Analisis Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 3DS
Martes 21 de Febrero de 2012 por Alejandro Pascual
Puede que a más de uno sorprenda que la franquicia de Mario & Sonic es a día de hoy la más prolífica de Sega, pero no por ello la compañía ha decidido convertirla en una simple franquicia, sino que ha aprovechado para sacar lo mejor de una idea que, en definitiva, no deja de ser un clásico recopilatorio de minijuegos. Y, sin duda, Nintendo 3DS es la mejor plataforma para ello. Su desarrollo en Wii es formidable, divertido y profundo, pero no permite tirar de imaginativa como lo hace su hermana pequeña, gracias a las nuevas interacciones que se unen a la ya clásica pantalla táctil.
Así, Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos de Londres responde a prácticamente cualquier gadget que dispone la consola, siendo, posiblemente, el primer juego que explote su potencial en ese sentido, por lo que disfrutaremos de minijuegos que van desde el clásico machacar botones, pura herencia de un Track & Field (que, por cierto, en su versión DS decidió más bien machacar nuestra pantalla táctil), utilizar el stylus, el stick analógico cuando es necesario, la cruceta y, por último, el giroscopio de la consola tanto para inclinarla como mediante ese visor que ya usamos en el remake de Ocarina of Time. Sólo les faltó hacer algún uso original con el 3D estereoscópico para cubrir todas las bondades de la nueva portátil de Nintendo, vaya.
Listos para las Olimpiadas, podemos elegir varias opciones. Si eres paciente, o quieres sacar todo el partido al juego, puedes comenzar con el modo Historia, aunque no es el mejor modo ni de lejos para que el juego dé lo mejor de sí mismo, debido a unas secuencias algo sosas mediante mensajes de textos y acciones repetitivas que nos intenta mostrar una historia más que anodina, intercalada con minijuegos. En ella, Mario y sus amigos, por un lado, y Sonic y compañía por otro, tendrán que enfrentarse al doctor Eggman y Bowser que pretenden desbaratar los Juegos Olímpicos de este año. ¿Por qué? Porque no les han invitado. Razones no les faltan.
Sobre las pruebas, como ya hemos dicho, se aglutinan en diferentes disciplinas, al igual que en las Olimpiadas reales. Tendremos diferentes pruebas de atletismo, como los 100 metros lisos o con vallas; pruebas de gimnasia, que van desde las anillas a la acrobacia encima del plinto, así como otras recurrentes como el judo, la lucha o el esgrima. Le siguen algunas como la natación, el tiro con arco o tiro al plato, todas y cada una de ellas con diferentes mecánicas y algunos modos de dificultad para hacer las pruebas algo más variadas. Ahora bien, si de verdad quieres exprimir al máximo esta versión portátil de Mario & Sonic, nuestra recomendación es que elijas directamente una de las opciones que engloban algunos o todos de los más de 50 minijuegos que hay a tu disposición. Esto es, el triatlón o el pentatlón, y el modo que más nos ha gustado de todos, el Fiesta Mix un verdadero Party Game que nos ha demostrado lo mucho que se puede hacer necesario este tipo de juegos para el catálogo de la consola, al menos, hasta que Wario Ware tenga la decencia de decir algo al respecto.
En estos minijuegos, la variedad y las acciones están a la orden del día. Iremos disputando pruebas y más pruebas que cada vez se irán complicando más, junto a algunas fases bonus para poder remontar en el caso de que el ranking de puntuaciones se nos haga demasiado cuesta arriba. Al principio, y si no tenemos mucha práctica con otros juegos de la franquicia, nos costará entender algunas de las pruebas, sus mecánicas y la forma de competir correctamente. Pero, al igual que sucede con Wario Ware, descubrir todo esto es una de las bondades de cada prueba.
Una vez que las hayamos superado, de hecho, se echa de menos una opción que nos permita que las pruebas se sucedan con mayor celeridad, incluso, saltándonos la explicación. Una especie de modo frenzy, casi inventado por Sega de siempre, vamos, que le habría dado un dinamismo perfecto para la ocasión.
Mario & Sonic puede no ser ninguna sorpresa, tratándose de la franquicia que es, pero sin duda la cosa ha evolucionado desde las primeras Olimpiadas donde se presentaron las mascotas de Nintendo y Sega por primera vez, en aquellos Juegos Olímpicos de Pekín allá por el 2008. Su versión para Wii es divertida y muy original, pero la versión portátil no se queda atrás demostrando un gran alarde de imaginación intentando exprimir al máximo el núcleo jugable de Nintendo 3DS. Y eso es, sin duda, todo un acierto.