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Analisis Solatorobo: Red the Hunter DS

Sábado 23 de Julio de 2011 por Víctor Junquera
De haber llegado unos meses antes, este Solatorobo se habría colocado sin dudar en nuestro top 100 de mejores juegos de Nintendo DS, y con bastantes papeletas de estar entre los 25 mejores. Y no es porque Solatorobo tenga un gameplay rompedor o nos narre una historia que no podamos olvidar jamás. Tampoco es algo que sólo pueda tener cabida en DS ya que prescinde totalmente de la pantalla táctil y el uso de la doble pantalla es anecdótico (¿El mapa? Qué original). Pero a pesar de saberse como algo que nos deja esa sensación de que ya lo hemos visto todo, no quita que sea una experiencia completa y satisfactoria, muy muy bien llevada, y de la que sobre todo se nota un mimo especial puesto en cada detalle, algo que siempre se nota y se agradece.

Solatorobo: Red the Hunter es la historia de, por ser redundantes, Red el cazador, un perro antropomorfo que se dedica a ser mitad cazarrecompensas, mitad chico para todo a lomos de su Dahak, un mecha que a priori sólo utilizaremos para levantar objetos y enemigos y tirarlos contra el suelo, pero más adelante iremos descubriendo nuevas funciones, como la siempre útil habilidad de volar.

Porque volar es importante en un mundo de islas flotantes, cada una con su respectivo país, ciudad o pueblo, con sus respectivas cuevas o sótanos peligrosos a explorar, e incluso zonas que hacen las veces de archipiélagos sobre las nubes, y aunque de forma pausada por su desarrollo lentamente uniforme (ascendente, pero muy poco a poco cabe decir), iremos visitando todas y cada una de las áreas de un extenso mapa, y cada isla tendrá sus peculiaridades y su ambientación específica. Porque si alguna de las virtudes de Solatorobo sobresale sobre el resto, es que durante las 20 horas de juego nunca veremos algo repetido, aunque vayamos una y otra vez de ciudad en ciudad, ninguna de las misiones se nos antojará como un déjà vu, y no son pocas.

CyberConnect2 ha creado un mundo ecléctico en el que parece que la variedad no tiene fin, unido ésto a la sensación de aventura, la exploración de nuevos mundos y a la fantasía de la piratería aérea, todo tiene un aire a mezcla de Skies of Arcadia y One Piece irresistible.

Trama y ambientación aparte, como Action-RPG también se sabe desenvolver con soltura a pesar de ser simple. No comete el gran error de muchos, incluso de aquellos de más renombre, de comenzar de una forma aburrida hasta que un suceso marca un punto de inflexión y a partir de ahí es todo épico y maravilloso. Que también, pero durante las primeras horas no nos atosiga con la clásica tranquilidad de un mundo bucólico ni nos tiene de mensajero hasta que la acción de verdad empieza.

Una tras otra, vamos siempre viendo nuevos tipos de misiones, nuevos enemigos, nuevos objetivos secundarios, nuevas funciones para el Dahak, carreras aéreas, la arena de combate,... un no parar de acciones diferentes que por su buen planteamiento e integración en la trama, no da sensación de estar perdidos ante el tropel de novedades, y eso que hace creer que ya plantea prácticamente todos los misterios en la primera media hora, amenazas mundiales, rivales a batir, personajes enigmáticos,... Todo atrae desde el principio, pero a la vez cuenta también con ese punto de inflexión necesario a mitad de juego que cambia por completo todo lo que esperabas, y para mejor.

Y es todo tan simple porque la exploración es parcialmente lineal y muy guiada, pero sin hacerse monótona, y el combate tiene como único objetivo alcanzar al rival, preferentemente por la espalda, levantarlo machacando el botón A, y tirarlo contra el suelo o contra otros enemigos, dándonos incluso la posibilidad de hacer combos de rebote con un timing muy sencillo. Completa la gama de movimientos con dashes, con pequeños impulsos en salto para mantenerse un poco más en el aire, o con la posibilidad (y necesidad) de recoger y devolver proyectiles enemigos.

Podría haber sido perfecto de no ser porque la mayoría de las misiones que llaman secundarias son obligatorias, sólo para subir el rango y el nivel necesario para acceder a aquellas que hacen avanzar la trama, pero por suerte no nos hacen ser el eterno mensajero de ve a B desde A a decirle X a Y y vuelve a A, y muchas están bien integradas en la trama y tienen que ver con extras y desbloqueables, como la recolección de fotografías para la galería o melodías para el Sound Test, ganar carreras para utilizar bólidos en competiciones multijugador...

Por si hubiese pocas virtudes, hablamos también de un juego con uno de los apartados gráficos más rompedores de todo el catálogo de NDS, de modelados con muy buen nivel de detalle sobre preciosistas fondos vivos, contando también con la animación del afamado estudio MADHOUSE para las secuencias en las que avanza la trama. Aunque constante, de haber tenido un ritmo de juego algo más ágil, Solatorobo: Red the Hunter habría sido uno de los mejores juegos de la consola.

NOTA FINAL: 8,5
8

/ 10


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