Arte y videojuegos: los críticos contraatacan
¿Es arte el videojuego? He aquí una de las preguntas más antiguas que sacuden esto de los juegos videográficos, donde la mayoría de los usuarios amantes del píxel pad en mano defienden a capa y espada el cariz artístico del ocio electrónico. Un debate que vuelve a la actualidad después de que, como nos contara el pasado viernes nuestro compañero Jaume Esteve, el Museo de Arte Moderno de Nueva York reconociera a los videojuegos como forma de arte al hacer pública la adquisición de una lista de cuarenta títulos para su posterior exhibición.
Esta circunstancia, que otrora a buen seguro nos llenaría de orgullo y satisfacción, se torna incómoda al dar pie a que varias figuras reconocidas del mundo del arte manifestaran abiertamente su rechazo. Una de estas voces disonantes es la del crítico Jonathan Jones, el cual en una columna de su blog arremetía de forma dura contra las instituciones que, según él, sobrevaloran el entretenimiento interactivo, aludiendo que los videojuegos de ninguna manera podría ser arte ya que no encajan de manera alguna en esa definición:
'Recuerdo un muy buen argumento de por qué los juegos digitales de inmersión interactiva NO son arte. Caminen por el Museo de Arte Moderno, miren todas esas obras maestras de Picasso y Jackson Pollock, y lo que ustedes estarán viendo será una serie de visiones personales. Un trabajo de arte es la reacción de una persona ante la vida. Cualquier definición de arte que le arrebata lo humano es una definición inútil... el arte tiene que ser un acto de imaginación personal. Los mundos creados por los juegos electrónicos son más bien campos de juego donde la experiencia es creada por la interacción entre un programa y el jugado. El jugador no puede decir que le impuso una visión personal de la vida al juego, mientras que el creador del juego ha cedido la responsabilidad. Nadie es dueño de juego, así que no hay artista y por lo tanto no hay obra de arte.'
Diga lo que diga Jones, el pasado año se hizo público que los Estados Unidos consideraría al videojuego como expresión artística, consideración que se haría efectiva en el presente 2012 y, a efectos prácticos, permite a los desarrolladores estadounidenses solicitar ayudas como proyectos artísticos. Para ello, la agencia independiente del Gobierno de los EEUU National Endowment For The Arts crearon una nueva categoría dedicada de pleno a los medios interactivos, entrando de lleno así la consideración de arte hacia los videojuegos, así como también lo serían potencialmente programas de televisión y radio, series, representaciones teatrales, etc.
Así, los artistas del país pueden aspirar a recibir subvenciones de hasta 143.000 euros, por lo que bajo estas premisas, cualquier desarrollador de videojuegos podrá pedir este tipo de ayuda. Aparte del más que probable encabezonamiento de las mentes cerradas instauradas en determinados sectores, no me cabe duda de que el temor a diversificar los potenciales receptores de subvenciones es un más que considerable detalle a tener en cuenta para aquellos que se lanzan a la caza de brujas del ocio electrónico. Muy similar, por cierto, a la que sufrió en su día el cine por parte de la gente del teatro.
En lo que respecta al que esto suscribe, os puedo decir que amo el concepto videojuego por encima de todas las cosas... pero no podría terminar de decir que estamos ante lo que se define como 'arte'; no termino de verlo claro. Es evidente que un videojuego puede ser un gran contenedor de arte, pero el definirlo directamente como tal no llego a atisbarlo. La música, la arquitectura, la belleza pictórica de un juego electrónico sí que pueden llegar a ser expresiones artísticas de pleno derecho, e incluso la prodigiosa manifestación de un factor lúdico digno de elogio. Me puedo rendir ante los pies de cualquiera de estos matices, y por supuesto considerarlos arte. ¿Pero al videojuego en sí? Dudo mucho que naciera con esa intención... pero ojo, es mi opinión
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