Lo que a priori puede parecer un simulador de carreras convencional, nos rompe los esquemas cuando nos vemos a los mandos de un coche de fórmula 1. ¿He dicho a los mandos de un coche? Perdón, quería decir de todo un equipo, ya que esa es la diferencia. Quienes hayan probado alguna vez algún título de la saga o quizá hayan jugado al GT5, saben lo que estas palabras quieren decir. Una vez nos ponemos a jugar a F1 2011 nos damos cuenta de que no basta con saber correr o haber probado alguna vez un producto del género. Este tipo de juegos es diferente, nos pide cierta entrega, un nivel más de investigación y conocimientos.
Es lógico que quien lea estas líneas se sienta algo aturullado, de hecho, podría decirme ?Tío, yo solo quiero correr un rato y soltar la carga mental del día?, a lo que yo le podría responder, ?No te preocupes, también puedes?. Porque en Codemasters se abren al público, no se centran solo en los forofos de la fórmula 1. De este modo, el que lo desee puede adentrarse en el mundillo como un auténtico entendido, pero aquel que solo quiera disfrutar de la experiencia de correr unos circuitos bastante emocionantes, también podrá. El modo de elegir entre un lado u otro es sencillo, todo, en F1 2011, es configurable. Cualquier detalle que se os ocurra en cuanto al modo de juego, dificultad, cambios de marcha, ayudas, ?, todo. Podríamos catalogar este título como el más dinámico del mercado portátil.
Salto al mundo sin cables.
Eso es lo más característico de la entrega de Codemasters, es el único de su categoría que se ha visto con la valentía de salir para consola portátil. No se cuantos de vosotros, amigos lectores, habréis jugado a GT5 en vuestra PS3, o a la versión de Xbox 360 del título del que trata este artículo pero, perdonadme la expresión, hay que tener cojones. No es solo el manejo, es imaginar a los desarrolladores diciendo, ?pues esto que hemos hecho para estas plataformas, nonos vale?. Así que manos a la obra. Y todo perfectamente adaptado a unas pantallas pequeñas, unos mandos algo más juntos, pero en cuanto has echado unas carreras y has aprendido a no estampar tu coche contra el muro de enfrente, te das cuenta de que la dificultad no esta en la plataforma sino en el juego en sí. Esta dificultad es lo que hace que la experiencia de conducción se vuelva real (al menos todo cuanto puede hacerlo), nos hace comprobar que debemos aprender algo más que a mover una cruceta o un joystick.
¿A quién está destinado?
Separemos bien las opciones para que todos tengáis claro las posibilidades que os presenta. Por un lado tenemos al jugador interesado en la mecánica de este popular deporte y que no se pierde una sola presentación de Antonio Lobato. Lo sabe todo, desde estrategias de conducción al funcionamiento del coche. Este tipo de jugador se encontrará un juego mucho más completo y capaz de proponerle un reto ya que, encontrará una gran variedad de modificaciones para el vehículo y para los métodos de conducción. Por el contrario, encontramos a ese jugador que le gusta echar sus carreras, desfogar y disfrutar únicamente de la tensión del circuito y el enfrentamiento contra el adversario. No hay problema, basta con modificar unas opciones de conducción como el cambio de marchas, las ayudas en los giros o al acelerar, las averías de los vehículos y las penalizaciones. Podríamos decir que todo lo que le suponga una distracción o un estorbo es suprimible.
Hay multitud de simuladores de conducción y en esta plataforma, aunque joven ya hay unos pocos, pero los que encontramos, dejando a un lado el nuevo Mario Kart 7, son más un arcade que un simulador propiamente dicho. En sí, es un juego destinado a quienes disfrutan de una experiencia cercana a la real, sin una historia, sin otro tipo de entretenimiento más que correr para ganar y, por qué no, aprender algo de este mundillo. Podríamos compararlo con FIFA en cuanto a tipo de jugador perfecto, alguien a quien le gusta el fútbol y que está, más o menos, informado sobre la actualidad, tomando la alineación del equipo como las piezas de nuestro bólido. La jugabilidad es cómoda una vez aprendidos los botones, el resto son destrezas que iremos obteniendo con la práctica.
F1 2011 resulta un reto para el jugador y lo pone a prueba constantemente con todo tipo de alteraciones. Aporta al usuario, si este lo desea, la posibilidad de aprender los secretos del deporte en cuestión y, sin olvidar, que todo esto es posible en cualquier sitio en el que se encuentre. La obtención de Codemasters de la licencia del título ha permitido acercar al usuario de portátil a la experiencia. Resulta un acto valiente y trabajado, cuidado al detalle para ofrecer la máxima calidad y el máximo realismo.