Todo explota.
Si tuviese que resumir lo que ofrece Just Cause 3 por lo que ví junto a su director en la pasada Gamescom y tras poder probar el juego el otro día durante unas pocas horas, sería así: todo explota. Y es que cuando sus propios desarrolladoes hablan de su obra no dudan en destacar precisamente eso: sus características locas de destrucción. Sabemos a lo que venimos y sabemos de sobra lo que la tercera entrega de la franquicia protagonizada por Rico nos va a proporcionar.
Pude probar el juego desde el principio, en una versión del título que no estaba terminada del todo según me comentaron pero que ya me proporcionó información casi de sobra para entender lo que vamos a tener en el juego completo. Seríamos demasiado ilusos si esperáramos alguna revolución en su concepto de mundo abierto, sus mecánicas o el desarrollo de sus misiones. Just Cause 3 es locura, destrucción y acción.
Sin más.
La primera escena del juego nos sitúa encima de un avión, con Rico tratando de lanzar misiles a los enemigos. Después nos dejan en una zona en la que aprender rápidamente a utilizar el gancho, que será nuestra herramienta básica a partir de ese momento. Podremos utilizarlo para desplazarnos, para atacar a los enemigos, para destruir distintos elementos de los escenarios... el gancho será nuestro mejor amigo durante todas las horas que pasemos en el mundo abierto de Just Cause 3.
Y ya sabéis cómo será este mundo abierto: una isla paradisíaca bastante grande que nos dejará ver preciosas estampas y paisajes, con zonas distintas y con la posibilidad de viajar entre ellas como más nos guste: utilizando vehículos, helicópteros, paracaídas o un interesante traje volador que nos permitirá planear con velocidad por las distintas partes del escenario. Pero lo más importante es saber cómo funcionará el mundo abierto y qué deberemos hacer en él, por supuesto.
Como cualquier sandbox típico, Just Cause 3 nos permitirá señalizar las misiones o desafíos que queramos realizar en nuestro mapa para dirigirnos hacia ese punto y dar comienzo a la acción. Sin embargo, el juego utiliza un sistema en el que no se nos permitirá acceder a todas las misiones ni desafíos de una parte del escenario en concreto hasta que no "liberemos" esa zona. Entendedlo como lo que hemos visto en otros juegos de mundo abierto como Far Cry o Assassin's Creed; en éstos debemos llegar a las torres de radio o escalar distintos monumentos para poder desbloquear las misiones de esa zona. Just Cause 3 juega con ese concepto de la misma manera, pero no solo nos bastará con alcanzar un punto concreto del escenario.
Para liberar una zona y de esta forma poder desbloquear las misiones que nos permitirán seguir avanzando por el juego deberemos, como no podía ser de otra manera, armar un caos y hacer explosionar todo lo que veamos. En la pantalla aparecerán los elementos que deberemos destruir en esa zona y, una vez conseguido, izar nuestra bandera para dar por concluida nuestra conquista del escenario. A partir de ese momento sí que podremos acceder a las distintas misiones.
¿Qué tal funciona este sistema de liberación de zonas? Bueno, a mí no me gustó excesivamente. Sí que está bien llegar a un lugar y destruir todo lo que veamos por el camino mientras matamos a enemigos sin descanso, pero no tendremos información concreta en el mapa de los elementos que deberemos destruir. Es decir, que deberemos buscarlos nosotros dentro de esa zona limitada del mapa. Hay cosas que se ven a simple vista, otras que te tienes que encontrar sí o sí, pero otras que exigen algo más de vista y de exploración. Y creedme, a veces se hace algo aburrido tener que dar vueltas sin parar por una misma zona hasta que por fin podemos ver ese elemento que se nos ha quedado por el camino y que nos evita poder capturar esa zona. Quizás, en este caso, algo más de información en el mapa o en pantalla hubiese venido algo mejor.
Lo mismo pasa con las misiones en sí: resultan espectaculares y todo se basa, al menos en las pocas que pude probar referentes a las misiones principales, en destruir y matar a enemigos sin descanso. Hay muchas formas en que poder destruir todo y se nos da cierta libertad para hacerlo, pero no deja de ser una repetición constante. Es divertido, caótico, espectacular... pero tengo muchas dudas de que este sistema funcione durante decenas de horas. Yo quedé algo cansado de repetir lo mismo una y otra vez.
Como podéis imaginar, no se le da mucha importancia a la trama y pasa por un segundo plano totalmente secundario. Podemos pedir suministros al más puro estilo Metal Gear Solid V The Phantom Pain, pudiendo elegir ciertas armas que queremos e incluso distintos vehículos (que hayamos conseguido antes en el mundo abierto) para poder seguir sembrando el caos. También nos encontraremos con misiones secundarias más ligeras pero igualmente locas, como una que me encontré en el que debía ayudar a un pobre hombre a llevar su coche a la gasolinera más cercana, ya que se había quedado sin combustible. Como podéis imaginar, la forma en que lo hice fue atando el coche con el gancho y arrastrándolo por el escenario, chocando contra otros coches, cayéndose por barrancos... vaya, que a lo mejor el repostaje no le salió demasiado barato.
Las posibilidades de destrucción también son enormes y, por ejemplo, pude destrozar un puente enorme al completo colocando cargas explosivas en cada uno de sus cimientos. Y es espectacular, y algunos enemigos cayeron durante el proceso... pero al cabo de un rato, si vuelves a pasar por allí, el puente volverá a estar entero. Que es entendible, por supuesto (si no al final el juego terminaría siendo un desierto lleno de destrucción y muerte), pero hay también otros elementos más "cutres" que te sacan un poco de la experiencia.
Just Cause 3 va a proporcionar exactamente aquello que esperamos de él: espectacularidad, momentos de acción y locura. Ni habrá profundidad argumental ni tampoco jugable, pero quizás ni lo necesite. Falta ver que no se haga demasiado repetitivo con el paso del tiempo (que parece algo inevitable) y si las misiones principales consiguen ser algo mejores que las que pude disfrutar, que tampoco daban para mucho, la verdad. También me encontré con algunos pequeños problemitas en el control (que no resultaba especialmente preciso en según qué circunstancias) y habrá que ver si el sistema de habilidades no se hace muy pesado, ya que para poder desbloquear nuevas habilidades habrá que realizar desafíos como carreras contrarreloj con vehículos o con el traje aéreo.
Eso sí, todo explotará.