3D World: Mariología avanzada y comparaciones odiosas pero necesarias
Super Mario 3D World debería venderse con una postal que ponga 'De Nintendo con cariño'. Lo que ha sido el presente juego, lo que fue en su fría presentación y lo que ha terminado siendo girando en nuestras WiiUs; menuda experiencia. Una experiencia que el compañero Junquera ha degranado en su reseña, pero que puede ser disfrutada de múltiples formas, en mi caso, en compañía durante cada uno de los niveles que componen la última y mejor aventura de Mario en la nueva plataforma de los de Kyoto.
Sencillamente fabuloso, inteligente en cada uno de los recovecos del escenario y magistral clase de 'mariología' para los que llevamos disfrutando del fontanero desde que sabemos qué es estar al mando de un pad de control. Homenajes a muchos juegos de la serie, una serie de objetos rescatados con absoluta maestría y sí, bien pensado para las compañías, añadiendo retos tan absurdos como satisfactorios. No sé quién pensó el asunto de la corona al terminar el nivel, pero se ha coronado, y nunca mejor dicho.
Cuando acabas un nivel te dan puntos según lo bien que has jugado, y el que resulta ganador se lleva una corona que portará durante la siguiente fase. El acabar la pantalla con ella puesta suma 5000 puntos, y eso casi garantiza llevarla en la siguiente pantalla. Si tuviera que enumerar la cantidad de vidas y tiempo perdido por robar la corona de mi pareja no acabaría. Circunstancias ridículas de no prestar ayuda con tal de robar esa corona o momentos histriónicos en los que la joya cae por un precipicio con el ansioso detrás. Última vida. Game Over. Pero ha valido la pena.
El absurdo completismo que inauguró de forma maestra Mario 64 con las estrellas se ha mantenido en casi cada juego de la mascota de Nintendo desde entonces, pero aquí se han añadido elementos para potenciar ese sentimiento. Esa especie de maestría a la hora de elucubrar juegos cuasi artesanos en Nintendo Land ha quedado patente en el nuevo reto del Toad Explorador: unos niveles de ingenio que te fastidiarán acabar. Sin olvidar algunos retos añadidos muy acertados con pedigrí 100% oriundo de Kyoto.
Parece inevitable hablar de 3D World y no comentar nada de Galaxy, y creo que no es algo negativo: cuando se hablan de los Zeldas grandes siempre se acaba hablando de Ocarina of Time, y antes de Galaxy todo lo que tenía que ver con Mario venía acompañado tarde o temprano de un 64. No creo que deba acomplejarse nadie por ello: es obvio que te comparen con lo mejor, y esa etiqueta será difícil de quitar si nadie es capaz de sacar ese clavo con otro clavo.
El otro día hablábamos de Super Mario Galaxy 3 y las palabras de Miyamoto, y visto lo visto en el presente episodio y con lo lógico que me parece una nueva entrega de Galaxy, llámese así o no, estoy convencido que muchas de las cosas buenas de 3D World harán más grande la próxima entrega. Y si no es así, que nos quiten lo bailado, que si hubiésemos sabido que jugaríamos a un Mario así hace justo un año, probablemente, habríamos visto con otros ojos la travesía en el desierto que han sido los primeros doce meses de WiiU en el mercado.
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