A Capcom no le salen las cuentas

Capcom se ha puesto a hacer cuentas... y no le salen. Está claro que algo ha fallado en su forma de llevar el negocio en estos últimos meses, no acercándose ni de lejos a las previsiones que la compañía tenía en mente de cara a estas fechas, y con algunos títulos bandera en las estanterías de las tiendas desde hace poco meses. Y claro, eso hace que suenen algunas alarmas, con todo lo que conlleva.

El caso es que en la compañía japonesa se las hacía muy felices con sus últimos lanzamientos, haciendo previsiones en las que títulos como Resident Evil 6 o DmC Devil May Cry venderían respectivamente siete y dos millones de copias. La realidad nos señala algo muy distinto, con este Resident Evil vendiendo casi cinco millones y el juego de Dante con algo más de un millón de ejemplares. Sin duda cantidades que se alejan sobremanera de unas previsiones que a buen seguro no las han hecho expertos del mundo de los videojuegos con los pies en la tierra.

Con esto quiero decir que tenemos a una Capcom que en absoluto ha querido escuchar al que es su público, a un fandom que pedía a gritos la vuelta al 'survival horror' de Resident Evil, ardiendo en deseos de volver a sufrir pasando miedo. Por otra parte, ¿cuántas personas han pasado de acercarse al nuevo Devil May Cry en base al cambio de look de su protagonista? ¿Cómo de fuerte han sonado los foros con respecto a este tema, a mucho meses vista de que el juego saliera a la luz? ¿Tanto cuesta hacer caso a la gente que te da de comer?

Aún así, las conclusiones de Capcom se alejan sobremanera de los detalles relativos a la producción de sus juegos. De hecho, hablan de una respuesta tardía en la expansión del mercado de contenidos digitales, de una posible disminución de calidad debido a la excesiva subcontratación y de la insuficiente coordinación entre la sección de marketing y las divisiones de desarrollo en los mercados extranjeros. Como se puede ver, todo son números y tal, y su razón tendrán... pero nada susceptible de relacionarse con los gustos del público y la dirección tomada por la empresa a la hora de plasmar sus franquicias bandera.

Las contramedidas que piensa adoptar Capcom son las siguientes: fortalecer el negocio digital aumentando el número de DLCs (mirando por el público, sin duda); elevar la calidad de sus juegos con desarrollos internos (como siempre, la culpa es del gaijin de turno); mejorar la coordinación global entre los grupos de desarrollo desarrollo y las divisiones de marketing. Igualmente, la productora reporta unas 'pérdidas especiales' de siete mil millones de yenes en base a la reevaluación de títulos en desarrollo y las consecuentes operaciones al respecto.

Dejando de lado la calculadora, desde aquí lanzo mi humilde consejo hacia Capcom. Admito que a mí sí me han gustado sus últimos juegos; he disfrutado con Resident Evil 6 y me ha parecido muy notable el DmC de Ninja Theory. No obstante, también soy consciente de las críticas que ha generado, en su mayoría relativas a cuestiones de diseño fáciles de solventar a poco que se escuche un poco al público objetivo. Así que, venerables maestros de Capcom... a escuchar tocan.