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Así es el juego online de Fallout 76 según hemos visto en su B.E.T.A.

Un online para unos pocos
Por Rafa del Río

La B.E.T.A. de Fallout 76 ya es una realidad. Mientras espero a que el sol salga para darme los buenos días y tras hablar de cómo subir de nivel en Fallout 76, toca explicar su sistema online antes de hablar de dónde encontrar las mejores armas y cómo conseguirlas. Un nuevo modo de entender el multijugador que, como ya avisó la compañía, huye de los NPCs para darle todo el protagonismo a los jugadores de una forma que nos invita a cooperar a la vez que permite el juego en solitario ya clásico de la saga.   

 

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Lejos del MMORPG

Fallouy 76 aprovecha su historia y hace suyas las amarguras de la Supervisora del Refugio al colocarnos en la piel de un miembro -o 'miembra'- del Refugio 76 que debe abandonar su hogar e irrumpir en el yermo no tan yermo de West Virginia para reconstruír América no sólo de forma física, sino también los corazones y las mentes de los nuevos colonos. Tan sólo 25 años después de la caída de las bombas nos vemos obligados a salir en masa del refugio, lo que ayuda, apoyándonos en este arco argumental, a fortalecer las relaciones con nuestros antiguos compañeros, el resto de jugadores, si bien como dice la Supervisora: dales carta blanca y qué Dios nos ayude

 

Y parece que Dios ha ayudado, y mucho, en esta primera B.E.T.A. en la que la comunidad ha sabido portarse y muy bien. Tras los primeros intentos de los gañanes de turno de noquear a todos los jugadores sin saber que el fuego amigo no se activa hasta el nivel 5, la convivencia ha sido buena. En este sentido Fallout 76 lo clava con un juego en el que los escenarios enormes y el número limitado de jugadores reduce el contacto a los rincones más importantes del mismo como ciudades, eventos y misiones principales. La experiencia de estas cuatro horas ha sido muy grata con el resto de jugadores, mención especial a un rincón en el aeropuerto en el que un nuevo tipo de enemigo me las ha puesto muy canutas y ha servido para improvisar una raid con cuatro desconocidos para poder cumplir la misión sin bajas. 

 

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La ausencia de PNJs

Una de las cosas que más temía era la ausencia de PNJs, cuyo papel de otorgador de misiones y demás recae en esta ocasión sobre las consolas de un grupo llamado 'los Protectores', las entradas de diario de la Supervisora, varias llamadas de auxilio en distintas sintonías y, finalmente, los fieles protectobots. Teniendo en cuenta que somos los primeros refugiados en salir a West Virginia y que lo que encontramos es el final de la civilización previa a la caída de las bombas, no me ha resultado molesto, más bien comprensible, y una forma de huir de un sistema de juego que en Fallout 4 fue duramente criticado por algunos sectores. 

 

Fallout 76 pone el acento en la comunidad, pero lo hace sin necesidad de que estemos todos juntos y seamos amigos, convirtiéndonos a la mayoría en salvadores y héroes del yermo que coinciden en una cacería y se ayudan, comercian o combaten. Para los que tengan miedo de estos combates, Fallout 76 incluye tres niveles de interacción, uno pacífico en el que es imposible que te hieran, otro que activa el PvP sólo cuando ambos jugadores deciden atacarse, y otro que lo activa de forma automática, para que elijas el que mejor te venga.  

 

Aún es pronto para sacar conclusiones, pero por ahora Fallout 76 me gusta. El sistema online que presenta, a años luz de los inicios de The Elder Scrolls, es intuitivo, fácil y muy claro, con la posibilidad de colaborar, pelear e ir a nuestra bola sin que ninguna de estas formas de juego penalice al jugador ni moleste al resto de la comunidad. La gran cantidad de notas de audio, historias de los supervivientes a la caída de bombas, terminales y encontronazos con otros jugadores con la incertidumbre y la tensión que siempre rompen un hola hecho con la mano consiguen que la saga se sienta algo diferente sin perder ni una gota de su espíritu, algo que era necesario y en lo que Bethesda ha cumplido sin despeinarse.

 

¡Nos leemos!  


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