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A Pixel History. 4 generaciones en un videojuego

La pureza está en la mezcla
Por Adrián Suárez Mouriño

A Pixel History es un curioso videojuego que tendremos en Steam el 30 de marzo de este mes; y digo curioso porque nos hará avanzar por la historia de videojuegos, representado el avance de esta mediante una mejora gráfica fase por fase.

 

El videojuego indie, entre muchas de las cosas buenas que ha hecho por nuestro medio, ha conseguido traer de vuelta el píxel y otros estilos gráficos para darles una segunda vida. No lo han hecho apoyados únicamente por la nostalgia, sino porque empleando diferentes calidades gráficas se consiguen distintas experiencias. Fez, Hot Line Miami (¿qué sale hoy, niños?) o Papers, Please no habrían sido lo mismo con otros apartados estéticos. Explorar de nuevo con el píxel y otros estilos del pasado genera cosas muy ricas y muy nuevas. No es fundamental tener unos gráficos de última generación para tener un videojuego de última generación.

 

 

No he disfrutado de Pixel History todavía, pero me gusta de él esa posibilidad que tiene de jugar, en un mismo videojuego, con esta evolución gráfica que, esperemos, se traslade luego a la jugabilidad. A Pixel History no es el único que toma esta evolución gráfica para darse forma, tenemos por ahí a Life of Pixel y tantos otros que hacen precisamente esto: evolucionar durante la partida el estilo gráfico y cambiar las posibilidades del jugador durante la misma.

 

En muchos casos, no deja de ser una mera curiosidad formal para buscar la sorpresa y tocarle el corazoncito a aquellos que nos pasamos horas jugando en una máquina de 8 o 16 bits, pero es necesario pasar por esto para luego conseguir que a alguien se le ocurra un Fez. Al final, y gracias a estos títulos llegará un momento en el que, con honestidad y coherencia, un desarrollador sea capaz de decidir qué estilo gráfico le corresponde a cada juego para que sea la mejor manera de contarlo; pero sin que la nostalgia se ponga nunca sobre la mesa.

 

Sin entrar en el debate de lo que es arte o no, en la pintura sucede lo mismo con los estilos pictóricos: cada uno sirve para contar de distintas maneras temas similares, con distintos matices, narraciones y sugerencias. El videojuego también está tomando este acertado camino. Por eso es necesario profundizar aún más en las posibilidades de cada estilo gráfico, tontear con la evolución y los límites de cada uno aunque sea a nivel meramente de apariencia, como quizás le acabe ocurriendo a A Pixel History, solo así a alguien se le ocurrirá usar lo que presenta para hacer otro juego narrativamente significativo como algunos de los que aquí hemos hablado hoy.


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