1. Mundogamers
  2. Noticias

2013 en videojuegos

Todo lo que nos viene
Por Víctor Junquera

El 2013 ha terminado. Feliz 2014. Bueno, aún no, que faltan cuatro días. Disfrutemos de lo que queda de año recordando qué demonios ha ocurrido y en qué punto nos encontramos. Más o menos. Sólo hablaré en términos de videojuegos, de modo que si queréis saber qué ha hecho la industria, tendréis que buscar en otra parte o esperar a un futuro e hipotético artículo. Ahora veamos qué ha sido de 2013:

 

-Clásico Nintendo: la de la Gran N es una historia muy interesante. Quien una vez fue la mayor compañía de su industria, la gran salvadora que sacó al medio de la crisis del 83, es ahora el niño rarito que dibuja en una esquina mientras rememora tiempos pasados. Este año ha hecho dibujos excepcionales, pero no todos han prestado atención. El cierre con Super Mario 3D World marca lo que podría ser un pequeño repunte de la Wii U, y con Bayonetta 2 o Super Smash Bros en el futuro, quizá la plataforma de Nintendo cobre fuerza dentro de sus limitadas expectativas, aunque más de uno no da medio duro por ellos. Donde sí parece haber futuro es en 3DS: no nos hagamos ilusiones, no tendrá el catálogo que tuvo la DS original, pero eso no significa que sus propuestas sean menos sólidas: A Link Between Worlds, Fire Emblem Awakening, Luigi’s Mansion, Pokémon X/Y o Animal Crossing: New Leaf son símbolos de lo que Nintendo parece esperar del futuro, centrándose casi por completo en sus IPs y, en más de un caso, en tirar de nostalgia. A la crítica y el público les ha gustado de momento, pero la duda pende: con el cambio de generación ¿puede sobrevivir así a largo plazo?

 

El título que ha devuelto (parte de) la atención a la Wii U

 

-¡It’s free!: oh, el freemium. Maldita sea, el freemium. El mercado móvil lleva ya un tiempo molestando a la industria y asustándola con sus cifras y sus ventas y su inmensa popularidad, y juegos como World of Tanks hacen que esto de ofrecer contenido gratis en el mercado midcore parezca fácil. Así que cómo no, la industria ha seguido el juego sin saber exactamente a qué se juega, poniendo micropagos en títulos AAA de más de 60 euros y luego soltando eso de que “es opcional.” Microsoft ha llegado a excusarse diciendo que aún está aprendiendo cómo funciona esto del freemium, y con eso esperan que aceptemos que el contenido se fraccionará cada vez más con tal de conseguir que la gente pague. Ejemplos como la piel de lobo de Call of Duty Ghosts o la opción de comprar dinero en Gran Turismo 6 son un inquietante augurio, y lo peor es que la gente está siguiéndoles el rollo. Pero lejos de eso, el free-to-play esta vez en serio ha llegado a las tierras de los campesinos consoleros. PS4 tiene Warframe y Planetside 2, mientras que Namco ha ofrecido Ridge Racer: Driftopia y lanzará a principios de 2014 Soul Calibur: Lost Swords y Ace Combat: Infinity, todos ellos gratis. Por último, las futuras transiciones de Warface y World of Tanks a las consolas de Microsoft son una indicación de que esto es sólo el principio.

 

-Historias y feels: si ha habido algo este año, ha sido reflexión y debate. O al menos la gente ha fingido reflexionar y debatir. Por lo pronto, los estudios parecen querer centrarse más en las tramas y las emotions. Tenemos a Call of Duty Ghosts, Battlefield 4, Ryse, el futuro Quantum Break y tantos otros títulos mencionar la palabra “emoción” o “emocional” como si les fuesen a dar un premio, diciendo que nos harán sentir sentimientos y esas típicas promesas que se hacen cuando se vende una comedia romántica. Todos sabemos cómo ha terminado la historia. También ha habido un mayor énfasis en crear argumentos o, al menos, contar historias. Los tres grandes AAAs del año han sido halagados por sus tramas, y muchos títulos como Lost Planet 3,  Tomb Raider o Crysis 3, que jamás pensaríamos que querrían centrarse en su argumento, han puesto más énfasis en la trama y/o el desarrollo de personajes. El resultado, una vez más, es debatible, pero lo cierto es que la intención está ahí. Y por supuesto, no podemos olvidarnos de las pretensiones de comentario social. Tenemos a Blacklist hablando sobre decisiones polémicas de los EE. UU como Guantánamo, a DMC Devil May Cry tratando el control mediático de una población adormecida por parte de los ricos o a Black Flag directamente pidiendo a la gente que se rebele contra el poder establecido. Mirando al futuro Watch Dogs nos hablará sobre la sociedad de la información, mientras que Thief tendrá un subtexto basado en la crisis económica, el egoísmo del 1% y la revolución social. A primera vista parece que los videojuegos hubiesen alcanzado su madurez, pero no me voy a cansar de decirlo: ay del resultado. Al final del día no ponen nada nuevo sobre la mesa ni dudo que agiten consciencias más de lo que haría un bache. Pero no me malinterpretéis: me gusta que los estudios quieran hacernos reflexionar y ofrecernos un argumento atractivo. Ahora sólo tienen que aprender a hacerlo.

 

Una de las grandes protagonistas del año. Y no por su carisma

 

-Mis ojos están aquí arriba: oh, el feminismo. Este año lo hemos tenido en todas partes. Hemos abierto con una deliciosa polémica sobre los trajes de licra de las monjas de Hitman, continuando con los pechos de la maga en Dragon’s Crown y las modelos en bikini de Deadpool y hemos tomado de postre la alegada misoginia de GTA V. Soy el primero que busca que las mujeres sean tratadas con igualdad, pero la continuación de las tendencias que se iniciaron el año pasado ha sido tan brusca que casi hemos saltado al otro lado. Ciertos medios (*tos* Polygon *tos*) han hecho habitual aunque sea una breve mención a un subtexto sexista que puede que esté ahí o puede que no, en ocasiones casi forzando la crítica. Por otra parte, Bioshock Infinite, The Last of Us y Beyond: Dos Almas han sido ejemplo de buen gusto, mostrando féminas mejor construidas y, sobre todo, más recatadas. Gone Home, por último, ha canalizado el debate en la escena underground, apreciado por muchos y criticado por tantos otros debido a sus temas y personajes, mostrando que la gente se está hartando de tanto debate y que podemos estar a las puertas de una fase desagradable en el sexismo en los videojuegos, con ambas partes pegándose como animales rabiosos.

 

Viva el puebl-digo el público!: en efecto, al fin habéis hablado. Bueno, quizás no tú, pero otros sí lo han hecho. SimCity ha abierto el año con las quejas por su absurda exigencia de conectarse a un servidor que no funciona, continuado por el infame Aliens: Colonial Marines, pero la joya de la corona ha sido el chasco de Xbox One: la ola de críticas que le ha llovido a Microsoft y la firmeza con la que todos hemos dicho que no compraremos una consola con DRM que exige conectarse a Internet ha forzado a los de Bill Gates a emplear los últimos seis meses en partirse la espalda para contentar a la comunidad retirando todo lo que habían prometido que sí, que iba a estar y si no te gustaba #dealwithit. El caso más reciente de esta nueva tendencia sería Call of Duty Ghosts que, repito una vez más, no ha batido ningún récord de ventas porque ha vendido peor que sus anteriores entregas. Sigue siendo uno de los títulos más jugados en la nueva generación, pero aún así es un paso de gigante teniendo en cuenta cómo llevaba tantos años batiendo récord tras récord. El establecimiento del acceso anticipado, por último, ha abierto las puertas a lo que puede ser una nueva forma de desarrollar videojuegos, poniendo al público en el centro para que diga qué y cómo lo quiere. Aún es un sistema que necesita pulirse y sigue basándose más en promesas que en hechos, pero es un indicativo, junto con el continuo éxito de plataformas como Kickstarter, de que el público tiene voz y la industria, oído.

 

 

-El AAA ha muerto, larga vida al indie: y hablando de tener presencia, los que una vez fueron los novatos a quienes los quarterbacks del instituto se los iban a comer son ahora la escena más prometedora del momento. Ya tengo escrito un artículo sobre los indies, así que me centraré en explicar por qué ese “el AAA ha muerto”: este año hemos visto varias sagas caer en desgracia y varias prácticas (me remito a los micropagos) que han hecho que las superproducciones parezcan menos atractivas. Hitman Absolution, Call of Duty: Ghosts, Lost Planet 3, Gears of War: Judgment, God of War: Ascension, Dead Space 3, Crysis 3, Total War: Rome II, Batman: Arkham Origins… Todos ellos han sido criticados por su falta de innovación y/o mala gestión de los tropos de la saga, recibiendo peores notas y, en muchos casos, vendiendo peor que sus anteriores entregas. Aún es pronto para decir si han caído realmente, pero el golpe está ahí. Personalmente, viendo cómo se acerca la nueva generación con todas esas IPs frescas, diría que muchas cabezas van a rodar.

 

Y eso es más o menos lo que he visto cuando he tirado mi catálogo de videojuegos al suelo como si fuese un chamán arrojando huesos. 2014 es un año de transición, y creo que todo lo que ha caído este año se irá para dar paso a la sangre nueva. Hay aspectos inquietantes sobre el futuro de la industria, pero tengo esperanzas con algunas nuevas ideas que están surgiendo ¿cómo creéis que ha ido el año?


<< Anterior Siguiente >>