Ashes of Ariandel y el nuevo PvP
Hay muchas maneras de decir adiós. Recuerdo que tras dos meses maravillado por Yharnam, el articulazo del bueno de Bruno me sirvió de pretexto para seguir profundizando en un juego del que no me quería despedir. Era un magnetismo enfermizo. Llegado su DLC y descubierto todo lo que ofrecía Bloodborne, le llegó el momento de ocupar un lugar en la estantería. Ahora, ya estoy pensando un sitio para Dark Souls 3.
Con la inminente llegada de Ashes of Ariandel, la primera de dos expansiones que recibirá el juego, se empieza a entrever el final del camino para una saga que ha marcado a muchos. Será un bonito regreso, lo parece, pero el sabor a despedida dejará su huella en muchos paladares. Parte de la gracia de lo que está por venir reside en preguntarse qué incógnitas se resolverán, hasta qué punto se amplía el lore, qué elementos regresarán. El nuevo tráiler da algunas pistas.
From Software es consciente de la importancia del PvP. Gran parte del contenido que se comparte sobre Dark Souls tiene que ver con los duelos, las bromas y las situaciones curiosas que se dan lugar mediante este modo. Si atendemos a lo que acaban de presentar, aunque siempre les guste guardar cierto misticismo, todo indica que las peleas en línea gozarán de un escenario separado en el que liarse a tortas.
No había necesidad. Hay cierto atractivo en recorrer todo Lothric sabiendo que cada zona puede ser un potencial duelo. Entre los jugadores se asientan distintas partes que acaban convirtiéndose en terreno PvP; para esta tercera entrega, lo han acabado siendo la zona posterior al Pontífice Sulyvahn y la ascensión previa al jefe final. Aun así, nunca está de más ver cómo se revisan ciertos aspectos, y en esta ocasión parece que la formación de equipos y el terreno competitivo serán más accesibles.
Puestos a elucubrar, sigamos. Ashes of Ariandel huele a que ampliará la leyenda relativa a cierto mundo pintado, con lo que no sería de extrañar que la historia se complicase y se diese la bienvenida a nuevas teorías. Es una buena mezcla. La primera expansión daría la dosis necesaria de lore a quienes lo piden y mejoraría una de las características más mediáticas del Dark Souls: el PvP. ¿Dónde deja esto a la siguiente descarga? Pues en un puesto privilegiado.
Cubiertas ciertas ‘necesidades’, la puerta hacia echar toda la carne en el asador quedaría más que abierta. Aunque pese, Miyazaki apuntó que como presidente no tiene previsto encabezar una nueva entrega, que todo debería acabar con los DLC. El rumbo de From Software cambiará de aires terminadas las expansiones y, si queda algo por ver en el universo Dark Souls, sería la última oportunidad para descubrirlo. El contenido adicional de la saga tiene muy buena fama, nos podrían sorprender.
No hablamos únicamente de picos de dificultad abominables sino también de recuperar los proyectos e ideas que el estudio dejase en el tintero, de cogerlo y meterlo todo en la última expansión. Un diseño de niveles más loco, un posicionamiento de los enemigos que revise los tics previsibles de la franquicia, algo parecido a las mazmorras del cáliz y una parte ‘boss rush’ serían buenos puntos donde empezar. ¿Voy a lo fácil? Seguramente. Pero para esto está cierto señor japonés que, encabezando su estudio, tiene el poder de emocionarnos por enésima vez.
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