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Avance Nioh 2 ,PS4

Vivan los numeritos.
Martes 19 de Enero de 2021 por Adrián Suárez Mouriño

El 5 de febrero sale Nioh 2 The Complete Edition en PC. Este lanzamiento trae el juego base y sus 3 DLC. Esto se traduce en unas setenta horas de juego matando demonios, recolectando un millón de piezas de armadura, mejorando habilidades y explorando sin parar. Lo he estado jugando durante unas horas en mi ordenador. Va a 60 FPS y, salvo algún tironcillo puntual, va de lujo. Ese mismo día sale también la versión para PS5, y se podrá hacer la actualización de PS4 a PS5, partidas guardadas incluidas.

 

¿Y cómo le ha sentado a Nioh 2 el paso del tiempo? El videojuego salió originalmente hace casi un año, el 12 de marzo. Nioh 2 no ha supuesto ninguna evolución con respecto al original. Este capítulo sigue sabiendo casi, casi, como una expansión del primero. Jugarlo habiendo disfrutado de aquel es una sensación constante de “esto ya lo he jugado”. Si vas por una zona con casas, sabes que hay un arquero en un tejado. Si caminas por un área con muchas esquinas, sabes que habrá un demonio protegiendo el paso. Cero sorpresas.

 

Nioh 2 The Complete Edition en PC rinde bien, pero el original ya se veía viejito

 

Tampoco se ha refinado su sistema jugable, más bien al contrario. Si From Software trabaja por reducción, en gran parte por la tremenda admiración de Miyazaki por Fumito Ueda, Team Ninja lo hace por adición. A lo que ya teníamos se le amplían habilidades, se añade la transformación en Oni, más armas, más barras, más numeritos y más colores. Los escenarios son más intrincados, tienen más caminos, más cuevas y más recovecos. El resultado es un exceso de información, de acciones y de cosas que llegan a abrumar. Pero mola, la verdad. ¿Mezclar el looteo de un diablo con Dark Souls? Adelante. ¿Darme más de eso en una secuela? ¡Vamos!

 

A mí me gusta mucho Nioh, tanto este como el original sabiendo que no están aquí para cambiarme la vida. Y la verdad es que, con este exceso, Nioh 2 se siente más Nioh que nunca. Me sigue pareciendo absurdo encontrarme siete armas con el mismo nombre al matar a siete enemigos distintos durante un mismo tramo, y que se diferencien por un mínimo valor porcentual en un atributo que ni sé lo que hace. Pero eso es Nioh 2, y aquí se nota más lo que quiere ser. Nioh 2 te empuja a explorar muchísimo cada zona, a buscar las mejores piezas de equipo y a preocuparte extraordinariamente de cómo se juega antes de jugar. Me explico. Si juegas a Sekiro, lo que se te pide es una reacción desde las tripas, desde el nervio y desde la emoción: “¡mikiri, parry, salto, mikiri!”. Pero Nioh 2 te lo pide desde tu cerebro calculador: “vale, tengo esta habilidad que me permite hacer un counter en posición alta y esta otra que me permite alargar el combo en posición media. Bien, si me equipo entonces esta armadura que me reduce un 5.7% el gasto de ki en posición media, lo mejor es que mi combo sea así o sea asá”. Esto es Nioh 2. Muchísima exploración, muchísimo numerito y muchísima paciencia para convertir el dato en una acción eficiente.

 

Nioh 2 se encuentra en las antípodas de Sekiro. El numerito contra las tripas

 

Se nota que esta secuela es un tanto más gruesa que la original por cosas como la transformación de nuestro héroe en demonio. Cuando la ejecutas, te conviertes en una bestia parda. Das unos golpes de escándalo, pero ni la cámara ni la elegancia juegan a tu favor. Se nota porque el videojuego insiste en darte cacharros y más cacharros, por volver sobre tus pasos para encontrar aún más cacharros, y en que vendas tus cacharros a cambio de más cacharros. Te pasas más tiempo en los menús que jugando (exageración, pero casi), pero cuando logras una configuración buena y consigues que todos los sistemas encajen, que te salga bien el combo que has planeado y te cargas onis gordos como si bailaras contra ellos, qué rico.

 

Y todo esto, que ya estaba en el original, sigue aquí. Nioh 2 no te va a convencer de nada. Si Nioh no te gustó, Nioh 2 no te gustará. Nioh 2 es más de lo mismo. No sorprende ni lo más mínimo en lo visual, es tremendamente continuista y el gran cambio es la exageración de sus reglas de juego. Pero la forma en que conecta sus numeritos con el escenario y con el combo, a mí me vale. Nioh 2 es la obsesión por la build perfecta y por machacar correctamente a tus enemigos con ella. Si todo esto te suena bien, atento a las versiones que llegan para PS5 y PC, pues es esto, todo el rato, con mucho demonio japonés, con muchas armaduras enormes y durante 70 horitas. Eso sí, el juego tiene un año ya a sus espaldas y sale a sesenta euros en PC y PS5, y la Nioh Collection, con el primero y el segundo, a setenta. Venderlo un poquito más barato habría sido una forma estupenda de celebrar esta reedición.

 

Y nada más que decir por ahora. Sigo jugando para ver todo el juego. ¿Continuista, poco inspirado, vago? Muchísimo. ¿Divertido? Sí. Vivan los numeritos.


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