Ramón Méndez
Como todos los años de E3, hay un juego que llama la atención de prensa y público por igual, un tapado que demuestra un gran potencial técnico y jugable y deja a todos boquiabiertos. En concreto, a Ubisoft le gusta mucho eso de jugar a ser la empresa que nos deja boquiabiertos feria tras feria con productos que parecen avanzados a su tiempo. El año pasado, sin ir más lejos, nos presentó con gran éxito un espectacular WatchDogs; este año, la gran sorpresa que tenían preparada para el final de su conferencia era The Division, un juego de rol y acción online que no ha podido dejar mejores sensaciones. Tal es así, que hasta el propio Hideo Kojima ha querido ver el juego personalmente antes de que la feria abriese sus puertas al gran público.
Y no es para menos, dado que The Division es, posiblemente, uno de los juegos que más ha mostrado lo que nos espera en la nueva generación (con un tráiler de juego más largo que otros productos, más perdidos entre secuencias cinemáticas o demostraciones técnicas). Los que aseguran que el salto generacional no es para tanto, posiblemente se pierdan en pequeños detalles como el fotorrealismo o la perfección del pelo; pero, aunque hay mejoras más que evidentes en ese terreno, la nueva generación también permite disfrutar de mundos abiertos, mucho más detallados, con menos dientes de sierra, menos tearing, mayor estabilidad en la tasa de frames por segundo, mejores efectos de luz… En definitiva, que se trata de un espectáculo visual que nos pone en bandeja infinidad de posibilidades jugables. Y The Division es el abanderado de lo que las nuevas plataformas pueden hacer, sobre todo en un entorno tan poco explotado a nivel técnico como son los juegos multijugador online.
The Division está ambientado en el universo de Tom Clancy, y nos invita a ver un futuro destruido en el que una gran epidemia, junto con la caída de los gobiernos, ha supuesto el caos y la lucha por la supervivencia en las calles. En esta sociedad anárquica en la que solo sobrevive el más fuerte, conseguir recursos no será tarea sencilla. De inicio, nuestro personaje nada más despertarse tendrá comida, agua y suministros para tres días; todo lo que quiera a mayores tendrá que conseguirlo por su cuenta, de modo que tocará hacerse con munición y armas, por ejemplo. Siguiendo la lógica, un sitio donde seguro que hay estos materiales puede ser una comisaría, y eso nos muestra la demo… solo que ya ha sido tomada y es preciso luchar por el territorio. De esto va The Division, de cómo la sociedad se viene abajo y se forman bandos, se lucha por cada recurso, por la comida, por el agua… (posiblemente, plasme con acierto la intensidad y la necesidad de estar siempre en marcha del cómic The Walking Dead, aunque también hay paralelismos obvios con el reciente The Last of US).
El estilo de juego es el de un título de acción en tercera persona, con coberturas, disparos y toda la retahíla habitual; solo que, a mayores, es multijugador online, como ya hemos dicho. Eso implica que podremos juntarnos con otros dos amigos y recorrer el mundo del juego (la ciudad de Nueva York) juntos, colaborando para sobrevivir y creando grupos para superar a los enemigos que están acaparando los puntos más importantes de la ciudad (aunque esté orientado al online, se dice que también contará con un modo para un solo jugador, igual de centrado en la historia). Tampoco le faltarán toques de RPG, ya que al cumplir misiones (ya sean las principales que se nos indican, o bien las secundarias en las que ayudamos a los habitantes de la ciudad con sus diferentes problemas) y matar enemigos iremos ganando experiencia que nos permitirá obtener nuevas habilidades en los diferentes árboles que tendremos a nuestra disposición. Eso sí, nunca podremos bajar la guardia, ya que tras completar la misión lanzaremos una bengala para que nos recojan... y todo grupo enemigo de jugadores que haya cerca podrá venir a quitarnos nuestros recién conseguidos y preciados bienes.
El componente online estará acompañado con uno de los nuevos vicios de Ubisoft: una aplicación para móviles o tablets con la que un jugador podrá controlar a un dron aéreo y explorar el entorno, avisando al resto del equipo de las posibles novedades, problemas o dificultades que se van a encontrar próximamente (aunque no puede entrar dentro de edificios cerrados. Pero más allá del interés de explorar un mundo abierto, de una historia que promete tener ramificaciones misteriosas y perversas, o del siempre interesante juego cooperativo con amigos, donde más impresiona The Division en esta primera toma de contacto es en el espectáculo visual que se nos presenta: infinidad de detalles, mapas que se presentan holográficamente alrededor del personaje, poder disparar a ruedas de vehículos y que se deshinchen, ni un solo momento de carga… La generación solo está empezando y ya hay muestras de lo que nos espera en el futuro de los videojuegos. Un futuro en el que The Division quiere estar todavía presente y, desde luego, parece que tiene mimbres para conseguirlo.