Aplicaciones exitosas en consola y mundos virtuales fallidos
Ayer saltaba la noticia de que una conocida cadena de pizzerías ha despachado más de un millón de pizzas, en sólo cuatro meses, a través de una aplicación en Xbox Live. Todo un éxito que vuelve a demostrar que las consolas ya hace mucho que dejaron de ser meras plataformas de juego.
Sin embargo, es curioso que este logro haya llegado mediante una aplicación, digamos, estándar y propia de otros medios, pero no mediante algo a caballo entre videojuego y servicio convencional, como una visita a la pizzería a través del Home.
Este tipo de sucesos consiguen que ponga en duda la existencia de una red social en formato videojueguil, como el propio Home. Aunque sí es cierto que Habbo ha conseguido reunir a un nutrido grupo de fieles en sus tripas, sigue siendo más menú que videojuego. Porque no es sencillo hacerlo, y mucho menos monetizarlas ya que moverse por ellas es terriblemente incómodo.
En el fondo, cualquier videojuego se podría solucionar mediante una secuencia de comandos, del mismo modo que un Home se puede solucionar con el interfaz de facebook. Es decir, mediante la introducción de palabras tecleadas como “corre”, “anda” y la selección de opciones en un menú. Ha sido un largo camino hasta que eso se ha sustituido por la jugabilidad que a día de hoy disfrutamos, y aún hay cosas que no se pueden hacer sin recurrir a la elección de comandos de una lista, lo que llamamos QTE. Es imposible, o muy difícil, que ahora irrumpiera algo como Home y consiguiera la realización de esa difícil transición, sobretodo porque la gracia de no pulsar “salta” en un menú y sí ejecutar la acción de correr, preparar el brinco y ejectutarlo reside en el error, en fallar, en mejorar, en volver a intentarlo y en articular una serie de sucesos en torno a ello. ¿Quién quiere fallar si se trata de comprar una pizza o de ver el E3, por ejemplo?
La única manera de integrarlo en el mismísimo videojuego sería mediante una lista de contactos telefónicos, como los que hay para llamar a los taxis que usamos en GTAV; pero las cosas como son: mediante una aplicación todo es más cómodo, lo demás es liarse para no conseguir ningún tipo de beneficio real. Para hablar con alguien usamos un chat, para comprar empleamos la aplicación de una tienda. Y punto.
La aparición de estas aplicaciones, por supuesto, depende mucho de las propias compañías. Sigue siendo más jugoso fabricar una red social propia y vender a través de ella. Sin embargo, sería fantástico tener varias para comprar videojuegos online y demás productos relacionados, pero claro, Sony, Microsoft y Nintendo ya tienen su tienda. De todos modos, lo que es innegable, es que en el futuro nos seguiremos encontrando con estos matrimonios tan convenientes como el de pizzas y videojuegos. Cowabunga.
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