A la próxima generación le pido mucho más que gráficos y tecnología
Los primeros detalles que envuelven a PS5 son prometedores para muchos, imposibles para otros, generadores de dudas en general. Lo que parece evidente es que como mucho nos queda un año para ver la próxima gran consola que dará el salto tecnológico. Por lo que sabemos hasta el momento todo hace indicar que lo hará con unos valores técnicos muy potentes, pero eso es todo, ya que en términos de videojuegos parece que compartirán lanzamientos con las consolas que ya tenemos, siendo eso lo que para mí resulta insuficiente.
Esta generación ha sido una gran etapa para los videojuegos, por supuesto, pero hemos tenido que enfrentarnos a grandes mentiras. La primera de ellas ha sido la de los mundos abiertos y el del comportamiento artificial de los personajes no controlables, que salvo casos muy concretos han sido únicamente mejoras técnicas de lo visto hace ya más de una década en los sistemas de la época (y los que están todavía por llegar). ¿Dónde quedan esos mundos que realmente iban a responder a nuestra presencia? ¿Y esos comportamientos e inteligencias artificiales increíbles? ¿Qué me decís de la broma de la dificultad adaptativa que sigo sin haber visto jamás en ningún videojuego (salvo casos muy, muy concretos)? No quiero una nueva consola con nuevas tecnologías que sirva para que disfrute del mismo juego que en mi consola anterior a más resolución y con un tiempo de carga menor. Quiero una revolución en algunos conceptos jugables que llevamos muchos años repitiendo.
La posición de la industria parece cada vez más obstinada en las mejoras tecnológicas, en ofrecer ya no sólo nuevas generacioness de plataformas cada pocos años, sino también aquellas denominadas intergeneracionales (PS4 Pro y Xbox One X). Pero la verdad sigue siendo la misma: continuamos jugando a los mismos videojuegos. Los saltos cada vez van a ser menores, lo sabemos todos y en los últimos años lo hemos ido comprobando, pero por eso yo centraría mi atención en la calidad e innovación de las obras en lugar de la incorporación de tecnologías punteras que al final pueden disfrutar la minoría de los usuarios. Gente como Hideo Kojima, como Hidetaka Miyazaki (que con obras como Sekiro expone muy bien lo que vengo a contar), estudios como Naughty Dog o Rockstar Games... esos son los que deberían ir estableciendo las pautas de una generación con sus ideas y no solo con una tecnología que solo servirá para disfrutar del enésimo mundo abierto pocho del año, eso sí, donde el agua y la iluminación se verán espectaculares.
No sé si estáis conmigo, pero cada vez hago menos caso a este tipo de tecnologías y me centro más en lo que el videojuego puede contarme como medio de expresión de artistas y estudios. Para mí la próxima generación será Death Stranding, las nuevas ideas de Miyazaki, la espera de una nueva revolución en las plataformas de Miyamoto, la historia que conmoverá mi corazón de Naughty Dog, la belleza silenciosa de Fumito Ueda... y no que pueda jugar a Days Gone a 8K de resolución.
La evolución de la tecnología es importante, por supuesto, y no seré yo quien vaya a convertirse en adalid de los artistas por encima de la función técnica cuando soy el primero que desestima a las consolas por la tasa de frames que proporcionan, pero al final eso siempre queda en un apartado secundario cuando de verdad conectamos con una obra que nos entusiasma. Ojalá la próxima generación sea la generación de los autores, de las nuevas ideas, de la innovación jugable y del aprovechamiento técnico en favor de la jugabilidad y no solo de lo visual. Eso sería fantástico.
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