Avance Titanfall ,PC,X360,XONE

No hay persona con la que hable en Colonia que al sacar el tema de Titanfall no se deshaga en halagos hacia la obra. Para muchos, el juego del E3, para otros tantos, el juego de la Gamescom. ¿Cómo? Fácil: probablemente estemos ante el primer juego de la nueva generación que realmente se asemeja a algo de lo que podríamos esperar en dichas plataformas. Un auténtico espectáculo para la vista, pero también para los sentidos. La gente de Respawn quiere volver a un trono que legítimamente les pertenece. Son peliogrosos: conocen perfectamente el modus operandi para hacerlo.

Nos ha encantado el doble salto, nos ha encantado que al tocar una pared comencemos a correr por ella y sobre todo nos hemos enamorado de esa amenaza robótica llamadas titanes, que a favor o en nuestra contra son, sin duda, son los protagonistas de la obra. Móntalos o destrózalos, pero hagas lo que hagas siempre tomarán relevancia durante la partida. Lejos de otros juegos en los que las monturas no hacen más que entorpecer la propia dinámica jugable, Titanfall está hecho para vivir con y para dichas monturas.

A pie se comporta perfectamente, y la variedad de armas y opciones lo convierten en una posibilidad más que potable con la que poder competir. El amplio arsenal se nutre, además, de armamento especializado anti-titanes de incalculable valor una vez la partida está avanzada y los robots aparecen, momento en el que el juego cambia por completo. A bordo unos y armados los otros, comienza una auténtica orgía de disparos y golpes como hacía mucho tiempo que no veíamos. De hecho, el combate no se basa únicamente entre humanos: son muchos los bots que intervienen en la misma desde múltiples posiciones.

No sé si resultará osado comparar la acción de Titanfall con la de un MOBA al uso, pero el poder sumar nuevas ayudas y galones gracias a los enemigos 'tontos' que pueblan el escenario parece una idea que sin duda acabará siendo aceptada dentro del género. La acción que comentábamos de nuestros personajes con el doble salto y el correr por las paredes convierte los enfrentamientos en algo muy especial, pero las habilidades de los titanes no podemos dejarlas de lado. Cuerpo a cuerpo y arremeter en línea o recta o marcha atrás con suficiente fuerza como para provocar numerosas víctimas a nuestro paso. Únicamente hemos visto un modelo de titán para la presente ocasión, pero las armas de los mechas también me han dejado boquiabierto.

Una de ellas permite parar los disparos del rival para reternerlos en un campo de fuerza invisible y devolverselo con mayor fuerza. El momento en el que vemos misiles y metralla delante de nuestra pantalla y observar como sale disparado hacia el rival es sencillamente mágico. Según me han contado en la demostración del juego (de escasos veinte minutos) no serán los únicos robots disponibles a lo largo del mismo, por lo que quedará conocer qué otras opciones hay y qué pueden ofrecernos. ¿Qué modelos serán? ¿Qué diferencias existirán con el que conocemos actualmente? ¿Son muchas las preguntas que tenemos todavía y las sorpresas que se están pudiendo reservar. Eso, evidentemente, es magnífico.

Personalmente, no he sentido algo así desde que jugué al primer Gears of War dos meses antes de su lanzamiento. Cuando uno pone las manos en un título que realmente parece cambiar (o al menos discutir) muchas de las bases establecidas de un género a veces tan rancio como el del shooter, resulta inevitable pensar que el retorno a la monotomía puede ser de lo más triste y aburrido imaginable. Contaré los días hasta su lanzamiento, y una vez aparezca en las tiendas, os garantizo que no estaré para nadie en dos días. 

Nos supo a poco poquísimo lo jugado. Intentaré volver a entrar durante los próximos días y sacar nuevas conclusiones, pero de momento lo único que os puedo garantizar es que Titanfall va a sacar los colores a más de un desarrollador. Estaremos atentos a nuevas noticias relacionadas con el juego de Respawn, que será distribuido por Electronic Arts a lo largo del próximo año 2014. La espera va a ser larguísima.