Atom Universe, cosas que no entiendo de los videojuegos
Tengo 38 años, llevo jugando videojuegos desde los 4, soy profesional del medio desde hace 20 años... Y todavía hoy hay cosas del mundillo del videojuego que no soy capaz de entender. Una de ellas son los juegos sociales, ese rollo de mundos virtuales en los que puedes conocer a gente manejando un monigote y que, con la salvedad de Los Sims, me parecen todos un intento de Second Life que parece olvidar la leche tremenda que se pegó el mencionado en su momento.
A ver, comprendo el concepto, no soy (tan) idiota, pero aún así me sigue superando la idea. Que hace unas décadas alguien pensara que era una idea brutal crear una 'segunda vida virtual' en la que poder montar tu entorno de negocio, reunirte con acconistas y clientes y expandir tu idea de forma virtual, lo entiendo. Que a día de hoy se vuelva a la carga con las mismas premisas suavizadas y centradas en la hypersexualización, me supera.
The funniest fun fun of the funnier funs on the world
Atom Universe ha llegado a Steam y Playstation 4, y mucho me temo que lo ha hcho para quedarse. Como pobre encargado pobre -sí, dos veces- de ver todo lo f2p que entra por la red, me lo descargué esperando algo que, si bien no iba a estar a la altura de Star Trek Online o Neverwinter, al menos fuera divertido. Lo que me he encontrado es un aceso anticipado al que no le duelen prendas en pedir dinero, que ofrece un mundo vacío, y unas personas clónicas en las que, como digo, todo está hypersexualizado con un espíritu a lo partida de la Mascarada de jóvenes prepúberes que da como cosita.
Atom Universe empieza mal y acaba peor. Comprendo que es un juego en desarrollo y fase pre beta y que aún les queda mucho, pro mucho por pulir. El problema es que por mucho que pulan, el resultado final tiene toda la pinta de ser un clon mal hecho de PS Home, y esto, lo mires como lo mires, no es como para tirar cohetes: Un parque de atraccions en medio del universo, personajes clónicos con distintos peinados y ropas pero mismo cuerpo y cara, tres estados y baile, mucho baile. Es como un Tinder conoce la Springbreak para preadolescentes con tendinitis de muñeca.
Bienvenido a tu resort universal
La propuesta de Atom Republik es que creemos a nuestro personaje aprovechando los mil elementos de pago que hay en el armario. El problema empieza con uno personajes que, en el caso de ellas, son todo tetas y culo, y en el de ellos, todo espalda y biceps hasta límites grotescos. La ropa, obviamente dividida por géneros, pide a gritos que venga mi amiga Anita Sarkeesian con el hacha a partir cabezas: ellos, mono completo de cuello a tobillos. Ellas, mega minifalda y escotazo o directamente minifalda con caderas al aire -muy cómodo para subir en la noria- y escotazo.
Podemos elegir otra ropa para nuestro personaje femenino, claro, pero de primeras sólo camiseta, nada que nos tape el culo, y si queremos gastar dinero hay mallas, spandex y cualquier cosa que nos ayude a marcar cameltoe. Nada de vaqueritos cómodos para ir a la bolera, que desentonamos entre tanto adolescente hormonado.
¿El resto del mundo abierto social free to play? a la altura: actividades por las que hay que pagar, tres estados de ánimo: feliz, neutral y triste -mi puta interior ruega a Atom Republik que incluyan el estado 'hasta el coño de tanto baboso'- cientos de bailes a cual más chorra insinuante y un escenario plagado de plataformas de gogo, pistas de baile con el suelo luminoso, barras de lapdance, fuentes de suelo y elementos a juego. No sé en qué parque de atracciones han estado estos tíos, pero ni Isla Mágica ni Terra Mítica tenían este aire de puti tan de peli policíaca de años ochenta.
Soy un sieso, pero no lo entiendo
Supongo que podéis decirme que esto es el principio, que debe evolucionar, que yo esty viejo y no soy público objetivo y todo lo que queráis, pero a mí lo que me han dado es una tarde de encabronamiento que no me la quita nadie y la sucia sensación de que cuando alguien dice que los videojuegos son machistas y los videojugadores unos neandertales, hay casos en los que no andan desencaminados.
Ahí está el juego y ahí seguirá estando, será disfrutado por muchos, y será odiados por otros, se hablará de él como sucesor de PS Home, se aplaudirá y odiará a partes, espero, no exactamente iguales, y el mundo seguirá girando porque es ley de vida, pero yo... yo seguiré sin entender un pijo de este circo tan absurdo.
¡Nos leemos!
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