Assassin's Creed Syndicate, qué poco me interesas
Ayer mismo se presentó el nuevo Assassin's Creed Syndicate en un vídeo muy majete que nos permitió descubrir lo que por otra parte ya sabíamos: el juego estará ambientado en la Londres de 1868 en plena consecuencia de la Revolución Industrial, lo que a priori desde luego parece un contexto muy interesante y al que se le podría sacar mucha chicha (¿verdad, Revolución Francesa?). Además, se mostraron a los personajes protagonistas y las novedades que incorporará esta nueva edición.
Bien, vayamos por partes. Por un lado es evidente que la decepción provocada por Assassin's Creed Unity hace ver con otros ojos a esta nueva entrega. Ya no nos vamos a dejar engañar ni nos vamos a hypear por cualquier cosa, o al menos en mi caso. Pero el tema es que no ha conseguido captar ni un mínimo de mi atención en nada de lo enseñado en este vídeo. Cero patatero. Y creo que no tiene mucho que ver con Unity sino que el juego en sí da muchísima pereza por todo lo mostrado en general.
Por un lado, una de las primeras características que incoporará el nuevo protagonista es que ahora repartirá tollinas a nivel profesional, por lo que los enfrentamientos cuerpo a cuerpo van a tomar un mayor protagonismo en esta nueva edición. De acuerdo, ¿qué es lo peor de todos los demás Assassin's Creed a nivel de mecánicas? Exacto, los combates cuerpo a cuerpo. ¡Pues toma más, para que no te aburras! Es cierto que lo han cambiado y mejorado (o eso han dicho), pero por lo visto en el gameplay me sigue pareciendo bastante ortopédico y poco profundo. Aunque reconozco que habría que probarlo antes de juzgar tan a la ligera, es cierto.
También referente al combate se nos mostró la importancia que tendrá en Syndicate nuestra banda y los enfrentamientos contra otros grupos rivales. Esto se traducirá en combates más multitudinarios (cuerpo a cuerpo) que pretenderán ser muy épicos. Vale, también es algo que habrá que probar y tal, pero en lo que nos enseñaron en el vídeo (y lo que hasta ahora valoro) se pudo ver cómo la mayoría de miembros de la banda rival se apartaban para que sólo uno de ellos luchara a la vez contra nuestro personaje. Como si fuera una película de Steven Seagal, vamos.
Otra de las novedades será la presencia de carruajes, con sus caballos y todo, muy propios de la época como nuevo método de transporte. Vale, esto no lo veo del todo mal hasta que en otra parte del vídeo se nos muestra una secuencia de gameplay en la que se controla el carro a toda velocidad mientras los enemigos, también con carruajes, intentan asesinarnos. Sí, amigos, se ve a la legua que el control es cutrón, súper incómodo y poco preciso en las calles estrechas (a falta de probarlo, de acuerdo). Además, lo que debería haber sido una secuencia espectacular no lo es en absoluto, más bien todo lo contrario. Y a esto se le podrían añadir muchas más cosas, como la capucha mágica de invisibilidad...
Sé que ahora me diréis que todo lo visto pertenece a una versión pre-alfa del juego y todo esto estará mejor en la versión final. Evidentemente hay que tratar esto como lo que es, pero es que realmente tampoco quedan tantos meses para el lanzamiento (23 de Octubre). ¿De verdad creéis que todo lo mostrado va a mejorarse mucho más allá? Yo, visto lo visto, prefiero no hacerme ilusiones sino todo lo contrario. Prefiero llevarme una sorpresa positiva en el futuro que no una negativa (otra).
Al final, lejos de querer analizar el vídeo y las novedades que traerá consigo Assassin's Creed Syndicate, quiero dar importancia a las sensaciones finales con las que me ha dejado: nulas. Ni bueno, ni malo, simplemente el juego no me interesa absolutamente nada. Como cuando anuncian en la tele un nuevo perfume para mujeres o el nuevo disco de Justin Gemelier. Y eso es malo si tenemos en cuenta la importancia de la franquicia, del estudio, del presupuesto y de absolutamente todo lo que implica. También me deja frío pensar que si esto es lo mejor que pueden enseñar prefiero no enterarme de qué va a ser lo peor. Y ya ni hablar si pienso en que pueden volver a desaprovechar un hecho histórico tan importante y con tantas posibilidades... Ay, qué poco me interesas.
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