Avance New Super Mario Bros. 2 ,3DS

Decía Reggie en el E3 que a la hora de hacer un Mario, la gente comenta: "quiero que sea lo mismo de siempre pero totalmente revolucionario". Esta paradoja, al parecer imposible de conseguir, es lo que se le da bien a Nintendo. Al menos, con New Super Mario Bros. 2, donde algo tan antiguo como las monedas rompen con el leit motiv del juego. Y, sin embargo, el Mario que podría revolucionar por nueva plataforma, WiiU, no nos transmite nada en absoluto. Pero eso es, de momento, apreciación personal.

Te pones a los mandos para recorrer el mundo 1 y aparentemente nada ha cambiado, pero en el momento en el que tu cerebro empieza a tramsitir las mismas ondas alfa que siempre que coge un Mario en la palma de la mano te sale la flor o el bloque dorados y se produce un electroshock. Las monedas empiezan a inundar la pantalla y ese contador perenne que decora la esquina inferior derecha empieza a cobrar sentido. "Habrá un premio al conseguir el millón de monedas", nos dicen de Nintendo. Y tu cabeza empieza a soñar con el maldito cubo de Molineux.

Por mucho que New Super Mario Bros 2 tenga más monedas que el tío Gilito o hasta disponga de cooperativo, los mundos son lo que son. Los jefes intermedios y finales son incluso más fáciles que en ediciones anteriores. En definitiva, un buen Mario donde sin embargo hay algo masónico en recoger tantas monedas y superar récords. Mención especial a la opción 3D, que lejos de exagerar el fondo, produce simplemente profundidad de campo, como si te hubieras puesto una bandana en la cabeza y solo quisieras concentrarte en lo que tienes delante.

Ahora es cuando llega lo bueno. La Fiebre del Oro es ese modo por el que nos tiraremos tanto tiempo recogiendo monedas como los nativos buscando pepitas con rústicas bateas en ríos auríferos. Las reglas: selecciona un set de niveles aleatorio e intenta recopilar todas las monedas que puedas con solo una vida. El frenetismo que produce querer profundizar en el escenario sabiendo que tienes poco tiempo logra lo mejor que le puedes sacar a un Mario: la exploración exaustiva y el speedrun en una ecuación de segundo grado que tienes que balancear. 

Las primeras veces, sencillamente morirás, después conseguirás récords de mierda y cuando te suba la fiebre del oro, probablemente morirás otra vez, por arriesgar demasiado. Recoger muchas monedas y no morir significan multiplicadores, y en ese momento en el que aparece un icono retro de una moneda x 2 es cuando nos damos cuenta que este New Super Mario Bros. 2 comparte con nosotros la afición por jugar, por el reto y por superarse a sí mismo. El dogma de los años 80 y 90. Y, quizá por eso, este segundo Mario cautive por igual a los viejos soñadores escondidos en las esquinas moviendo sus pulgares y deseando que los videojuegos siguieran siendo algo para inadaptados sociales tanto como a tu primita de 8 años, que probablemente no tiene la habilidad para hacer un "Carrera + salto", pero que a base de jugar cincuenta veces más que tú termina consiguiendo más monedas. Y es que hay algo en el oro, un misterio, un nosequé, que aunque sea virtual despierta tus deseos más básicos y más 2D. Yo le habría quitado polígonos y le hubiera llamado Super Mario Land 4.