¿Acabará Nintendo con los clones en los smartphones?
Hasta ayer, que Nintendo anunció Animal Crossing y Fire Emblem como futuras franquicias que llegarían a smartphones, no me había parado a pensar en un detallito. Si Nintendo va a lanzar sus juegos en dispositivos inteligentes –odio esa denominación, ¿vosotros no? –, lo más probable es que le robara un gran mercado a todos esos estudios enanos que se dedican a hacer clones de sus juegos. ¿O acaso no habéis visto tropecientos falsos Marios, Mario Karts y similares?
La respuesta, me temo, es bastante sencilla y breve: ni de broma. Del mismo modo que los derivados de FIFA no han desaparecido, porque al fin y al cabo es un juego de fútbol y se pueden hacer otros que van a resultar muy parecidos por el simple hecho de serlo, aparecerán plataformas inspirados en las ideas de Mario por la misma razón. Además, ¿acaso no hay clones en el resto de plataformas? Otra cosa es que se hagan con más decoro y demás, pero uno podría llegar a sugerir que cualquier metroidvania es un clon de Metroid y Castlevania. Lo mismo con un plataformas con Mario.
Pero esto no es un post sobre lo original o sobre si todo está ya inventado, sino sobre cómo afectará a dichos clones que haya, de aquí a un año, un Animal Crossing de verdad. ¿Migrará la gente de los imitadores al auténtico o se quedará con el que ya estaba antes, conocen y en el que ya han invertido dinero con casi total seguridad? Fire Emblem lo mismo. ¿Dejará la gente Clash of Clans por este juego, salvando las diferencias entre ambos? Creo que en ambos casos, o la respuesta es que no o que habrá cierta compatibilidad entre ambos tipos de juego: la gente jugará a ambos.
Quizá por eso Nintendo ha insistido tanto en que quieren hacer las cosas distintas a cómo son ahora mismo en el mercado móvil. Aunque no van a evitar la piratería en Android o en iOS, porque nadie puede evitar eso, lo mismo ofreciendo experiencias de consola más o menos limitadas para móviles consigan enganchar a quienes buscan juegos más típicos y menos plagados de micropagos o de mecánicas de tiempo limitado. Quizá realmente es una estrategia inteligente hacer las cosas diferentes, tanto en consolas como en móviles, incluso si 'diferente' en estos últimos es hacer juegos de toda la vida adaptados.
Tengo más ganas ahora mismo de los juegos para móviles de Nintendo y de ver cómo funcionan contra los clones, los malos imitadores y los demás juegos, en general, que de una nueva consola, sinceramente. Aunque la situación de la compañía sea delicada, tiene por delante un momento tan interesante para el fan de toda la vida que no es un hater atontado que es imposible dejar de pensar en ello o, en mi caso, de escribir sobre el asunto. Dicho esto: un Fire Emblem de la calidad de Awakening en el móvil lo mismo acaba con mi vida.
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