Avance Resident Evil 2 (Remake) ,PC,PS3,PS4,X360,XONE
El Resident Evil 2 nuevo podría convertirse en un nuevo referente a la hora de desarrollar versiones actualizadas de juegos clásicos (con permiso de Shadow of the Colossus). Replantear un título tan querido como este no es tarea fácil, pero si hay una compañía capaz de estar a la altura del reto, esa es Capcom. Esta semana me he pasado por las oficinas de Koch (la distribuidora responsable del título en España) para probar la demostración de 20 minutos que se pudo ver en la última E3. Muchos habréis visto algún vídeo por los internetes, pero la clave es ponerse al mando, y en este caso más que nunca, porque vivimos insensibilizados por las imágenes. Pensaba que iba a pasar por esta demostración con mucha ilusión, curiosidad y fascinación por la atmósfera, la casquería y el nuevo trabajo visual. Todo eso ha ocurrido, pero además he sentido algo que no esperaba: miedo. Eso para un drogadicto del terror como yo es como el mayor de los colocones.
Resident Evil 7 se centraba en todo lo nuevo que pudiera englobarse en la saga: nueva perspectiva, nuevos personajes e incluso una nueva versión del famoso virus T que da sentido a la historia. Aparte de las posibles implicaciones comerciales relacionadas con el desarrollo, tiene mucho sentido que Capcom quiera mirar ahora al pasado. Ha descubierto nuevos horizontes para la serie y necesita volver a sus raíces. A pesar del riesgo que ello conlleva, la compañía lo está haciendo tan bien que no tenéis ni idea de las ganas que tengo de seguir jugándolo. Ahí tenéis los discos del juego original, seguramente, si queréis revivir la experiencia, pero la nueva versión de Resident Evil 2 tiene el potencial de convertirse en la mejor forma de vivir semejante clásico del terror.
Es un juego diferente, pero nos lleva a lo que define original. Según lo que he ido leyendo por Internet a tenor del E3, gran parte del desarrollo se ha centrado en encontrar un equilibrio respetuoso entre los elementos que hicieron tan bueno al juego original y todas las mejoras de interacción a las que nos hemos ido acostumbrando a lo largo de estos 20 años.
La vista pasa a la tercera persona, por lo que la cámara ha encontrado un punto intermedio entre esa primera persona claustrofóbica de RE7 y los planos fijos del título para PlayStation, a veces útiles, a veces torpes e incómodos. El movimiento de Leon es mucho más fluido, cercano al de los juegos de acción en tercera persona actuales, pero también tiene algo un poco tosco que nos lleva a los controles de tipo tanque originales —sin llegar a resultar frustrantes. Al apuntar, la retícula aparece enorme hasta que pasan unos segundos: Leon no tiene un pulso de muerto y eso se nota en la precisión. No obstante, la mecánica de disparo es buena, no como la del último título, en la que apuntar y acertar era cosa de suerte a veces.
Este nuevo Resident Evil 2 respeta la estructura clásica que domina el equilibrio entre tensión o indefensión y alivio o sentimiento de fortaleza. La séptima parte, para seguir con un ejemplo reciente, nos permitía mejorar nuestro arsenal hasta el punto de que les perdíamos el miedo a los enemigos, y aunque eso se cargara en parte el ritmo del juego a partir de cierto punto, tenía cierto sentido en su marco narrativo. Algo así no podría pasar en esta clase de resident. En este caso, los zombis suelen aproximarse a nosotros lentamente hasta que acercan lo suficiente para abalanzarse sobre nosotros.
En la sección de la comisaría de policía, por ser la primera del juego, la cantidad de enemigos es moderada, pero cada uno es muy peligroso. Si no tenemos cuidado, las cosas se pueden poner feas. Pude jugar dos veces, y en la segunda partida (aparte de correr como alma que lleva el diablo para ver más partes del juego) me despisté con las balas por dedicarme a jugar a desmembrar a los enemigos, por lo que más adelante tuve que sacrificar el matar a algunos enemigos en pos de seguir con vida. Hay un cuchillo, ¡pero sus usos son limitados!
El sistema de daños es el más flexible y avanzado que he visto nunca en un juego. Me vienen a la mente otros en la misma línea, como el de Dead Island, Dead Space o el del clásico Soldier of Fortune, pero esto parece un claro salto hacia adelante en “tecnologías de casquería”. En Resident Evil 2 un disparo de pistola puede hacer que salten trozos de carne y hueso y que se caigan extremidades, y uno de escopeta es tan espectacular que seguro que Pornhub reserva un apartado específico para vídeos de ello. El hecho de que cada disparo sea tan gratificante es casi una recompensa por sí sola ante la escasez de munición (más aún que la propia supervivencia).
La atmósfera que se nos presenta es rica en detalles y en sensaciones. La oscuridad, la iluminación, los colores y los ruidos hacen un trabajo increíble para hacernos sentir dentro de ese departamento de policía de Raccoon City. A pesar de resultar tremendamente familiar, el repaso estético y sonoro le viene que ni pintado, porque todo lo que un día dejó de darnos miedo recupera energías para volver a cautivarnos. Pero el trabajo de actualización destaca cuando todo se pone en marcha y los pasillos se pueblan de no muertos. Esa atmósfera pasa a agobiarnos incluso a pesar de disfrutar de controles más cómodos.
Hay novedades como la reparación de ventanas para contener la invasión de zombis en algún pasillo en especial. No es Fortnite, tranquilos, pero es un detalle que propone una nueva capa de estrategia que nos resulta muy atractivo. Este detalle nos da que pensar que el Resident Evil 2 completo tendrá más de una sorpresa escondida bajo la manga. Fácil sería hacer una versión actualizada de semejante juego metiéndole mejores gráficos y dejando todo sin tocar, ¿no creéis? No es el caso. En esta entrega se ve un encuentro idílico entre la verdadera esencia de la saga y todo lo aprendido por el camino. No sé qué hacer con mi vida ahora que sé lo que me espera en enero de 2019. Los que me conocen saben lo poco pasional que soy con la mayoría de los videojuegos, pero este ha tocado todas mis parafilias videojueguiles y no sé qué hacer para hacer de la espera algo más liviano. Si queréis echarme una mano, enviad un cerebro de lector a “Cerebros de lectores, apartado de correos”…
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