Avance Hitman ,PC,PS4,XONE

Tenía sentimientos encontrados a la hora de enfrentarme a este nuevo Hitman episódico en mundo abierto con ambición de sandbox que nos prometía IO Interactive y que desde Square Enix se prometía épico. Por un lado, los grandes placeres que en su momento me provocaron los primeros episodios de la saga me hacían esperar algo grande, por otro, la incongruencia de ese Hitman Absolution que, aunque convenciera a muchos, a mí me dejó descolocado, me hacía tener miedito. ¿Al final? Vayamos por partes.

 

El día del nombre

La beta cerrada de Hitman ha recaido por entero sobre una parte del prólogo, lo que no nos ha permitido ver hasta donde alcanza esa libertad de acción 'en el mundo real' y toda esa vocación de sandbox que aún está por demostrar. 

 

 

El prólogo nos pone en la piel de un calvo 'muy preparado y prometedor' que, supuestamente, ha perdido la memoria. Digo lo de calvo porque en ese momento no tiene nombre, ya que el prólogo viaja al pasado para situarnos 20 años antes de la misión Showstopper de París, que pudimos disfrutar a través de un vídeo gameplay del juego en agosto del año pasado. 

 

Nos encontramos con un Hitman muy joven, amnésico, que acaba de sobrevivir al 'incidente de Rumanía' y que entra en contacto por primera vez con la ICA. Caras conocidas como la de Diana Burnwood, que se estrena como mentora de el joven a quien teminará adiestrando en la agencia y unas instalaciones secretas de la ICA son el punto fuerte de un Prólogo en el que descubrimos de donde saca su nombre el Agente 47 y los problemas que causa su ingreso en la agencia y que tendrá repercusiones futuras. 

 

Respecto a la narrativa, nada nuevo bajo el sol: Cinemáticas heredadas de los thrillers políticos de ambientación militar, algunos diálogos que rozan a Frederick Forsyth o John le Carré aunque tienden a parecer sacados de los tiempos en los que Tom Clancy se dedicaba a escribir, escenas que os recordarán al interrogatorio de Black y el viejo juego del poli bueno / poli malo, y el yo respondo por él.

 

 

Misión: Aprobar en junio

Como digo, la beta no nos ha permitido tener acceso a todo los prometido de las misiones abiertas, el mundo abierto y todo lo que se promete con el Hitman más ambicioso hasta la fecha. Al haber centrado su muestra en una parte del prólogo, todo lo que ofrece en ese sentido son cinemáticas y un par de escenarios de entrenamiento libre en el que podremos poner a prueba las habilidades de nuestro joven asesino sin que ningún templario venga a aguarnos la fiesta -venga, va, estaba a huevo-. 

 

Respecto a los escenarios, el primero es de práctica e incluye como misión asesinar a un peligroso informático que aprovecha sus habilidades de hackeo para robar secretos de estado y venderlo a potencias extranjeras, entre otras lindezas. El objetivo se encuentra a bordo de un yate de lujo celebrando una macrofiesta en la que ha concertado una reunión 'de trabajo'. 

 

El segundo escenario es el examen, un hangar militar en medio de la nada en el que un peligroso doble espía se prepara para abandonar las instalaciones. Un escenrio mucho más complejo que el anterior y que trata de indicarnos la pluralidad de entornos que encontraremos en el juego una vez vea la luz en marzo de este año.

 

Como decíamos al principio, todo tiene lugar en las instalaciones secretas de la ICA, por lo que ambos escenarios son entornos falsos creados con atrezzo en el interior de dichas instalaciones. En este sentido hay que reconocer que el trabajo está muy bien hecho a ambos niveles, dando una sensación de atrezzo muy interesante que, al ser un versión pre-alpha, todavía puede mejorar de cara al lanzamiento. 

 

 

Entrando en acción

Sin posibilidad de ver cómo funciona el nuevo sistema de juego, con unos escenario interesantes a falta de ver la versión final y unas cinemáticas tirando a pobres que cuentan una historia de novela de espionaje un tanto trillada, nos queda por ver al Agente 47 en acción, el apartado que más brilla de toda la beta. 

 

En este sentido debo decir que Hitman me ha sorprendido gratamente con un estilo de juego que vuelve a sus orígenes pero aprovechando todo lo bueno de la nueva tecnología con situaciones más coherentes y una mayor facilidad a la hora de establecer nuestra estrategia y poder llevarla a cabo. 

 

Las formas de acabar con nuestros enemigos son mútiples, y si bien el juego sigue pecando de tener a los miembros de seguridad divididos en varias secciones -o lo que es lo mismo: puedes liarla parda en un sector y en el sector siguiente nadie se ha enterado de nada-, el comportamiento enemigo y la IA de los rivales ha avanzado bastante, a falta de ver la versión final del juego. 

 

Hitman sigue invitándonos a infiltrarnos en los escenarios de misión aprovechando trajes, disfraces y uniformes, y lo hace con un nuevo y mejorado motor de sospecha que hace que algunos personajes estén más alerta que otros y que no todo el mundo pueda descubrirnos a poco que nos acerquemos unos pasos. Incluye las actividades cotidianas que pudimos disfrutar en Absolution de una forma más sutil y mejor llevada, y como digo, las oportunidades de acabar con  nuestro objetivo y las rutas de acceso son gratamente numerosas, más teniendo en cuenta que nos encontramos en dos entornos cerrados. 

 

Una vez más podremos elegir entre no dejar títere con cabeza o eliminar únicamente a nuestro objetivo, disparar a todo bicho viviente o ser sigilosos y desaparecer sin que siquiera perciban el asesinato hasta un tiempo después de que hayamos desaparecido. En este sentido, el juego lo hace muy bien, propiciándonos varias oportunidades que podemos activar o desactivar como pista y que nos permitirán disfrutar de la misión de una forma que antes nunca había visto en ningún Hitman.

 

 

Dificultad ajustable

El paso de la saga a este último episodio es un paso parecido al que en su momento dio Splinter Cell con Pandora Tomorrow, aunque sin esa casualización obligatoria que sufrió el título protagonizado por Sam Fisher. Por un lado, moverse por el escenario es mucho más intruitivo y sencillo, las misiones y la forma de acometerlas tienen una lógica más fluida que los anteriores episodios, y el juego responde muy bien con multitud de objetivos que nos invitarán a la rejugabilidad.

 

Por otro lado, las ayudas que ofrece este nuevo Hitman pueden desactivarse desde el menú de pausa para hacer de la experiencia algo más auténtico sin por ello convertir el juego en un imposible: Desactivar el brillo de los objetos importantes, eliminar los iconos haciendo desaparecer todo rastro de datos y ayudas en pantalla y jugar con el número de oportunidades en forma de pista de muchas a pocas o ninguna son sólo algunas de las opciones que tenemos para ajustar el juego a nuestros gustos y hacer que la experiencia pase de ser Los Cinco en Peligro a ser El Espía que Vino del Frío.  

 

Para terminar, aún hay cosas que rechinan entre los aciertos, como la posibilidad de llevar todo un arsenal de objetos y armas de una mano ocultas bajo el estrecho traje del protagonista o la estupidez de la IA en algunos casos, así como lo que ya mencionamos de la seguridad dividida en sectores. Hay momentos en los que los soldados avisan por radio que van a investigar algo, le damos un porrazo, le quitamos el uniforme y nadie viene a investigar, así como incongruencias en lo escenarios como el que puedas matar libremente a los miembros de la ICA que forman parte del examen sin que haya problemas. 

 

No obstante, visto lo visto, Hitman promete y puede ser el episodio que todos esperábamos. Ha conseguido que su jugabilidad no sea un paso de un truqui a otro, ha confiado en el jugador a la hora de dejarnos desactivar las ayudas, y ha sabido aprovechar lo aprendido en Hitman GO para introducirlo en un juego con una jugabilidad muy diferente. Habrá que esperar a ver cómo evoluciona la cosa de cara a su lanzamiento, pero sin ser la última maravilla del mundo, la beta de Hitman me ha dejado con ganas de saber cómo sigue la cosa. 

 

¡Nos leemos!

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