Avance XCOM 2 ,PC

Hay algo común en todos los XCOM y en todos los fans de la franquicia: nos gusta poner nombres a los soldados. Esto es así desde el primer juego y es algo que nos gusta hacer porque nos hace sentir cerca de esos hombres y mujeres dispuestos a dar la vida por la Tierra y que morirán o sobrevivirán dependiendo de lo bien que hagas las cosas al mando de su escuadra sobre el cuadriculado nivel de turno.

La demo de XCOM 2, tras un tutorial que te introduce a unos personajes y que te explica qué puñetas ha pasado con la Tierra. Sorpresa: los aliens ganaron, atraparon al principal comandante de la resistencia del planeta, que eres tú, y básicamente se han dedicado a hacer suyo el planeta, creando híbridos de ser humano y ser alienígena y esclavizando a todo quisqui haciéndose pasar por los buenos. Es un buen planteamiento que parte del simple hecho que todo jugador de XCOM también ha vivido: perder una partida. Así es la vida, perdiste una vez y eso ha generado la narrativa de este juego.

Al margen de la historia, aunque esto es lo único que se de momento sobre el asunto, XCOM 2 se como uno se esperaba que fuera una secuela de XCOM: Enemy Unknown: más bonito, más dinámico, más completo y con muchas, muchas, muchas más opciones de personalización y de combate, que es algo en lo que escaseaba quizá en algunos momentos. Así que queridos hermanos, fanáticos de la estrategia y los juegos tácticos, estamos de enhorabuena.

En primer lugar, porque el juego es exclusivo de PC. Ojo, no soy un VIVA LA PC MASTER RACE ni mucho menos, pero que se hayan centrado en una plataforma le ha sentado al juego de miedo: se ve precioso, se juega que es un gusto y se nota estar muy bien hecho hasta el más mínimo detalle, ya sean los menús llenitos de opciones de personalización o el mapamundi desde donde seleccionamos misiones.

Las opciones de personalización son excesivas, hasta el punto de quitarte tiempo de juego. Sin ir más lejos, dediqué quince minutos a hacerme un equipo de Power Rangers, cada uno de un color para traje, armas, pelo y, por supuesto, con nombres propios que hacían referencia a Chiquito de la Calzada. Hacer nuestros los soldados es un punto más importante que nunca, y ya sea raza o sexo o lo que sea, se puede determinar casi seguro.

En cuanto a la selección de misiones, aunque nuestra nave nodriza estaba algo limitada, pudimos experimentar un poco con mejora para personajes (que se consiguen a partir de aliens que captures en combate) y con mejoras de clases, que ahora son importantísimas a la hora de plantear una misión. Y sí, he dicho nave nodriza porque la resistencia humana se hace pasar por nave de los aliens para no llamar la atención mientras se mueven por todo el globo atacando objetivos.

Ojo, que a veces los ataques los recibiremos nosotros, ya sea porque una posición en nuestro poder necesita ser defendida o porque nos descubren e intentan tomar nuestra nave. Esto último no lo hemos visto en directo, pero seguro que es una cuestión interesantísima y tensa de narices en el juego final.

Pero hablemos ya del combate. En resumen, me encanta. Si tuviera que extenderme, diría que también me encanta porque hay mucha más variedad gracias a las clases de soldado y a las distintas aproximaciones que permiten. Por ejemplo, en una misión en la que tenía que conseguir unos códigos secretos en menos de X turnos, la mejor manera de resolver el asunto era tener un técnico con habilidad para hackear remotamente los sistemas enemigos y así poder usar un robot de los aliens para conseguir los códigos y, ya puestos, cargarse a un par de unidades.

Este es un solo ejemplo de lo que permite especializar a tus soldados en los apartados que te dé la gana. Obviamente, necesitarás algo más que hackers, como señores con rifles de francotirador o señoritas con lanzagranadas que tumban esos nuevos bichos que no parecen alienígenas sino serpientes mitológicas y que te pueden atrapar con su cuerpo, envenenarte y hasta usar la lengua para sacarte de la cobertura. Ugh, qué asco.

Por lo demás, todo es un juego de movimientos, de cubrirse, de saber cuándo gastar tu turno en atacar y cuándo conservarlo en mantenerte en guardia para disparar al alien que pasa por delante de ti, en usar las estructuras en tu favor – oh, benditos coches explosivos y puertas que se rompen – y todas esas cosas que hacen geniales a los juegos de este género.

¿Que es un poco perrería que XCOM 2 no se lance inicialmente en consolas? Sí, pero es obvio que terminará haciéndolo más pronto que tarde, que hablamos de 2K y Take Two, empresas que necesitan pasta a espuertas. Pero el caso es que, de momento, en su versión para PC, XCOM 2 es todo lo que se le podría pedir a una secuela: mejora los apartados flojos de su antecesor y refuerza los mejores que ya estaban ahí.