Amnesia Rebirth: una opción elegante para pasar miedo en Halloween
Tras Amnesia The Dark Descent y Amnesia: Justine, los maestros de Frictional Games vuelven a la carga con Amnesia: Rebirth. Un título que sirve de enlace de todo lo vivido en la saga y que toma algunos elementos de Amnesia: A Machine of Pigs de The Chinese Room para su propuesta de juego. Los padres de Soma nos sacan de la zona de confort con un título que evoluciona lo visto y sufrido en sus anteriores entregas con un enfoque visual y jugable mucho más ambicioso.
Una elegante propuesta para pasar miedo en Halloween
Amnesia Rebirth nos lleva a Argelia en los años 30 como miembros de una expedición de explotación minera. Con una historia que os invito a que descubráis por vosotros mismos. Frictional recupera los elementos que han explotado en obras anteriores pero con una mayor sutileza y elegancia en su propuesta. Los miedos reales vuelven a cobrar protagonismo en esta entrega: la oscuridad, la soledad, la claustrofobia, la pérdida, el abandono... y lo hacen de una forma sutil, invitando al jugador a sentirlos en sus propias carnes mientras vamos descifrando la historia y recibiendo pequeñas píldoras de datos en forma de cartas, flashbacks, dibujos e imágenes.
El rico lore de Amnesia, que en esta ocasión toma elementos de la mitología pre-islámica para dar forma a aquello que nos espera en la oscuridad sin desprenderse del todo de su inspiración lovecraftiana, va desvelándose a lo largo de nuestra aventura. Así, en la piel de Tasi Trianon, ingeniera delineante de la expedición, iremos descubriendo la realidad del mundo que nos rodea mientras sobrevivimos a distintas situaciones y tratamos de encontrar nuestro camino en la oscuridad. En este sentido Amnesia Rebirth funciona como sólo Frictional Games sabe hacer funcionar a sus títulos, planteando al jugador un cúmulo de motivaciones que le invitan a querer seguir adelante para saber más.
Más allá del miedo
Tras tres horas de juego, Amnesia Rebirth no es el más espeluznante de sus episodios pero sí el que más profundo me está calando. Su oferta de juego plagada de puzzles y la sensación de escenarios relativamente abiertos mantiene ese toque a lo Castle Master 3D de sus primeras entregas. A ello se une una filosofía evoluconada que va aún más allá del susto por el susto, del túnel del terror de la feria, planteando a las criaturas y las partes más desquiciantes del juego de una forma mucho más creíble, menos espeluznante y, a la vez, paradójicamente, mucho más aterradora.
Los juegos de terror y el miedo que generan dependen en gran medida de cada jugador, pero estoy seguro de que Amnesia Rebirth conseguirá que traguéis saliva más de una vez. No sólo en la oscuridad, sino también a plena luz del día cuando anticipéis lo que va a suceder o reviviendo una historia que tiene momentos que no os resultarán precisamente gratos. Sí, hay golpes de tachán, de susto, de impresión, que no alimentan pero saben rico. Sin embargo estos no son la clave de Amnesia Rebirth ni nunca lo han sido en la saga. La propia compañía te lo dice antes de jugar: no intentes ganar y déjate llevar por la historia. Es la historia, la ambientación, saber lo que está pasando y permitir que Fricitional Games juegue contigo a través de su juego lo que hace sus obras tan deliciosas. Y en esta entrega, por ahora, lo han conseguido con creces.
¡Nos leemos!
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