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Avance Dark Souls III ,PC,PS4

La llama después de la ceniza.
Miercoles 05 de Agosto de 2015 por Diego Emegé

Dark Souls 3 tiene la responsabilidad de mantener la llama de los antiguos bien alimentada. La legión de seguidores crece día a día, tras un pasado oscuro y oculto tras la ceniza. Entre medias tenemos una nueva rama de la franquicia, Bloodborne, que ha conseguido atraer nuevas miradas y también aportar nuevas ideas al núcleo de los Souls. Con esto tenemos una nueva entrega que quiere recuperar ciertas formas y sensaciones de los dos primeros juegos y también se permite explorar las nuevas cadencias que aprendimos en la ciudad de Yharnam.

 

Según lo que hemos podido ver en la presentación, el juego se va a centrar en tres pilares esenciales para lograr hacer realidad lo que Miyazaki ha trazado en su mente, que vuelve a estar 100% involucrada en el desarrollo. Para empezar, Dark Souls 3 quiere transmitir una sensación de inmersión en un mundo con una visión de la amplitud apabullante. Para ello se han expandido sobremanera los modelados en tres dimensiones de los paisajes que contemplamos en todo momento, por un lado, y se ha marcado especialmente el contraste entre la luz y la oscuridad gracias a un montón de efectos visuales de impresión para dar forma a la ceniza, filtro solar omnipresente, y las llamas, débiles en ocasiones, pero peligrosas otras veces.

 

 

Siguiendo con las bases que fundan esta tercera entrega de la saga, los chicos de From Software han adelantado que la historia y la atmósfera será apocalíptica: oscura y vaporosa, viciada por la maldad y por las memorias enterradas por el tiempo. Se centrará en las figuras de los Señores de la Ceniza (Lords of the Cinder), uno de los cuales, de hecho, ya pudimos ver en el tráiler que se presentó durante el E3 2015, ese titánico ser que emergía del gris y se encendía con llamas poderosas.

 

Obviamente, otro de los altos en el camino es la evolución en las mecánicas de juego, y en esa relación entre dificultad y recompensa de cada combate, por pequeño que sea, y del juego en red, que esta vez contará con nuevos elementos que, por desgracia, aún se desconocen. Nuevamente, el equipo de Miyazaki centra las mecánicas de juego en torno a la interacción con nuestra espada, nuestro escudo, las posibles variaciones y una gran variedad de objetos. Se expande la importancia de la clase que elijamos, con un desarrollo de los árboles de habilidades mucho más complejo.

 

 

En la presentación hemos podido ver a uno de los desarrolladores dándolo todo con uno de los personajes, el Caballero Errante, un luchador muy equilibrado y prototípico que no hace ascos a ninguna arma. Con esto hemos podido comprobar por primera vez que el juego sigue sabiendo a Souls desde el primer momento. El sentido de la exploración está muy patente, y los escenarios, aunque tenebrosos y poco amigables, nos invitan a descubrir cada uno de sus rincones. En esto recuerda un poco a Bloodborne, en el sentido de que el escenario tiene una presencia doblemente reforzada, entre el apartado visual del que hablábamos más arriba y el diseño de niveles, que mantiene la figura del castillo presente en todo momento.

 

Las mecánicas de interacción beben de Souls y aprenden de Bloodborne, con un control mucho más ágil, pero sin perder la sensación de peso de las armaduras y los escudos. Se introducen nuevos movimientos que dan un nivel más de profundidad a los combates, como una pose de preparación, que nos sirve para desencadenar ataques muy veloces o poderosos. Por ahora, también sabemos que en Dark Souls 3 volveremos a tener un buen abanico de clases, pero esta vez cada una se distinguirá del resto con movimientos particulares y una evolución más exclusiva del árbol de habilidades.

 

 

Entre los enemigos hemos podido ver a los no muertos más clásicos, que actúan como obstáculo o como peaje en el camino; a los dragones, que aparecen en muchas formas, algunas de las cuales podemos aprovechar en nuestro favor; y vuelven los caballeros en todo su esplendor, como figuras temibles que suponen todo un reto cada vez que nos topamos con ellos. En la presentación, el responsable de mostrar la partida se ha animado a enfrentarse a uno de los primeros jefes finales del juego: una criatura llamada Dancer of the Frigid Valley con apariencia frágil, pero que mostraba unos movimientos similares a los de una bailarina y varias etapas de combate con las que evolucionaba.

 

Dark Souls 3 es atractivo, y su identidad lúdica demuestra ir encontrando nuevas corrientes que no le sientan nada mal. Hemos visto poco, pero la esencia de lo que buscamos en los de su raza está ahí en todo su significado. Tiene una gran responsabilidad, tras la llegada de Bloodborne a la fiesta y el consecuente acoplamiento de montones de nuevos seguidores que comienzan ahora a poner los ojos en los Souls, pero no se deja llevar tanto por ella. Al fin y al cabo, Hidetaka Miyazaki vuelve a estar detrás del desarrollo, y el señor de la ceniza sabe bien lo que hace.


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