Analizando al analista: Michael Patcher

Michael Patcher vuelve a salir nuevamente a la palestra con unas declaraciones que son poco menos que incendiarias. En la revista británica Edge, al respecto de Wii U, el analista más famoso del medio ha dejado caer que Activision pudo forzar a Nintendo para que lanzaran con la consola un control pad estándar, bajo la amenaza de alejar la serie Call of Duty de su catálogo si no contaba con dicho mando convencional:

Alguien tuvo una idea: hagamos un mando con forma de tablet; y no hay demasiados juegos que le saquen provecho. Activision no me ha comentado nada, pero sé que para juegos como Call of Duty han dicho: No, no lo lanzaremos ahí si no nos dais un control convencional. Así que cedieron."

Arriesgadas palabras de alguien que suele hablar normalmente con el don de la verdad absoluta… aunque meta la pata doscientas veces. Lo pernicioso de este asunto es el hecho de que la gran mayoría de las afirmaciones de Patcher (que trabaja en Wedbush Securities, empresa californiana que facilita servicios financieros y de asesoría en varios ámbitos) no son más que predicciones, conjeturas de un hombre que cree saber cómo se mueve la industria en todos los sentidos, desde la base económica del mundo del videojuego hasta los mismísimos gustos de los usuarios. En este sentido, el gran problema de que Patcher abra la boca es que los medios informativos se hacen eco constantemente de cada palabra que suelte, hasta el punto de que predicciones ciertamente airadas llegan a ser tomadas por los profesionales de la prensa como declaraciones veraces.

Es el caso del asunto que comentaba antes con respecto a lo de Activision, Nintendo y el mando de Wii U. Acabo de ver cómo algunos medios terminan por soltar directamente el que los creadores de Call of Duty pidieron el Wii U Pro Controller bajo amenaza de no lanzar su juego... así de tajantes. No es la primera vez que pasa, pero este tipo de situaciones conlleva que propios y extraños sean susceptibles de hacerse ideas malsanas en torno a la industria del videojuego, como en este ejemplo, donde desde luego Activision no sale precisamente bien parada… muy a la usanza de la mala praxis que usualmente utiliza la prensa deportiva para generar polémica y, todo hay que decirlo, rellenar páginas sin pensar en las consecuencias.

Si bien ha habido ocasiones en las que Michael Patcher ha dado en el clavo (cosa que cualquiera que esté medianamente informado de cómo están las cosas en esto del ocio electrónico podría hacer), no han sido pocas las ocasiones en las que ha metido la pata hasta el fondo. Un buen ejemplo es de cuando Rockstar presentó su gran éxito Red Dead Redemption, momento en el que nuestro analista favorito dijo que el juego iba a fracasar de manera rotunda. Sirva como detalle explicativo el que Patcher hizo lo propio con respecto a Bully (Canis Canem Edit), siendo ese un momento de inflexión entre los productores de Grand Theft Auto y nuestro visionario protagonista -él mismo afirma que Rockstar dejó de mandarle juegos a partir de esa predicción-. No nos gustaría pensar que Patcher se mueve también en base a los desaguisados que pueda tener o dejar de tener con terceros…

Nuestro gurú también soltó una gracia de las que hacen época cuando dijo aquello de que Borderlands había sido enviado por Gearbox para morir, argumentando que, si su desarrollo se basaba en el género RPG, tendría que vérselas con un grande como Dragon Age (y consecuentemente salir perdiendo), mientras que si era un shooter, un rival como Call of Duty lo aniquilaría. Sobra decir que Gearbox llenó sus arcas como nunca gracias a Borderlands, con muchos usuarios que sabiamente hicieron caso omiso del iluminado de Patcher. Recordemos que hizo lo mismo con Left 4 Dead 2, al que sentenciaba por el mero hecho de aparecer poco después de Modern Warfare 2 (no parecen existir más fps para este señor)… volviendo a considerar el videojuego como producto excluyente, como si los usuarios dejásemos de adquirir un buen juego por la mera aparición de otro.

En el ya lejano GDC del 2009, Patcher dijo que, por aquellos entonces, ya estábamos ante lo que sería “la última generación de consolas”, donde lo único que se podía esperar nuevo sería una actualización que llevara a la Wii la alta definición. Por suerte, otros analistas domo Colin Sebastian o David Cole manifestaron su desacuerdo, dando a entender que la siguiente generación estaría presente dentro de tres años… y no iban del todo mal encaminados. No obstante, de quién únicamente se hace eco la prensa es de las barrabasadas del amigo Michael, dejando patente el poco interés de ambos lados a la hora de no caer en el más absoluto de los ridículos, haciendo de paso un flaco favor a los que tratan de informarse con propiedad sobre lo que acontece en el mundo del videojuego. Como suelen decir, lo importante es que hablen de uno…