El último DLC para Mass Effect 3 sirve como homenaje a todos los fans de la saga, con una nueva misión cuyo desarrollo y conclusión no es lo más importante de todo este contenido, sino que nos vuelve a acercar a los miembros de la tripulación de la Normandía de un modo mucho más íntimo, más como en Mass Effect 2, y con variedad y buenos diálogos ayuda a cerrar la trilogía como siempre se mereció.