Así es Grounded: de The Outer Worlds al jardín de tu casa

Hace apenas un par de días Obsidian subía la demo de Grounded a Steam y la app insider de Xbox One. Los padres de The Outer Worlds siguen jugando con la ciencia ficción yendo de lo grande a lo pequeño sin perder ni un ápice de su calidad como estudio. Una profunda revisión del género que mezcla Cariño he Encogido a Los Niños con El Gran Patio Delantero de Clifford D. Simak para dar un resultado más que apetecible y muy intrigante. 

 

 

La supervivencia y los 80 según Obsidian

Le tenía ganas a Grounded, y no sólo por su aspecto y personalidad, sino especialmente por su labor como ejercicio de entretenimiento a manos de un estudio de la talla de Obsidian. Tenía claro que no iba a ser un juego de supervivencia al uso, y la buena gente de la desarrolladora no me ha decepcionado. En lo poco que hemos podido catar de Grounded se destila una personalidad, un humor y una forma de hacer las cosas que se aleja de lo ya visto en Ark, 7 Days to Die o Day Z. Una preocupación por la obra y el jugador que se acerca a la filosofía de Raphael Van Lierop en The Long Dark con una forma, un estilo y una personalidad únicos.

 

Grounded se muestra en su beta en solitario como un juego de supervivencia en el que la supervivencia es una herramenta y no un fin. Perdidos en un enorme jardín, miniaturizados hasta el exceso y con nuestra inteligencia y nuestras manos como únicas herramientas, tendremos que sobrevivir mientras construimos, nos alimentamos, luchamos e investigamos los motivos que nos han llevado a esta situación. Todo esto con cuatro personajes a elegir a cada cual más único y un enfoque que nos lleva a los mejor de los 80 en la época dorada del cine familiar de Spielberg. 

 

 

Más que bichos

Es obvio que la superviencia es parte importante de Grounded, pero como decía no es el fin último en su experiencia de juego. Con una beta limitada a media hora por cada partida -estas sí, ilimitadas hasta el 22 de junio- en la que apenas da tiempo a empezar a cogerle el pulso al juego, Obsidian nos obliga a tomar su oferta de juego por partes para ir desvelando todos sus contenidos, añadidos y sorpresas. Así, las primeras partidas las he usado para desvelar el tutorial y ese pequeño trozo de historia que incluye. Un trozo de historia que promete que Grounded será mucho más que un mero survival al uso y que demostrará la labor del estudio con un argumento que se promete intrigante. Una extraña máquina, bichos buenos, bichos malos, muchas preguntas por responder y, de fondo, una forma de supervivencia que dista de todo lo visto en el género; más asequible, más completa y mejor. 

 

Para que os hagáis una idea, en Grounded las recetas irán apareciendo según conseguimos los materiales, dependiendo más de la chispa de cada peronaje que de subidas de nivel que otorgan estas como premio. El juego convierte así su elemento survival en algo más orgánico e intuitivo. Bastará con observar el entorno para imaginar qué necesitamos para construir un hacha, una casa, una hoguera o incluso un arco y flechas con los que defendernos de los enemigos. Obsidian construye así un puzzle en el que todo es posible y que resulta tremendamente grato a la hora de plantear la exploración y explotación de su precioso mundo. 

 

 

El gran patio delantero

Siguiendo la máxima del premio Hugo de Clifford D. Simak, el jardín se convierte en todo el universo de juego con el presumible salto a nuevas zonas colindantes en el futuro. Un universo de juego que esconde mucho más de lo que parece y en el que encontraremos zonas secretas, materiales nuevos y todo lo necesario para avanzar en la aventura. La inclusión de los distintos tipos de insectos, arácnidos, coleópteros y ácaridos que pueblan el escenario es maravillosa. Toda una fauna en diminuto que se hace enorme a los ojos de los protagonistas y que fascinará al público más joven. Afortunadamente Grounded no es Starship Troopers: casi todas las criaturas serán inofensivas siempre y cuando no las ataquemos, con la salvedad de las arañas, los ácaros y algunas otras especies como las hormigas soldado. Algunas, como las moscas de la fruta y los pulgones de jardín, se atreverán a atacarnos si llevamos sustancias dulces encima con el fin de robárnoslas. 

 

Entran aquí en escena mis siguientes partidas una vez descubierta la historia. Las primeras, dedicadas a la exploración, dieron como fruto el hallazgo las semillas de diente de león como paracaídas, las hojas de trébol, ideales para crear tiendas de campaña, y la resina como combustible para hogueras. Las siguientes partidas, dedicadas a la construcción me demostraron que en apenas 15 minutos puedes construir una casa completa con ventanas, puerta, lámparas decorativas, cocina y mesa de trabajo sin demasiado esfuerzo. Por fin pude dejar de comer setas y disfrutar de un delicioso filete de tabaquera. Una lástima que la demo solo dure media hora y tengas que volver a empezar. Finalmente, me dediqué al combate... 

 

 

Combate y accesibilidad

Antes de hablar del combate toca hablar de la accesibilidad, un componente que se ha convertido en la prioridad de Microsoft esta generación y que viene de la mano de su mando adaptativo y la inclusión de muchas opciones en sus títulos que hicieron de Gears 5 uno de los mejores ejemplos del uso de la tecnología a la hora de acercar un juego al público. En este caso las opciones, además de permitir jugar con el aspecto del juego y textos e incluso incluir la opción de narración y lectura de textos, van más allá e incluyen la posibilidad de modificar el aspecto de las arañas para que cualquier jugador con aracnofobia pueda disfrutar de Grounded. Así, las arañas pasan de tener un aspecto aterrador a ser adorables palomitas de maíz según vamos cambiando su diseño en varios niveles de personalización. Todo un acierto de la compañía y una forma de seguir marcando el camino a otros títulos. 

 

Dicho esto, el combate es uno de los aspectos en los que más se echa de menos la ayuda de amigos en la aventura. Si bien las moscas de la fruta y los acáridos no son problema para un luchador aguerrido, las arañas y las hormigas soldados son enemigos formidables, y ni siquiera la inclusión de un sistema de bloqueo y parry que me ha dejado muy loco consigue facilitar la cosa. La única opción válida está en construir arco y flechas o muchas lanzas y atacar desde lejos antes de entrar en zonas peligrosas. 

 

Con esto ya podéis haceros una idea de lo que será Grounded una vez llegue a Xbox Game Pass, Steam y demas tiendas y plataformas digitales el 28 de julio en Xbox One y PC. Un título que demuestra que cuando dejas vía libre a un estudio para que se divierta creando es capaz de hacer maravillas, y que hasta lo más pequeño puede ser enorme si sabes mirar con atención. ¿Mi consejo? Descargad la beta en Steam o la app insider de Xbox One, tenéis hasta el 22 de junio, y dadle duro. Las primeras partidas puede que os descoloquen, pero si profundizáis en su oferta de juego vais a encontrar algo muy especial y diferente, algo de la magia que hace de este hobby algo tan maravilloso. 

 

¡Nos leemos!

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