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Algo pasa con Ubi: Tarjetas robadas y juegos fantasma

En busca de alguien que pague el pato
Por Rafa del Río

La noticia ya no debería ser novedad para nadie: El pasado 26 de enero, un buen grupo de usuarios de todo el mundo descubrieron, anonadados, que su copia de Far Cry 4 -y Far Cry 3 y Watch Dogs según apuntan algunos en el foro oficial de Ubisoft- había desaparecido de su biblioteca de juegos. La falta de comunicado por parte de la compañía hizo que muchos pensaran que se trataba de un bug o un error. Finalmente, la insistencia de los usuarios en los foros de Ubisoft y Reddit terminó dando como resultado varias respuestas en las que se hablaba de que se habían eliminado dichos juegos al entender la compañía que habían sido obtenidos en primera instancia de forma fraudulenta, aunque los usuarios damnificados sí que pagaron su precio con 'dinero real' en páginas como G2A.com

 

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Qué tranquilo está esto hoy, nano

 

Juegos digitales en forma de keys

Ya hace un tiempo que esta forma de distribución de videojuegos se ha popularizado entre los jugadores de PC, y consiste en comprar claves que te permiten la descarga directa del juego en las plataformas oficiales o bien en páginas y buscadores como G2A.com, Huntgames u Otogami. Mientras algunas páginas como las últimas mencionadas aseguran realizar sus búsquedas y ofertas teniendo siempre en cuenta la legalidad del producto ofertado, otras ya cuentan con alguna que otra denuncia -como es el caso de G2A- por no ser especialmente extrictos a la hora de confirmar la procedencia de las claves. 

 

Se entra así en lo que todas las páginas dan en llamar 'una zona oscura' en la que claves obtenidas con tarjetas robadas -como fue el caso de Natural Selection 2 o, supuestamente, los baneados de Ubi-, creadas de forma aleatorias, obtenidas en periodos de rebaja o, directamente, falsas, se dan la mano con la participación conjunta y las claves promocionales para medios de prensa que se revenden en la red. 

 

Desde las compañías se insiste en tener cuidado en no comprar en según qué tiendas y tener cuidado con cierto tipo de rebajas para evitar comprar keys obtenidas de forma ilícita, y, como dice la propia Ubisoft, lo mejor es comprar a ellos mismo en Uplay o a sus 'distribuidores autorizados'.

 

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Tengo Keys calentitas. Recién sacadas de Origin. ¿Quién las quiere?

 

Un problema de seguridad

El problema surge cuando la compra de estas keys -como ha sido el caso de los juegos baneados en los últimos días-, se realiza a uno de sus ditribuidores autorizados como es el caso de EA Origin. En este caso, y yendo concretamente al caso de Ubisoft, que es el que nos ocupa, nos encontramos con que:

 

1.- Una persona o grupo de personas aprovechan tarjetas robadas -no sabemos si físicamente o duplicadas- para hacerse con un buen puñado de claves que, posteriormente, venden a varias páginas de claves como G2A, Kinguin o Fast2Play.

 

2.- Las páginas mencionadas venden dichas claves a los usuarios con un descuento significativo pero NO alarmante. Los usuarios compran las claves en unas páginas que se consideran legales y que llevan un tiempo funcionando sin problemas.

 

3.- Los dueños de las tarjetas robadas -o duplicadas- advierten a los bancos que ellos no han realizado esos cargos y exigen la devolución del dinero.

 

4.- El distribuidor autorizado devuelve el dinero al propietario de la tarjeta -para no meterse en embolados como el de Natural Selection 2, que terminó con la pérdida de ingresos y el pago de las costas judiciales- y por tanto no paga a Ubisoft, propietaria del juego, la distribución del mismo.

 

5.- Ubisoft se encabrona y, al no poder ir a juicio contra los propietarios de las tarjetas, opta por, la que defienden, es 'su única vía de acción posible', es decir, elimina los juegos de los usuarios que lo han obtenido legalmente previo pago de dinero real y les invita a denunciar o reclamar a la página en la que lo obtuvieron.

 

6.- G2A.com una de las páginas que ha distribuido las keys, al gual que otras muchas páginas, publican un comunicado en el que piden perdón, le echan la culpa a Ubisoft ya que la compra con tarjetas robadas se realizó a uno de sus 'distribuidores autorizados', y habla de intentar llegar a un acuerdo con los usuarios que hicieran su compra pagando un extra que garantizara su seguridad.

 

7.- Los que no pagaron el extra se quedan sin juego, sin devolución, y con pocas ganas de guasa. 

 

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Último aviso: ¡Váyanse de Kyrat!

 

Amparado en la legalidad

Ubisoft se excusa en que la medida que ha tomado está amparada en la legalidad de los acuerdos y condiciones de uso, si bien es un terreno pantanoso en el que la legislación tiende a defender que el tercero, cuando actúa como adquiriente de buena fe, no puede verse perjudicado por el delito del vendedor fraudulento de material robado ni por los derechos vulnerados del propietario al que le ha sido robado el objeto. Por simplificarlo: Si te roban un coche y se lo venden a un tercero de una forma que haga pensar que todo es legal y sin que pueda sospecharse de que la venta es ilícita, el tercero se queda con el coche y tú deberás solucionar tus problemas con el autor del delito.

 

Es más que lógico que una compañía elimine los juegos asociados a unas claves robadas cuando el robo y la reacción de la compañía se realizan en un plazo cercano en el tiempo sin que de tiempo a que dichos códigos hayan sido susceptibles de venderse, de forma que el comprador, al ver que su key no funciona, pueda exigir responsabilidades al vendedor. Cuando la eliminación de dichos códigos se lleva a cabo días, semanas e incluso meses después, el único damnificado real es el usuario que ha pagado su juego, lo que convierte la acción en una rabieta, en un 'hago esto porque puedo', algo de dudosa legalidad y que sería interesante que fuera llevado a juicio para evitar problemas futuros y para que se estableciera una jerarquía de responsabilidades para próximos casos.

 

Conclusiones

Y hasta aquí el blablabla y el pedantismo jurídico. Supongo que muchos no estareis de acuerdo con lo expuesto anteriormente, lo que demuestra que, como dije hace unas semanas, vivimos una falta de legislación grave en nuestra afición, pero esto ya no va de leyes, va de lógica, y ahí sí que podemos montar un buen debate. 

 

Básicamente, y por no darle más vueltas a lo que no la tiene, alguien ha robado a uno de los minions de Ubisoft y, cuando Ubi se ha dado cuenta, como le da miedo tener que pagar costas judiciales si se mete en temas de abogados, ha optado por la vía rápida, por lo que le sale más natural y que es, directamente, joder al usuario. Habría sido mucho más lógico denunciar directamente a las plataformas que han vendido tu juego 'robado', haber tenido la elegancia de respetar al jugador por un producto digital que, eh, colegas, su coste como unidad digital es cero -más allá de los obvios costes de producción y desarrollo del juego en sí, claro-, o haber  notificado con anterioridad lo que iba a pasar.

 

La acción, sin embargo, ha sido simple e ineficaz: me roban mi juego, te robo el tuyo. Y no lo hago porque la ley me ampare -léase el principio de inocencia, que sólo puede ser superado previo juicio-, ni porque así recupere el dinero -si alguien piensa que los damnificados usuarios van a volver a comprar el juego, se droga-. Lo hago porque puedo, porque estoy cabreado y porque así dejo claras mis intenciones. Unas intenciones que significan que:

 
-Ubisoft no ha perdido nada excepto ventas,

-Su distribuidor autrizado, que tuvo un fallo de seguridad, sigue igual.

-Las páginas que realizaron la venta ilegal se embolsarán algunos euros.

-Los ladrones se van de rositas con su dinerito, aunque irán al infierno.

-El usuario que pagó por su juego, se queda sin juego y sin dinero, a pesar de ser un tercero adquiriente de buena fe. 


¿Soy yo o aquí falla algo? 

 

¡Nos leemos!


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