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Avance Mario & Luigi Dream Team Bros ,3DS

Las primeras horas no decepcionan. Un RPG bajo el estandarte de la originalidad.
Lunes 10 de Agosto de 2020 por Álex Pareja

Un nuevo Mario & Luigi siempre es un placer. Puede parecer una saga menospreciada por el público general porque no es un plataformas como lo que uno esperaría de un juego con el famoso nombreo, porque no a todo el mundo le atrae un RPG por turnos por pensar que se basa en combates estáticos y repetitivos, o sencillamente porque hay tanto basado en Mario aparte de esos plataformas que uno ya no sabe si será bueno o no, si será un Mario Kart 7 o un Mario Kart Double Dash, un Super Mario Strikers o un Strikers Charged, un Mario Party 3 o un Mario Party DS, un Paper Mario: La Puerta Milenaria o un Paper Mario: Sticker Star,... Pero lo cierto es que con Mario & Luigi no hay equivocación posible, toda la saga está conformada por juegos imprescindibles que pueden agradar a cualquier tipo de jugador, y este cuarto apunta a repetir méritos.

 

Las primeras horas con Mario & Luigi: Dream Team Bros. no decepcionan. Podríamos esperar más del apartado gráfico, que se conserva en 2D y sin muchos alardes por aquello del conservadurismo de Nintendo, pero empieza con humor, y empieza con acción. De hecho, empieza con una mezcla de ambas, con toda una emboscada que resulta ser una gran broma que nos sirve como introducción a todo tipo de tutoriales tanto de exploración de campo como de combates, ya que aquí la mecánica es diferente a la de un RPG al uso. Llevamos sólo a dos personajes, Mario y Luigi, y sólo utilizaremos dos botones, A y B, uno para cada personaje, con acciones contextuales, pero sólo con A para Mario y B para Luigi. Realmente, es muy simple, pero las opciones que ofrecen sólo con echarle imaginación son ilimitadas y no se conforman sencillamente con elegir un comando.

 

Explorar, hablar, ver enemigos, combatir, plataformear y descubrir,... Todo en el mismo mundo.

 

En combate, todo es cuestión de timing, y sólo con dos botones. Cada enemigo tiene sus propias mecánicas de ataque y hay que responder a ellas de una forma única, pero sólo pulsando A o B, y hay que estar muy atento para contraatacar. Si un enemigo mira a Mario, irá a por él y habrá que pulsar A para saltar sobre su embestida y evitar el daño, o saltar con precisión para pisarlo sin piedad en el momento justo en que pasa por debajo. Pero si un enemigo, por ejemplo, mira hacia Mario después de un par de saltitos de preparación, es un engaño e irá hacia Luigi, con lo que habrá que pulsar B en el momento correcto. Lo mismo para atacar, dependiendo del enemigo, bajo unos patrones ya típicos de, por ejemplo, utilizar el martillo y no el salto para los que tienen pinchos en la cabeza.

 

Parece sencillo, pero demuestra mucha profundidad, y cada vez más con cada enemigo que nos encontramos o con cada nueva acción contextual que descubrimos. Pero lo mejor son los ataques especiales, que desde luego no podían limitarse a, sencillamente, pulsar un botón, sino que aquí son ataques Tándem, combinaciones especiales que hacen cooperar a Mario y a Luigi, haciéndonos pulsar A y B a diferentes ritmos para causar diferentes efectos, como por ejemplo, patear un caparazón de Koopa Troopa con A, que rebote en el enemigo y tener que volver a patearlo con B, y así hasta estar muy cerca y realizar un súper tiro. Y todo esto lo aprendemos en cuestión de una hora.

 

Los enemigos se multiplican en el mundo de los sueños... ¡Pero Luigi también!

 

A medida que avanzamos descubrimos la peculiaridad de esta entrega. En el primer Mario & Luigi, en Game Boy Advance, se presentaba este sistema de A y B. En el segundo, Partners in Time, coordinábamos a Mario y Luigi con A y B en la pantalla inferior y a sus bebés en la pantalla superior con X e Y, y en el tercero, Bowser's Inside Story, manejábamos a Mario y Luigi en la pantalla táctil desde dentro de Bowser, al que manejábamos en la pantalla superior. Aquí la novedad es el mundo de los sueños, un mundo en el que Luigi puede ser cualquier cosa que se imagine.

 

La decepción de las primeras horas es saber que, como todo RPG, no avanza tan rápido como nos gustaría, y después de ver miles de posibilidades y locuras en varios tráilers, sólo ha dado tiempo a ver las dos primeras habilidades Luiginarias, una para la exploración y otra para el combate. Introducir a Luigi en un árbol sirve para que su bigote se convierta en sus ramas. Tirando del bigote de Luigi en la pantalla táctil podemos estirar las ramas del árbol en la pantalla superior para impulsar a Mario a nuevas plataformas. Habrá muchas más, y en cuanto descubres la primera no puedes esperar por conocer las demás. Pero lo más original llega en el combate, con el primer Tándem Luiginario que monta a Mario sobre un Katamari hecho de Luigis que va rodando hacia el enemigo a medida que crece adhiriendo a todos los Luigis que podamos enganchar girando la bola con los giroscopios de la consola, momento en el que, muy buen detalle por cierto, el 3D se desactiva automáticamente para que no se desdoble la imagen al girar la 3DS. Pero queremos ver mucho más.

 

Es el año de Luigi y aquí es el protagonista absoluto. Cada habilidad Luiginaria te hace admirarle más.

 

Y en poco más de un par de horas se atisba mucho que hacer. Multitud de personajes con los que hablar con diálogos desternillantes de los que disfrutar, misiones secundarias típicas como la recolección de judías a medida que vayamos adquiriendo nuevas habilidades, una nueva raza de seres-almohada a rescatar,... Y no es un mundo abierto en el sentido de mapamundi, sino que tenemos mucho territorios para explorar en el que cada nueva sección es una sala llena de puzles, secretos, amigos o enemigos, y mucho más por lo que volver atrás a medida que progresemos. Desde luego, Mario & Luigi Dream Team Bros. promete no bajar el listón de este gran año de lanzamientos que está teniendo 3DS.


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