que se contrarresta con la defensa de aquel que dice “los videojuegos son un artículo de lujo, si no lo quieres comprar, pues no lo compres”. Las dos posturas tienen toda la razón del mundo. Y luego anuncian el pase de temporada de Black Ops 3 que costará otros cincuenta eurazos.
Sí, pagar más de cien euros por un videojuego es algo que algunos podemos considerar un timo, porque con eso haces la compra de todo el mes, pero también es verdad que comprar videojuegos es un lujo, algo innecesario; pero yo digo que es tan innecesario como comprarse un libro, y no lo estoy diciendo por denostar a los libros, sino precisamente al revés, ¿o es disfrutar de la expresión de un artista plasmada en su obra un lujo?
No es por la pasta. Yo soy el primero que cuando anuncian un videojuego que adoro, me gusta juntar el dinero, bajar a la tienda el día de su lanzamiento y llevarme el videojuego todo contentito en la bolsa. No creo que aquí ninguno tengamos problemas por pagar, el problema llega por como se realiza o se pide ese pago. Lo horrible de los pases de temporada es irte de la tienda con tu videojuego con dudas, sabiendo que no te llevas todo el contenido del juego, dudando de si los desarrolladores le han arrancado un pedazo del título para ponerlo en otro sitio que tú no jugarás y pensando, por lo tanto, si no habría sido mejor esperarse a la edición GOTY del juego. Aquí está el problema.
Los que jugamos a videojuegos no somos unos ratas que odiamos pagar. Nos compramos consolas, periféricos y juegos de manera regular, asistimos a ferias y nos hacemos con los productos relacionados de nuestros héroes favoritos. El problema, y ahí está la cuestión, es que te fastidien ese glorioso momento de llevarte el videojuego en su día de lanzamiento. Si ahora te lo llevas por sesenta euros parece que te lo llevas pelado, y si lo haces por cien euros te preguntarás: ¿me la ha colado Rocksteady? Más cuando de ese contenido descargable solo sabemos que sí, que tendrá muchas cosas super chulas, pero ya sabemos que el videojuego donde dije Diego, digo Hype.
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