Adiós a las dos pantallas de Nintendo
Switch me parece una maravilla. Es una cuestión de factores que se suman: infancia nintendera, juventud alejado de la plataforma, adultez añorando ciertos productos y capacidad de ahora poder gastarme el dinero que me dé la gana en videojuegos porque para algo me dejo mis 40 horas semanales de vida trabajando. A eso hay que sumar que Nintendo está dando el paso definitivo en su historia como creadora de hardware: ha unificado los dos mundos que la definen de un modo, a priori, brillante.
Y al margen de potencia bruta, conectividad, comodidad de uso y duración de batería, lo que a mí más me llama la atención de este tema es que se han abandonado las dos pantallas por completo, tanto en la versión doméstica, porque Switch va dentro de una base y los mandos se separan para jugar; como en la versión portátil, pues el dispositivo, a todas luces, tendrá una pantalla multitáctil al estilo de PlayStation Vita. Por cierto, que Vita debe estar revolviéndose en su tumba.
La despedida de las dos pantallas, pongámoslo en contexto, es tan importante como la despedida de la Game Boy. Cuando Nintendo abandonó su marca más famosa por una totalmente nueva, muchos se echaron las manos a la cabeza. Cuando DS Lite se convirtió en la segunda consola más vendida de historia... pues ya tal. ¿Puede pasar algo similar con Switch? Quizá no a nivel de ventas, pero sí a nivel de aceptación: dejar atrás las dos pantallas es algo lógico y para nada traumático. De hecho, es algo que debería haberse hecho antes.
En nuestro día a día, no usamos dos pantallas para nada. El móvil es una pantalla, la televisión otra y, aunque los usemos a la vez, son dos cosas separadas que no tienen relación alguna. Estamos hechos a esa clase de interacción y Nintendo nunca ha hecho gran cosa por reforzar el concepto de dos pantallas: si existía una táctil y otra normal era porque no había nada mejor (la DS original) o porque era aún caro (con Nintendo 3DS). Dudo que este sea el caso ya.
Dejar atrás la pantalla táctil por una única pantalla que sirva para todo es algo que se veía venir, en definitiva. ¿Acaso se usaba para gran cosa la pantalla táctil en los juegos más importantes de Nintendo de los último años, a excepción de cuatro juegos contados? Puede que algunos juegos vayan a perder gracia cuando los controlemos con los dedos, como pueda ser el caso de un hipotético Rhythm Paradise (por aquello de que se tapa un poco la pantalla con la mano), pero lo multitáctil tiene más beneficios que las pantallas con stylus. Imaginad lo que puede inventarse Nintendo con esta nueva tecnología para ellos.
Además, se nos olvida otro factor importante. Incluso si Switch tiene mala batería y no es tan perfecta como portátil como pudiera serlo como doméstica, Nintendo ya tiene otra portátil. No hablo de Nintendo 3DS, que en 2017 va a estar muerta del todo: hablo de los smartphones. Quizá esta sea la estratagema definitiva que no estamos viendo en esta jugada, y quizá unificar la manera en que se interactúa con uno y con otro sea parte también parte de Switch.
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