Avance The Witcher 3 Wild Hunt ,PC,PS4

Matadme con espada de plata, pero hubo un momento donde llegué a pensar que The Witcher 3 era redundante. Sé que mucha gente entró en la saga gracias a su segunda parte, pero los que empezamos desde el principio, con los libros bien repasaditos, teníamos la licencia de creer que ya estaba prácticamente todo dicho y hecho. Es cierto que había muchos cabos que atar, aunque la saga de Geralt de Rivia, si por algo es conocida, es por dejar algunas cosas a la imaginación.

Evidentemente, nos alegramos de que no sea así. Había mucho que contar todavía sobre la cacería salvaje y que este nombre estuviera acompañando al título del juego es muy revelador, ya que se trata de uno de los misterios más interesantes del mundo de The Witcher. Que ahora se trate de un mundo abierto es su otro punto fuerte, donde, por extraño que parezca, nos moveremos a lo Zelda Wind Waker con nuestro barquito y todo por un archipiélago lleno de lugares exóticos.

Vale, las islas. En el anticipo que escribí durante la Gamescom hablaba acerca del lugar donde se centra la acción. Unas islas que no recuerdo para nada en los libros ni tan si quiera mencionadas. Prometí hacer mi investigación y he aquí los resultados. Las islas son en realidad el archipiélago de Skellige, formado por las islas Ard Skellig, An Skellig, Faroe, Hindarsfjall, Spikeroog y Undvik. Se encuentran en el mar del norte, al oeste de la costa de Cidaris y Verden, y al noroeste de Cintra. 

En los libros aparecen mencionadas, concretamente en La Torre de la Golondrina, aunque no se hace un gran hincapié en ellas. Sapkowski no terminó de sacarles todo el jugó aunque sí dio la base suficiente como para que CD Projekt retomara el trabajo: había vikingos, o el equivalente a estos en el mundo de Geralt de Rivia. Quizá uno de los puntos más relevantes de toda la narración de los libros es que Ciri, una de las protagonistas más importantes, pasó allí su infancia.

Puede que, como muchos afirman, CD Projekt haya situado allí The Witcher 3 por aprovechar un poco el tirón nórdico de Skyrim, o puede que simplemente lo haya hecho para poder crear un mundo abierto en un entorno controlado. Sea como sea, los polacos no se han olvidado de la raíz narrativa principal, como revela la reaparición de la Cacería Salvaje y el retorno del Imperio de Nilfgaard.

Pero lo más importante de todo es que estas islas no serán la única zona de juego, a ellas se les une No Man's Land y Novigrad. La primera de ellas es un poco misteriosa, ya que es el lugar conquistado por el imperio de Nilgaard, por lo que no se sabe muy bien hasta qué punto puede comprender. Lo que sí sabemos es que es una zona devastada por la guerra con gran inspiración en la mitología eslava. Los pantanos y bosques oscuros abundarán en este área, pero algunos usuarios se han atrevido a afirmar que podría llegar al bosque de Brokilon, lo cual sería muy interesante para los fans. Novigrad (o Novingrado), es una de las ciudades del Norte, situada en Redania, más grandes de todo el continente. Es una ciudad portuaria con gran inspiración en la Amsterdam medieval y en ella contemplaremos la gran persecución a los magos por un poderoso culto, además de la evidente corrupción mezclada con riqueza por todas sus calles. Ahora sí, con estos tres lugares bien diferenciados podemos decir que The Witcher 3 tendrá una gran diversidad de terrenos y una ciudad entera. Será un más que largo paseo.

The Witcher no ha tenido problema tampoco en dar este paso a sandbox. En el fondo, los anteriores juegos mantenían un sistema por áreas en los que podíamos ir directos a la misión principal o explorar los alrededores, hablar con su gente para hacer misiones secundarias. Como dijimos en la anterior entrada, si algo nos ha gustado especialmente de esta tercera entrega es que nuestro Brujo favorito vuelva a hacer lo que mejor sabe hacer: cazar monstruos por contrato, y que estos contratos no sean meros planfletos pegados en un cartel a la afueras de la taberna, sino misiones con su pequeña historia. Los aficionados a los dos primeros libros de la saga, que contienen relatos sueltos y que muchos se atreven a afirman son más interesantes que la historia principal, verán mejor reflejados este tipo de historias en las misiones secundarias que en el arco principal.

Como siempre, el cual es lema ya de la franquicia, nuestras decisiones acarrearán consecuencias. Al poder tomar esta vez las misiones en el orden que queramos, nunca sabremos exactamente cómo reaccionarán los personajes a lo que hayamos hecho con anterioridad, por lo que el componente rejugable será más interesante que nunca. Ahora bien, atención a esto porque no es fácil: Se ha confirmado también que la historia se concluirá en tres epílogos diferentes y lo más importante, jugables. Pero eso no significa que The Witcher 3 tenga tres finales, sino que dichos epílogos englobarán los doce posibles escenarios en los que el juego puede concluir. Pero aquí no acaba la cosa: dependiendo del devenir de los acontecimientos y de algunos personajes no jugables importantes y nuestra interacción con ellos, estos doce escenarios se abren a un total de 36 diferentes finales posibles. 

Haciendo un esfuerzo enorme por no acordarnos de otro final de trilogía, es lógico que The Witcher 3 quiera despedirse por todo lo grande, dando al jugador el final que más se amolde a los efectos que haya causado en el juego. The Witcher es y será siempre el primogénito de CD Projekt, una compañía que ha logrado hacerse un hueco y un nombre en la industria a base de mimar a sus obras y a sus aficionados. 

Vayamos a aspectos más técnicos: The Witcher 3 no tiene tiempos de carga en su basto mundo, el cual es 35 veces más grande que el mapa total de The Witcher 2. Recorrerlo de punta a punta nos tomaría más de 40 minutos a caballo. El RED Engine 3, la evolución del motor de The Witcher 2, logra crear una luz dinámica completamente natural, ciclos de día y noche bien detallados y condiciones climatológicas severas, donde veremos hasta tormentas que se van aproximando a nosotros cuando naveguemos por las aguas, por ejemplo.

La inmersión es algo que CD Projekt ha cuidado en especial. Hace unos días, hablábamos de qué es lo que hace falta para sentirnos completamente atrapados en un videojuego. Incluso poníamos el ejemplo de uno de nuestros compañeros de la redacción, que no es capaz de creerse estos vastos mundos, porque tiene la sensación de que todo gira en torno a él, y que los NPCs sólo reaccionan cuando el pasa cerca de ellos. Para evitar esto, en The Witcher 3 no sólo tenemos el sistema de causa-consecuencia, en el que depende de nuestras acciones cuando volvamos de nueva a la zona ocurrirán diferentes acontecimientos. También disponemos de un sistema de economía propio, que intenta dar realismo, por ejemplo, poniendo el precio del pescado más caro a medida que nos alejamos del mar; o la venta de distintos tipos de armadura (cuero o acero) dependiendo del tipo de trabajadores que pueblen la zona. De la misma forma, los NPCs harán sus vidas de forma corriente. Los aldeanos se intentará defender de los monstruos, los amantes se escaparán por la noche, se cobijarán de la lluvia o se abrigarán si hace frío. Incluso podrán migrar si las condiciones de su tierra se ven afectadas, montando convoys de caravanas mercantes en el camino a tierras más prósperas.

El combate también se presenta interesante. Será una evolución de lo visto en The Witcher 2, pero con unas animaciones mucho más naturales. A medida que progresemos iremos desbloqueando movimientos nuevos, ataques y evasiones. Las señales volverán a cobrar más importancia, permitiéndonos quemar a los enemigos, colocar trampas o manipular sus mentes. El equipo ha querido destacar que no habrá ningún tipo de Quick Time Event ni script prefijado a la hora de afrontar las luchas, mientras que para resaltar la espectacularidad se ha apostado por un sistema de cámaras más dinámico, pero que permita al jugador ver totalmente la acción en todo momento.

Después de todo esto, The Witcher 3 no parece para nada redundante. CD Projekt es de los pocos estudios que saben hacer su trabajo y dejar que el juego hable por sí mismo, en vez de que otros agentes externos hagan el trabajo. El resultado, uno de los RPGs occidentales más interesantes para empezar la nueva generación.