Alchemic Jousts nos propone disfrutar de un tower defense en dos dimensiones. El habitual piedra-papel-tijera para definir los encuentros de cada unidad son aquí agua-fuego-piedra, lo que habilita la opción más interesante y propia del juego: el laboratorio. A medida que avanzamos en la partida obtenemos puntos para gastar en experimentos, combinando estos elementos obtendremos nuevos poderes y mezclas para llevar luego al combate, que a su vez podemos seguir combinando para optimizar nuestro arsenal.
Estos son conjuros para acelerar el ritmo de la partida, unidades más poderosas, hechizos de apoyo y hasta casi 200 herramientas más para configurar el juego a nuestro gusto. Es muy divertido ir probando con unos y con otros hasta encontrar la manera con la que te encuentres más cómodo, así como terminar una justa entre las dos torres, acudir al laboratorio e intentar conseguir nuevas combinaciones que te hagan más poderoso. La idea está muy conseguida porque se mantiene ese componente azaroso de no saber qué nuevo objeto te va a tocar al acabar una partida, dándote a la vez cierto control sobre esa aleatoriedad.
Alchemic Jousts tiene un aspecto gráfico adorable que esconde un juego que no lo es, es un título difícil de asimilar al principio por su particular ritmo de juego. Imaginaos un Clash Royale con solo un eje de movimiento y un cooldown entre invocación de elementos más pausado. Eso obliga a calcular a la perfección tanto ese agua-fuego-piedra para no chocar contra algo que te destroce y también a saber cuándo hacerlo. Dos jugadores inexpertos enfrentados se estarán dando contra un muro una y otra vez, incapaces de que la partida avance, alguien que sepa hacerlo podrá echarte del juego rápido usando las artimañas que el laboratorio te presta y comprendiendo cuál es el momento justo, y no otro, para hacer cada cosa.
Eso supone enfrentarse a una curva de dificultad empinada que se hace muy puñetera al principio del juego. No es fácil comprender y asimilar el ritmo de juego de Alchemic Jousts, sobre todo si llegas tras jugar al mencionado Clash Royale, que es mucho más ágil. El problema se complica con un interfaz poco cómodo. Alchemic Jousts parece pensado para un sistema táctil adaptado luego a PS4 y PC. Las elecciones a tomar cuentan con atajos a través del pad, pero cuesta mucho hacerse con ellos y pillarle el tranquillo al juego, tanto en los menús como en la propia partida.
Alchemic Jousts no es un título accesible, no es un videojuego fácil, pero si lo que buscas es un tower defense que sabe convertirse en un intrincado reto, que es más una partida de ajedrez que un Plants vs Zombies, te gustará. Una tasa de refresco entre invocación de unidades con más ritmo y un mejor diseño de usabilidad no le habría venido mal, pero la propuesta sabe encontrar su propio lenguaje siendo como es.