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Avance The Order: 1886 ,PS4

Impresiones tras el capítulo del Zeppelin.
Domingo 14 de Diciembre de 2014 por Víctor Junquera

The Order: 1886  sigue oliendo a lo que parece, es un shooter en tercera persona con cámara al hombro y basado en coberturas que, por lo que ha mostrado hasta el momento, no tiene intención de aportar nada más al género que un toque mucho más cinematográfico con ese aspecto 21:9 que tan de moda se está poniendo y unas transiciones entre secuencias y juego imposibles de notar, algo que, acordándonos de lo que supuso el comienzo apoteósico de Lost Odyssey, sería un sueño hecho realidad.

 

Tras probar ese Capítulo V que se mostró durante el fin de semana de los Game Awards 2014 y la PlayStation Experience, las ideas sobre lo que ofrecerá The Order: 1886 están igual de difusas que tras lo visto en la Gamescom. Aquella ocasión entre prisas y ruidos no era la más ideal para comprobar la posible revolución en las armas, y esta vez, con más tiempo y calma, tenemos ante nosotros una demo que no nos da esa variedad. Sí, hay granadas, escopetas, fusiles automáticos y varios tipos de armas de mano, pero salvo las muy notables diferencias que hay entre todas ellas, en este capítulo en concreto no se ha podido ver toda esa variedad de armas originales que pueden llegar a hacer de The Order: 1886 algo muy grande.

 

A nivel visual impresiona como ninguno en esta generación, pero aquí no hemos podido probar nada que lo haga especial a nivel jugable.

 

Al fin y al cabo, y sin ánimo de que moleste el símil, quiere tener el mismo efecto arrollador que tuvo Gears of War cuando entró con todo su peso en Xbox 360. El apartado técnico apabullante y las mecánicas puras y efectivas estarán aquí, y el efecto es similar. The Order: 1886 se deja jugar muy bien en cuanto llega la acción (no es un tiroteo tras otro, también se alternan secuencias de sigilo, algo de investigación y algún que otro QTE que va haciendo avanzar la trama), y todo lo que se pueda ver en un vídeo online no hace justicia a lo impresionante que es ver a unos detalladísimos Gallahad y compañía moverse de esa forma por unos escenarios en los que no hay textura que destaque para mal. Salvo por las siempre presentes polémicas de frames por segundo, The Order: 1886 es lo más digno de ser llamado 'nueva generación' que se ha visto hasta el momento.

 

Claro que entre entornos pasilleros y de iluminación fija puede parecer mucho más fácil destacar a nivel gráfico, pero no es como para resterle mérito. Donde sí podría haber más discusión posible es a la hora de hablar del ritmo del juego y de las muchas interrupciones de QTEs un tanto fuera de lugar.

 

La acción está muy bien llevada. Muchos elementos a destruir, mucho espectáculo, muy buenos enemigos,...

 

En más o menos una hora de este quinto capítulo tenemos varios de esos momentos en los que no podemos hacer nada más que caminar despacio mientras nos hablan, en los que no podemos avanzar hasta que el script de los aliados termine y nos permitan avanzar, y partes de supuesto gameplay que perfectamente podrían ser secuencias que, discretamente, se van 'pausando' si no pulsamos el botón correspondiente para avanzar. Es un efecto que impresiona, sobre todo al principio mientras hacemos rappel por el lateral del zeppelin. Piensas 'oh, estoy moviendo algo de la calidad visual de una secuencia', pero que no es más que una trampa, una secuencia que nos permite mover ligeramente la cámara y que sólo avanza si pulsamos el stick en la dirección correcta para que Gallahad siga descendiendo o avanzando entre el cableado, pero que en ningún momento nos permite hacer ninguna otra acción.

 

Quick-Time Events enmascarados, pero QTEs al fin y al cabo. No tan enmascarados como una polémica preparación para la apertura de una puerta para arrojar una granada dentro, pulsando botones para hacer la cuenta atrás, o tener que pulsar un botón para accionar el lanzamiento de un bote salvavidas que sencillamente marca el final de una secuencia de diálogo. También hay QTEs de los 'buenos' de los de reacción rápida y tener que hacer algo más que pulsar un botón, e incluso alguno para ciertos 'minijuegos' de apertura de cierres eléctricos con un disruptor de Tesla (mención especial a lo original de la apertura de cerrojos convencionales), pero en general el ritmo se ve muy interrumpido para lo que debería ser un videojuego.

 

No hay puzles, sino ciertas minipruebas de precisión.

 

Es un ritmo de película al fin y al cabo. No hay tiroteos constantes ni mucho menos, lo que se podría agradecer si se intercalasen bien con otro tipo de mecánicas, pero existe poco más que hacer entre las secciones de acción que atender a los diálogos de los personajes mientras avanzamos a ritmo lento por esos entornos pasilleros, con la honrosa excepción de unas secciones de sigilo entre coberturas bastante bien llevadas, ya que saben hacer que exista el riesgo de que te pillen (muerte instantánea), pero que en el fondo es un tipo de sigilo que no viene para cambiar nada de lo ya visto entre enemigos que no salen de su ruta preestablecida o que ni se inmutan al ver a otro compañero caído en mitad de su ruta.

 

Esa carencia de IA, por suerte, no se ve en el grueso jugable de The Order: 1886, las secciones de acción. Los tiroteos están muy bien resueltos y la IA enemiga sabe responder muy bien y crear tensión al saber rodearte, atinar con sus disparos y saber esperar si llevas un tiempo escondido. No es la típica IA que sale de una esquina fallando la mitad de sus disparos esperando a que atines bien para el headshot, aunque no se libren del clásico one-hit KO de un rifle de precisión, aunque el impacto sea en la mano.

 

Pulsa el stick en la dirección correcta para continuar esta secuencia o perece de aburrimiento esperando a que ocurra otra cosa.

 

El 20 de febrero está ahí al lado, y hay muchas ganas de un gran shooter en tercera persona después de que Max Payne 3 hiciese tocar el techo del género. No deja de quitarse esa impresión de que The Order: 1886 viene para ser el Gears of War de PlayStation, pero eso en absoluto es negativo. No parece que vaya a llegar para revolucionar el género, pero si termina cumpliendo a nivel de mecánicas y mantiene este espectáculo visual durante todo lo que acabe durando el juego, PS4 habrá ganado una exclusiva a envidiar.


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