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Avance Assassin's Creed III ,PC,X360

El Assassin's más ambicioso  de la generación
Martes 11 de Junio de 2013 por José Manuel Fernández "Spidey"

Probablemente, Assassin's Creed III sea uno de los juegos más ambiciosos hasta la fecha. Pero eso no es consecuencia tan solo de un alto presupuesto, o de un equipo grande y con talento. La razón es, sencillamente, hacer las cosas bien. Coger las riendas de la franquicia y tratarla con más respeto aún que las propias secuelas de Assassin's Creed II. Para ello, la norma es clara. Conservar el espíritu. Nada más.

 

Así, Ubisoft es capaz de bajarse de los tejados y seguir manteniendo la esencia. Es capaz de representar fielmente una época pero no quedarse saciado con eso. Durante la presentación donde pudimos ver una demostración jugable, Mathew Turner, guionista de Assassin's Creed, no dejaba de repetir que el nuevo escenario provisto para la ocasión no era más que eso, un escenario para la causa del Asesino. La revolución americana, un telón de fondo para una historia mucho más oscura y secreta y con la que el equipo de Ubisoft juega a medio camino entre la conspiranoia real y una gran imaginación. Templarios contra asesinos. Un poder en la sombra que quiere hacerse con el poder. Es el verdadero propósito de la hermandad.

 

La guerra de sucesión será el nuevo marco del juego.

 

Es importante verlo todo desde este prisma, no hay duda. De esta manera, mientras los hombres que construyeron naciones, como George Washington o Benjamin Franklin (ambos aparecen en el juego) luchaban por sus causas elevadas, Assassin's Creed los mira a todos desde una posición superior, como soldaditos de plomo, mientras que su lucha con los templarios es la que de verdad construye los pilares del mundo.

 

Visto así, es como mejor comprendemos el propósito de Connor. El asesino proveniente de la tribu Mohawk que encarnaremos en esta ocasión. En los vídeos mostrados por Ubisoft sobre el progreso del juego, podemos darnos cuenta de lo mucho que ha cambiado este curioso protagonista en los últimos años, desde su concepción. Los primeros metrajes demostraban el típico héroe americano, guaperillas y rudo, de ojos claros, que ahora gana en carisma gracias a sus rasgos indios profundamente marcados.

 

Connor se mueve por los bosques y las nieves de la frontera como cualquier animal que habite estos parajes. Esto se nota tanto en nuestro caminar por la nieve profunda como a la hora de saltar de rama en rama, con un estilo muy marcado y diferente al de pasear por las tejas de las ciudades italianas. Es un estilo menos elegante, pero más eficaz y decidido, donde se requiere más fuerza, para realizar movimientos certeros. Al igual que escalando la roca desnuda, donde el equipo de Ubisoft Montreal se ha inspirado en los escaladores reales para captar todos y cada uno de sus movimientos. Por supuesto, también habrá momentos para las ciudades, como una floreciente Boston donde el equipo ha querido plasmar la belleza de una arquitercura extinta y poco conocida.

 

 

La frontera y la ciudad. Eso es lo que más varía entre Assassin's Creed III y las demás entregas. Aunque en sus precuelas podíamos cabalgar por los alrededores, estos no cobraban tanta importancia como ahora. En la frontera, llena de bosques nevados o soleados, depende del momento del año en el que nos encontremos, seremos cazador y sombra, de animales y hombres. Las ciudades, en anteriores juegos, nos hacían sentir como un ser superior, que ve y sabe más que el resto de los mortales, pero incluir entornos orgánicos en esta entrega es totalemente un acierto. El contacto con la naturaleza te hace sentir integrado, como un depredador que domina el entorno, como tiburón en el agua viendo a un pobre bañista chapotear…

 

En la frontera, además, es donde ocurren las batallas multitudinarias (y esto es quedarse corto, ya que a día de hoy, visto todo, sorprenden), donde nos veremos implicados en ocasiones, pero no siendo parte de ella, sino deslizándonos entre ráfagas de pólvora y alguna que otra cobertura, aprovechando el entorno y la ventaja de ser ejército de un solo hombre para pasar desapercibido en su fragor, asesinar al general del bando contrario, seguro en su base de operaciones y escapar ileso. Huelga decir que Connor no pertenece al Norte ni al Sur. Él sirve a los asesinos y sus enemigos son los templarios. No hay otro propósito para él aparte de alguna rencilla personal que de seguro edulcorará la historia. Los propósitos de libertad, de igualdad, o de cualquier otro tipo, de hombres ilustres o no, se unirán a los de Connor si sirven a su causa, y no al revés.

 

 

Las ciudades, por otra parte, se reconocen mejor, pero no por ello son menos sorprendentes. La muchedumbre se comporta mejor que nunca, y por primera vez notas realmente que cada habitante tiene una rutina diaria. El pescador cercano al puerto que te atosiga para comprar algo, una pobre mujer a la que se le cae una caja llena de manzanas y el ladronzuelo que aprovecha la ocasión para robar una y salir corriendo. Esperemos, eso sí, que no se repitan tanto como para que nos despertemos de nuestra credulidad.

 

Para concluir, quedaros con estas ideas: 

 

- Assassin's Creed III es una secuela, pero su diferencia es aún mayor que la de su primera y su segunda entrega. Incluso el menú ha sido gentilmente fusionado con el entorno para envolvernos más en este mundo. 

 

- La época que trata fue el gran tema a debatir, y aunque encuestas recientes nos parecían hacer creer que todavía no estaba decidido, lo cierto es que se lleva trabajando en ella desde 2010. No importa si está hecha para contentar a los americanos o no. Es una gran época de cambio, perfecta para un Assassin's y, como hemos dicho, no deja de ser un telón de fondo para lo que realmente se quiere contar. 

 

- Veremos a personajes históricos, como George Washington, Benjamin Franklin y algunos quizá no tan conocidos pero muy interesantes como el general Lafayette.

 

- El héroe, pese a que se eche de menos a Ezio, tiene carisma y posibilidades para convertirse en un gran protagonista. Por el lado de Desmond, lamentablemente, no sabemos nada más.

 

- Los entornos exteriores, la frontera. Sólo ella es tan grande como todo el escenario de Roma, y puesto que ya hemos tenido bastante ciudad, es más que interesante de jugar y está llena de posibilidades. Incluso podremos cazar.

 

- Las armas del asesino siguen postrándose ante la gran hoja oculta, pero difieren del arsenal de espadas y dagas de Ezio. El hacha Mohawk, con el símbolo de asesino, es sin duda la más representativa, pero también dispondremos de un arco e incluso de un dardo unido a una cuerda, un extraña arma con base real en la historia oriental, que le da un aspecto exótico a Connor.

 

Aún queda mucho por saber de Assassin's Creed III en los próximos meses, pero lo visto hasta la fecha denota que Ubisoft, aunque no ha querido perder la oportunidad de ofrecer una entrega anual de su franquicia, no ha perdido el tiempo, dedicando el verdadero corazón de Ubisoft Montreal, el equipo senior que trabajó en Prince of Persia las Arenas del Tiempo y Assassin's Creed I y II, junto a un montón de ayudantes para tan enorme tarea, y traernos uno de los juegos más interesantes del año. Y es que, aunque en MundoGamers siempre miramos con algo de recelo a toda secuela, Assassin's Creed III demuestra que con trabajo, tiempo y herramientas estas pueden ser igual de originales que cualquier nueva franquicia


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