Al mal tiempo, buena cara: juegos gratis

Que estamos ante una forma de entretenimiento cara es algo que ya sabemos. Como aquel que dice, y más teniendo en cuenta los tiempos de crisis en los que estamos, compensa más llenar como es debido el carrito del supermercado antes que comprarte un videojuego de salida. No obstante, oportunidades hay por doquier, y es fácil encontrar precios alucinantes a poco que uno busque, ya sea en tiendas físicas como a través de la red de redes. En este sentido, el emporio que se ha montado Valve con Steam es un gran ejemplo de cómo conseguir grandes títulos a unos precios de risa.

 

Sin embargo, hay otro campo bastante inexplorado por los ávidos consumidores de software de entretenimiento, que no es otro que el de los videojuegos gratuitos. Y no, no hablo de últimos lanzamientos decargables 'con medicina', no... Con esto me refiero a programas que son puestos al servicio del usuario, a la usanza del software de dominio público que tan de moda estaba en décadas pasadas. Juegos dispuestos de manera gratuita con el único fin de que el usuario lo disfrute sin por ello tener que desembolsar un solo euro. Y no, no estamos hablando de la corriente de jueguecillos que pululan por los entornos Android o Apple.

 

Un gran ejemplo de ello es el que nos da nuestro querido Locomalito, donde títulos como Hydorah, Verminest o el más reciente Maldita Castilla infunden buen hacer y diversión por doquier a coste cero. En la misma línea, el cada vez más poblado universo de los remakes hacia clásicos del soft aportan lo suyo, topándonos de bruces con recreaciones que rebosan calidad a la usanza de las que nos encontramos en esa gran web que es Computeremuzone. El que retornen nombres como Sir Fred, La Abadía del Crimen, Capitán Sevilla, King's Valley, Knight Lore o The Maze of Galious con su apartado audiovisual remozado para estar a la altura de las circunstancias es algo muy, muy grande. Y, nuevamente, a coste cero para el usuario.

 

Dejando de lado el PC y centrando nuestras miradas en las videoconsolas, el asunto de los juegos gratuitos es, desde luego, harina de otro costal. Noticia suelen ser los aportes que en este sentido hace Sony de cara a los usuarios de PlayStation Plus, donde mes a mes se suceden una serie de interesantísimos títulos, como que te caigan del cielo cosas como el último Mortal Kombat o Gravity Rush. En el caso de Nintendo, es raro que nos topemos con algún detalle digno de reseñar, siendo en la mayoría de las ocasiones algún tipo de compensación como la que -merecidamente- recibimos todos aquellos que nos habíamos comprado una Nintendo 3DS antes de la tremebunda rebaja que sufrió a los pocos meses de salir a la venta. Pero, sin armar demasiado jaleo, a veces se dejan caer con alguna sorpresa, teniendo que estar siempre atentos a las tiendas virtuales para ver qué sorpresa nos pueden deparar.

 

En Xbox 360 la cosa está peor si cabe. Microsoft es de la hermandad del puño cerrado, y le cuesta horrores soltar regalitos. No en vano, estamos hablando de una empresa que te cuela publicidad por doquier en un servicio que ya de por sí estamos pagando religiosamente... pero bueno, eso es harina de otro costal. En cualquier caso, hay algún título destacable que podemos conseguir gratis de entre todo el catálogo de Xbox Live Arcade, como el par de títulos esponsorizados por Doritos (ejem) que no están nada, pero que nada mal. Harms Way es divertido, pero Doritos Crash Course (una especie de 'Humor Amarillo' con los avatares) es una auténtica maravilla de la diversión. Happy Wars también es otro arcade reseñable, mientras que Crimson Alliance es un action-RPG muy jugable y recomendable (sus extras sí que valen dinero). Otras opciones igualmente rentables para el usuario son Game Room, Hasbro Family Party, Family Game Night, Tinker o Dash Of Destruction.

 

Y conste que no he hablado de propuestas más peregrinas, como pueden ser los muchísimos juegos que a día de hoy se realizan para veteranas máquinas como MSX, Spectrum, Commodore 64 y demás plataformas que muchos dábamos por muertas. Así pues, es fácil encontrar programas de calidad a los que jugar sin necesidad de gastar un solo euro... y hacerlo legalmente.

 

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