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Avance Assassin's Creed III ,PC,PS3,X360

El Assassin's más ambicioso  de la generación
Martes 11 de Junio de 2013 por José Manuel Fernández "Spidey"

Sin duda estamos ante el Assassin's Creed más ambicioso de la generación. Decir algo así tras cuatro juegos millonarios en la mesa no es una presentación humilde: es ostentosa y exagerada, pero dada su categoría de AAA puede y debe serlo. De hecho, creo que nadie le perdonará menos que eso. El discutible comienzo de Assassin's Creed se vio arreglado con una aventura renacentista con Ezio Auditore, carismático protagonista que nos ha acompañado durante tres entregas con cientos de luces y alguna que otra desafortunada sombra que servidor disculpó con el inolvidable final de Revelations, el último capítulo hasta el momento. Con ese curriculum, Ubisoft debe lidiar con su pasado más inmediato para hacer de Assassin's Creed 3 algo mágico y difícil de olvidar... ¿Cómo? Siendo valiente y añadiendo contenido para no aburrir y reinventando algunas de las fórmulas que ya funcionaban pero que podían mejorarse.

 

Las batallas han sido uno de los elementos más revisados para la ocasión: las antiguas luchas eran fáciles y sumamente ventajosas para el jugador, que podía sacar partido a cualquiera de los errores de la máquina con su muerte, pero eso ha cambiado para siempre. Las contras nos castigan en caso de no acertar, y el ritmo de la batalla ha sido agraciado con numerosas nuevas animaciones y posibilidades que seguramente te sorprenderán cuando estés a los mandos de ella. Connor es violento y sumamente agresivo: en la pelea ha perdido el subterfugio de Altair o la refinada elegancia de Ezio, Connor quiere segar sin demasiados aspavientos la vida de sus enemigos, y si para ello tiene que hundir dentro de un cráneo su tomahawk, lo hará sin mayores debates. Crudo y duro, pero lógico y necesario. Violenta pero creíble visceralidad en una puesta en escena nunca vista en Assassin's Creed.

 

 

A nivel jugable, el otro elemento renovado ha sido el de la exploración de escenarios. Además del viaje por las distintas ciudades norteamericanas, los entornos boscosos y los viajes a pie por tierra nos preparan para una metodología lúdica que engradecerá más a la propia obra. Los entornos boscosos desean ser explorados de forma certera, y ofrecen al jugador distintos animales para ser cazados por el protagonista y extraer de ellos pieles u otros elementos que nos servirán para vender y coleccionar. Y sí, explicado así suena a chorrada, pero si te mataste a buscar banderines y plumas en el pasado, te alegrarás tanto como yo de lo nuevo de los de Montreal. Además, el nuevo sistema de subirse a árboles, que también será usado en el Liberation de Vita, le sienta como anillo al dedo. Incluso en la ciudad podremos usar algunos de los arbustos que, de forma oportuna, nos ayudarán a cumplir con nuestros asesinos cometidos.

 

Os debo reconocer que me quedé con la boca abierta con las fases de navegación. Tuvimos acceso a una única pantalla en la que podíamos enfrentarnos contra otras naves que surcaban las aguas del Caribe, y en todos y cada uno de los aspectos quedé prendado: las islas, espectaculares, navegar se convertía en un relajante ejercicio; las batallas, completas, con numerosas opciones a la hora de usar nuestras armas y sumamente gratificante en su mecánica. No sé hasta qué punto logrará ser lo suficientemente interesante cuando nos toque jugar la cuarta o quinta vez, pero si sabe mantenerse en ese apartado, sin duda, tendremos una de las más gratas sorpresas de la serie.

 

Las batallas navales son una novedad sumamente interesante

Otro elemento que he podido ver es la mansión de Connor y disfrutar de su rol en la presente entrega, que vendrá a sustituir a la villa italiana de Montereggioni, en la que Ezio podía negociar y hacer más grande a partir de los distintos actos que hiciera a lo largo de la partida. Connor podrá ir sumando nuevos habitantes y sirvientes según hagamos una serie de misiones, que nos servirán, claro, para sacar más partido y jugo a nuestra propia casa que, por cierto, está rodeada de un frondoso y espectacular bosque en el que podremos buscar muchas de esos animales que se estrenan en la serie. También pudimos ser partícipes del gran número de nuevas animaciones que se han añadido a la obra y lo bien que se mueve en PlayStation 3: el Anvil Next sigue mostrando músculo en la que es, sin duda, la muestra de poder más grande que ha hecho en toda la generación. Vistos los anteriores juegos, no hay motivos para pensar que en 360 no se portará igual de bien, claro, pero en PC puede ser espectacular.

 

La mansión de Connor dará mucho juego

 

El modo multijugador, lo que puedas imaginar de las anteriores entregas. En uno de los que pudimos probar debíamos vigilar una serie de posiciones en las que nos atacaba el equipo contrario y debíamos proteger esas zonas. Una vez sabíamos que nuestra zona estaba siendo atacada, debíamos buscar al enemigo disfrazado que se había infiltrado ahí mediante sus movimientos sospechosos. Detectarlo era vital, puesto que un error nuestro podría mostrar al rival nuestra apariencia auténtica y ser asesinados fácilmente mientras nosotros perdemos el tiempo matando a un civil. El otro modo que jugamos fue Manada de Lobos, que consiste en buscar a un objetivo entre la muchedumbre de la ciudad y acabar con él y sus esbirros con un tiempo límite. Al acabar con todos ellos sumamos tiempo extra, que nos permitirá sumar nuevos puntos. Si os soy sincero, soy más de la aventura principal de Connor, pero creo que los muchos que dimos por “estúpida” la idea de hacer multijugador a Assassin's Creed, quizás, deberíamos replantearlo y darle un tiento. Funcionar ha funcionado y pienso firmemente que tanta gente no puede estar equivocada.

 

Acabando, una cosa que me preocupa: a base de fuerza e información del momento histórico en el que se basa Assassin's Creed III he podido pasar de largo ese problema personal, pero me cuesta imaginar a Connor y su entorno como algo más interesante que Ezio y sus allegados. Es temprano para hablar: la demo no me ha dado motivos para sospechar, pero tampoco me ha dado pistas para alegrarme. El “mi non parlare di vagina” va a ser difícil de vencer, y Connor parece un personaje que puede tener muchas cosas buenas, pero pocas tan golfas como las que vimos en el bueno del Auditore. Lo que está claro es que si esa es mi máxima preocupación, algo se debe estar haciendo bien en Canadá, o sea que estamos ante un problema, espero, menor. De momento, de hecho, inexistente. Espero que todos gocemos de mi error a finales del próximo mes de octubre: eso sería estupendo.

 


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