Y pude jugar a Mortal Kombat X. Justo lo que esperaba de lo nuevo de Netherrealm: nuevo roster, mejoras con respecto a 9, inspiración obvia de Injustice y opciones increíbles. Lo que más me impactó fue el cambio de especialidad en cada personaje, disponiendo de tres, cada una de ellas convierte al personaje en uno diferente. El caso de Kano, que podía ser un personaje de cogidas o uno de larga distancia mediante la selección de una u otra especialidad. ¿Qué posibilidades dará eso al resto de personajes?
Personajes que, por cierto, son estupendos. Tuve la ocasión de probar a la hija de Johnny y Sonya para comenzar y quedé absolutamente satisfecho con lo visto. Me parece una elección robusta, de múltiples posibilidades en corta y larga distancia y un diseño espectacular. No acabé ahí: Sub-Zero y Scorpion son el enlace de conexión con los seguidores más clásicos de la franquicia, que aunque cuentan con otros referentes míticos como el citado Kano o Raiden, lo que imperan son las nuevas caras.
Más allá de Cassie, que es amor, ahí entran personajes como D'Vorah, una especie de insecto humanoide, Kotal Kahn que es un brawler tremendo y Ferra & Torr, que son los personajes que me han enamorado. Luchan juntos, y aunque suene tópico decirlo cuando se lleva a dos personajes a la vez, inevitable acordarse del JoJo's Bizarre Adventure de CPS3. Es un personaje tan bien hecho que veremos cómo acaba resultando una vez salga a la venta. Sin querer ser pájaro de mal agüero, claro.
Torr es un gigante, Ferra es una pequeña asesina colocada en su espalda. Torr pega unos golpes de escándalo, y puede lanzar a Ferra para que ataque en distancias cortas mientras Torr saca partido de la distracción. Lo difícil de un juego con la solera de una franquicia como Mortal Kombat es saber mantener fresco al roster, y si algo están haciendo bien en la presente ocasión, precisamente, es mantenerlo a un nivel tan excelente. Esperemos que no se tuerza con el paso del tiempo y le acabe pasando como al plantel de Soul Calibur V. Tiempo al tiempo.
Los escenarios, al igual que en Injustice: Gods Among Us, interfieren de forma activa en la batalla. No hay una gran diferencia al respecto de lo visto en la gran batalla de super héroes que orquesto con éxito Netherrealm hace unos meses, por lo que no se puede añadir mucho al respecto hasta que no tengamos el software en las manos y veamos si se les ha ido de las manos, que era el principal temor que había en Injustice en su momento, a pesar de que al final fuese infundado, por suerte. Todas las pantallas tienen elementos por el momento del que sacar partido, alguno algo sádicos, pero necesarios para la serie.
Ciertamente, su condición transgeneracional no lo lleva a ser un juego excesivamente espectacular en el apartado técnico a pesar de correr en PlayStation 4 y Xbox One, pero tampoco luce mal, no me malinterpretéis. Es fluido y se ve fantástico, hay una gran mejora con respecto a Injustice de PlayStation 4, pero me pregunto cómo acabará sentido esa mejora técnica que lo deja con los grilletes puestos en la pasada generación pero que parece ser demasiado para los circuitos de PlayStation 3 y Xbox 360.
Como viene siendo habitual con los juegos de múltiples generaciones, se obvia mostrar el de la anterior generación, algo que podría acabar resultando decepcionante para los jugadores que todavía no han dado el salto. La misma batalla de siempre, nada nuevo bajo el sol de Colonia. Lo importante es que se avecina el segundo gran juego de lucha de la generación de One y PlayStation 4, y eso es motivo de celebración para cualquier fan del género. Queda que se confirme el estreno de Guilty Gear Xrd en Europa y ya podremos ir a tomar unos mojitos con nuestras PlayStation 4. ¿A qué esperas Ishiwatari?