Avance The Division 2 ,PC,XONE
El llamado virus del dólar que comenzó en el Black Friday de la ciudad de Nueva York ha conseguido expandirse hasta otras grandes ciudades de Estados Unidos. Después de descubrir que se trata de un arma biológica creada por un grupo terrorista para generar el caos y sembrar la parálisis y el colapso de la civilización moderna (algo conseguido en tan sólo cinco días), los agentes de The Division deben seguir luchando para recuperar el país. Se trata de un grupo formado por agentes dormidos del más alto nivel que permanecen a la espera de su activación en una situación de emergencia total. Nosotros somos uno de ellos y ahora toca dirigir nuestros pasos hasta Washington D.C., la capital del páis más poderoso del planeta, hasta ahora.
Me considero un agente veterano del servicio en Nueva York, pues en el primer The Division no sólo completé la historia principal, sino que también conseguí superar todos los retos del final del juego y probar todas las expansiones que poco a poco conformaron un título interesante. Por eso soy el primero en reconocer que un fin de semana en The Division 2 es un tiempo muy escaso para sacar conclusiones, pero al menos es muy útil para conocer hacia dónde van a ir los tiros que, por cierto, va a haber y muchos.
The Division 2 no es más que una secuela muy continuista de lo planteado por el primer The Division con una ventaja muy evidente: de serie ya porta todas las modificaciones y mejoras que el primer juego fue recibiendo a largo de su vida. De hecho, la primera toma de contacto te hace sentir como en casa extrañando únicamente el entorno: todo se controla igual, nuestro Agente se comporta de la misma manera, podemos contar con los mismos tipos de armas y la manera de limpiar el mapa de contenidos sigue siendo prácticamente la misma. Esto produce que el primer encontronazo sea mucho menos impresionante que el que supuso para mí el primer título: poco te sorprende Washington y, sintiéndolo mucho, no es Nueva York. En el primer juego disfrutar de una de las ciudades más icónicas del mundo en pleno invierno, con la nieve cubriéndolo todo, era una sensación fantástica. Aquí, sin embargo, nos encontramos con una ciudad que tiene mucha menos personalidad y con un entorno mucho menos carismático. Y esto es una pena, porque desde que comenzamos sabemos que vamos a pasar muchas horas recorriendo esas calles.
Poco a poco este agente fue descubriendo algunos pequeños añadidos en las bases, en las misiones y en la manera de plantear ciertas actividades, pero en definitiva todo es muy similar a lo visto en el primer juego. The Division 2 plantea un mundo abierto repleto de iconos con misiones que debemos completar, y todas ellas se resuelven de la misma forma: a tiros. Una oleada de enemigos que abatir, un pequeño avance por la zona y otra oleada que matar, sin muchos miramientos. El juego es muy divertido y muy satisfactorio en su control, todas las armas se sienten bien y como shooter en tercera persona basado en las coberturas funciona genial, al igual que la primera entrega. Para aportar variedad encontramos las habilidades especiales (que van desde torretas hasta drones que nos ayudan en combate) que se basan en artilugios tecnológicos que los enemigos también utilizan en ocasiones en nuestra contra.
Sí hay diferencias sutiles pero apreciables en el combate, comenzando con las nuevas armas especiales (cuya munición es muy escasa pero su poder es tremendo) que se añaden a las tres que podemos llevar normalmente. También se han incluido habilidades diferentes y especializaciones concretas que harán que nuestro personaje vaya definiendo su rol en combate conforme vaya subiendo de nivel. Porque el componente RPG y de mejora es la llave para que The Division 2 funcione: encontraremos botín aleatorio cuando abatamos a enemigos, cuando completemos misiones, desafíos… y tendremos que equiparnos mejores armas y piezas de equipamiento para ser cada vez más poderosos. Esto, al menos, nos garantiza muchas decenas de horas completando encargos hasta llegar al máximo nivel principal, a raíz del progreso que experimenté durante esta prueba de beta.
Los enemigos también se comportan de una manera más correcta aunque siguen sin ser los más listos de la clase. Afortunadamente ya no sólo encontramos humanos sino que también se utilizan distintos tipos de robots y los ya mencionados artilugios electrónicos que nos ponen las cosas un poco más complicadas. Disfrutando de la pequeña parte del endgame que se nos dejó probar en esta beta, con un personaje al máximo nivel, es cuando descubres todas las virtudes de The Division 2 a nivel jugable: más dificultad, necesidad continua de cubrirse, de buscar huecos para curarse, de compenetrarse con tus compañeros y de utilizar inteligentemente tus armas y las habilidades. Era lo mejor del primer juego y también lo va a ser en este.
Como agente veterano, esta primera toma de contacto con la nueva ciudad ha sido bastante clarividente. The Division 2 parte de la base del primer The Division con todas sus modificaciones y mejoras, pero en una línea quizás extremadamente continuista. De hecho, los jugadores que han seguido disfrutando del primer título apenas notarán el salto. Hay novedades interesantes pero ninguna de peso, aunque habrá que ver más adelante cómo siguen funcionando la nueva Zona Oscura, las nuevas partidas PVP (de las que no disfruté mucho, la verdad) y las actividades aleatorias que surgen en el mapa de vez en cuando, junto a las nuevas habilidades y armas. Washington, por desgracia, no es Nueva York, pero habrá que esperar al próximo 15 de marzo para completar nuestra misión y extraer más conclusiones.
<< Anterior Siguiente >>