Arslan: The Warrior of Legend, un paso atrás en el musou

Omega Force tiene dos caras. Sí, son los que hacen musou, un género que te puede gustar más o menos pero que cuenta con ejemplos de títulos bien hechos. Omega Force, no hace mucho, ha parido un muy buen Dragon Queste Heroes, del que se espera la secuela, y el último de la Banda del Sombrero de Paja, que también es muy divertido y completo.

 

Los últimos títulos de Omega Force le hacían pensar a uno que los tiempos oscuros o de resultados irreguales de Bladestorm se habían acabado, pero no. Arslan: the Warrior of Legend, lo último de la desarrolladora, vuelve a caer en los malos vicios de aquel, con errores de cámara, calidad técnica pobre y escasa variedad y profundidad jugable. Es la Omega Force de las dos caras, el equipo sabe cómo hacer las cosas bien. Dragon Quest Heroes es más que un musou, es un beat´em up solvente con muchos toques de tower defense y JRPG, y es muy bonito. Con Arslan, el manga más reciente en el que ha participado Hiromu Arakawa, dan un paso atrás enorme, regresando a sus creaciones más pobres y menos inspiradas.

 

 

Lo normal es que si conoces a una desarrolladora sepas el nivel de calidad que te vas a encontrar en sus productos, que conozcas cómo evoluciona su trabajo como creadores y que este vaya a más. Siempre hay pinchazos, pero suelen fruto de la mala materialización de ideas prometedoras, no de retroceder a un estado previo de su proceso creador.

 

Volver atrás, conste, también puede hacerse bien. Square-Enix regresaron sobre sus pasos para entregarnos Bravely Default, pero cuando viajas en el tiempo a tus producciones previas tienes que llevar contigo todo lo aprendido en las presentes, y aplicarlo.

 

Por eso digo que Omega Force tiene dos caras: una es la buena, la de Toukiden Kiwami y la de Dragon Quest Heroes, una en la que retuercen sus géneros de confianza y saben ofrecer algo divertido y bueno, y otra es esta, en la que hasta parece que cometen a propósito errores técnicos y de usabilidad importantes que ya vimos solucionados en sus propios juegos. Omega Force dominan un género con muchísimo potencial, uno que si se equilibra bien puede acabar convirtiéndose en el heredero natural de los popularmente conocidos como Yo contra el Barrio, claro que forzando estas marchas atrás tan bruscas, difícil está la cosa.

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