Avance Dungeon Siege III PS1
Cuánto ha cambiado Dungeon Siege... Es evidente, ya que las tendencias de los inicios de la pasada década no son las mismas que las de ésta. Sin embargo, el cambio más destacable que presentará esta tercera entrega, por encima de todo lo que comentaremos a continuación, es y será que es el primer título de la saga en llegar a las consolas, tanto, de hecho, que la propia versión para compatibles tendrá esa divina paradoja de jugarse mejor con un mando entre las manos.
Dungeon Siege nunca se ha caracterizado por tener una historia, ni siquiera, entretenida. Era un mero pretexto para todo lo que sabía hacer bien. Éramos un granjero que termina convirtiéndose en héroe, pues muy bien. Lo verdaderamente interesante de él era que, cogiendo todos los estereotipos de otro tipo de juegos de rol, desde los más afincados en el terreno de la acción, hasta los más tácticos, presentaba un sistema de juego que, básicamente, funcionaba. Era divertido. Más que divertido. Esto se acentuaba aún más con el hecho de poder encontrarte con infinidad de personajes que se unían a tu causa y que podías controlar. ¿Qué morían en combate? Pues descanse en paz, ya aparecerá otro. De hecho, había ocasiones en que el límite del grupo hacía que tuviéramos que expulsar a aquel que no estaba a la altura. Bendito Chris Taylor.
Aún no sabemos cuánto de esto veremos en Dungeon Siege III. Obsidian Entertainment es, a día de hoy, una máquina tan bien engrasada en el arte de hacer secuelas que no sabemos muy bien qué inspiraciones tomará de todo su currículum. Por el momento, parece que la historia se centrará en uno de los cuatro personajes que podemos elegir al principio de la aventura y que marcará nuestro estilo de juego. De momento, solamente hemos podido escoger al guerrero, y se nos asegura que, aunque el final será el mismo para todos los personajes, el modo de llegar a él será radicalmente distinto. Tampoco sabemos si esa característica que citábamos anteriormente, de poder crear un numeroso y variado grupo, se aplicará a Dungeon Siege III, aunque el hecho de poder jugar en cooperativo al menos vaticina que no estaremos solos durante la aventura si tenemos alguien con quien jugar.
A lo largo de los niveles iniciales que pudimos jugar en la demo, lo primero que notamos del linaje de Obsidian es el sistema de diálogos, inspirado a su vez en ese árbol circular de conversaciones que marcó un antes y un después por parte de BioWare, lo que hace pensar que habrá bastantes tomas de decisiones por parte de nuestro personaje, al menos a la hora de afrontar las misiones secundarias. También destaca el hecho de poder manejar el armamento del guerrero de dos formas distintas. Pulsando un botón nuestro personaje variará el estilo de su ataque, sujetando la espada a una mano junto a un escudo, o empuñando un mandoble a dos manos, lo que da mucha variedad a la hora de combinarlas juntas.
Aún queda mucho, sin embargo, para que el apartado técnico del título esté a la altura de sus propias imágenes, pues de momento los parajes que hemos podido observar dejan entrever que aún queda mucho trabajo que hacer en lo que respecta a subir la resolución de las texturas y crear filtros y entornos atmosféricos, como la niebla, entre otros. Condición indispensable dado lo mucho que se puede acercar la cámara en esta tercera parte, donde se puede apreciar más la factura técnica del juego.
El sistema de inventario rehúye a su vez del canon clásico de cajas y peso. Sinceramente, después de haber estado años y años sopesando qué tiramos cada vez que encontramos un nuevo objeto, a tenor de algo tan inverosímil como no poder movernos, no nos parece del todo mal un inventario infinito. Aunque sea hasta llegar a la tienda más cercana y vender todo lo obsoleto. Equiparse será tan sencillo como sopesar los pros y los contras de cada una de las características del arma o armadura, aunque el valor en tienda, que se muestra en todo momento, nos sirve un poco de juez. Aún no hemos podido trastear suficiente con las habilidades, pero, por lo visto, funcionarán a modo de disciplinas, casi todas ellas pasivas y otras que sí tendremos que activar durante la batalla.
Dungeon Siege III no es Dungeon Siege. Pero, a estas alturas, no creemos que nadie se queje de ello, sobre todo tras sufrir el terrible Space Siege. Sí es cierto que es posible que echemos de menos esa locura que suponía tener a decenas de personajes secundarios que nos acompañen, equiparlos, incluso controlarlos (a día de hoy, sólo el rol alemán se preocupa de eso con juegos como Drakensang, el cual os recomendamos), pero tampoco esperábamos ver este sistema de diálogos herencia de BioWare ni un juego a día de hoy que siguiera respetando la cámara isométrica de un dungeon crawler. Si las cuatro clases de personajes se diferencian bastante entre sí, y el argumento es lo suficientemente intenso para que el jugador (acostumbrado a las eternas líneas argumentales de nada de los RPG fantástico-medievales) se interese por él, cosa que no pasaba en el original, Dungeon Siege III puede encontrar perfectamente el hueco entre los RPGs de su corte que llegan este año (Dragon Age II, The Witcher II, NeverWinter, Diablo III, Torchlight II, Guild Wars II, Skyrim). La competencia va a ser feroz.
Ficha técnica
Salida: Primavera
<< Anterior Siguiente >>