1. Mundogamers
  2. Noticias

Ahora Lighting se viste de Yuna, de Cloud y de Aeris

Boquiabiertos con su pre-alpha
Por Víctor Junquera

En el Tokyo Game Show hemos podido ver a Lighting luciendo como Cloud y como Aerith. De hecho, en el vídeo que acompaña este artículo, veréis cómo viste como la florista mientras avanza por el mapa y cómo éste cambia de golpe al uniforme de SOLDADO cuando entra en combate.

 

 

También se ha podido ver a la muchacha como Yuna, de Final Fantasy X. La verdad, uno ya no sabe qué pensar con todo este jaleo de Final Fantasy XIII ni con Square-Enix, y eso que este Lighting Returns no tiene mala pinta, en absoluto. El juego luce bien, cuenta con escenarios abiertos y el diseño de los enemigos no está nada mal. Tampoco desmerece el planteamiento de su trama ni que se esté hablando de que llevará unos cuarenta cinco minutos recorrer el mundo de cabo a rabo. Tampoco que se incluya una explicación de los otros dos juegos dentro de éste para que cualquiera pueda acceder a él sin saber nada de los anteriores. Pero, insisto, uno no sabe qué pensar. La licencia ha dado bandazos, ha probado con saltos en el tiempo, con aventuras lineales, con mundos abiertos, con entregas que se van a PS4, con otras que saltan a móviles, luego a PSP, pero luego regresan a los smartphones... Toda esa confusión, este desconcierto, esas idas y venidas de la franquicia, han acabado atacando a la pobre Lighting, un personaje que nació como heredero espiritual de Cloud pero al que han acabado poniéndole tetas, vistiéndole con los disfraces emblema de la compañía y poniéndola a correr sola por un mundo enorme, cuando el primero era absolutamente lineal. Un lío tal que parece que la muchacha tenga personalidad múltiple. Le da igual vestirse de chica como de chico, que oye, que está muy bien, pero sumado a todo el cacao de esta Fabula Nova Cristallis, acaba de rematar un proyecto más confuso que el final de Monkey Island II. Mientras tanto, Square-Enix sigue anunciando cosas locas: pictocross para móviles, más karaoke danzarín para la 3DS; todo, tan, tan loco que como jugador ya no sé ni cómo recibir este Final Fantasy XIII.

 

 

Más cuando se ha puesto de manifiesto que cualquier idea buena que pudiera tener la primera parte de la trilogía se ha ido por el retrete. Lighting Returns parece más un “vale, esto es lo que queríais, pues tomadlo todo”. Contiene todo lo que un fan podría querer, pero se ha occidentalizado tanto que ha perdido un valor fundamental: el de la party, ya medio disuelto en la XIII-2, fagocitado en esta entrega.

 

Al final, cuesta mucho poder decir qué es este juego, quién es Lighting y quién es Square-Enix. Por lo menos, insisto, bajo todo el batuburrillo mal ordenado de ideas, disfraces y demás cosas raras, tiene buena pinta. Pero también insisto, sobre el papel.


<< Anterior Siguiente >>