Avance Hitman Absolution ,PC,PS3,X360
47 se ha hecho autónomo. Lo que leéis. La Agencia le ha traicionado y ha abusado de él. Pero nadie le toca las pelotas a 47. Es el mejor asesino que nadie puede contratar y sabe perfectamente cómo funciona la Agencia y a quién tiene que acudir para atacarla donde más le duela. Por eso ha decidido tomarse la justicia por su mano. Las cosas nunca antes habían estado tan mal para Hitman. La Agencia tiene el poder suficiente para volver a medio mundo en su contra y no tendrá escrúpulos a la hora de acabar con su contrato para siempre. Con este panorama, el Agente 47 tiene que mover cielo y tierra para descubrir una horrible verdad que se remontará a su propia historia y la creación de su propia leyenda.
En anteriores episodios os traía unas reflexiones sobre el segundo nivel del juego, en el que, si os acordáis, teníamos que encargarnos de finiquitar al rey de Chinatown. Pues bien. Ahora ya he catado tanto los cinco primeros niveles como el modo de contratos, todo un parque de recreo para donde dejar jugar al homicida que llevamos dentro. Voy a hablar de la experiencia de juego única y exclusivamente. Soy de la creencia de que hay un infierno especial para los que desvelan detalles de las tramas… y según mis calculos no es el infierno al que debería tocarme ir.
Las misiones en Hitman: Absolution han adquirido cotas épicas de variedad. Cuando entramos la misión, lo único que sabemos es que acabaremos cumpliendo el objetivo final, pero no sabemos lo que nos habremos encontrado por el camino. El juego se adapta a la forma de jugar de cada uno, con lo que bienvenidos son sigilosos, Mortadelos, los divos que solo quieren llamar la atención, los eclécticos, los torpes… Cualquier vía que elijamos tendrá la aprobación por parte de los desarrolladores en forma de retos completados.
Los retos también aseguran que, una vez completamos un nivel, queramos volver sobre nuestros pasos para llegar a cumplirlos todos. Hay retos que nos piden no ser detectados o no cambiar de traje en ningún momento, otros nos piden aprovechar las muertes contextuales, etc. Juraría haber visto un reto que pedía hacer un saludable teabag sobre el cadáver de un enemigo, pero no estoy seguro… El caso es que nos interesará acumular estos retos para mejorar la puntuación que obtendremos. Esta puntuación nos permitirá compararnos con otros jugadores y, más importante, adquirir mejoras para 47, tanto de armamento o disfraces como de capacidades.
Hay una característica que había pasado por alto en mi anterior cita con 47; se trata del instinto. El instinto es una habilidad que permite al calvo realizar varias acciones. Primero, le permite observar el campo de trabajo con ojitos tiernos. Muy à là Batman y su modo detective. Segundo, en las ocasiones en que un enemigo pueda detectarnos, podemos activarlo y, muy sutilmente, el calvo ladeará la cabeza para que, mágicamente, pasemos inadvertidos. Y tercero, 47 puede activar un modo para marcar a varios enemigos y acabar con ellos en un par de tiros. Estos dos últimos usos uso gastan la barra de instinto, pero esta se recupera fácilmente cumpliendo objetivos, escapando de los enemigos de formas originales, acabando con ellos silenciosamente y esa clase de cosas.
En lo que respecta al modo para un jugador, os pido encarecidamente que lo saboreéis con mucha calma, porque la velocidad no hará más que emborronar todos los detalles que tiene cada escenario. Me explico. Con el poco tiempo con el que contamos cuando probamos un juego en las oficinas de la compañía, lo normal es querer ir lo más rápido posible para ver más y más y más y… eso. Al hacer esto salí con la impresión de que Hitman Absolution no dejaba un momento de respiro. Os digo de antemano que durante dos niveles seguidos, 47 huye de la policía. Es decir, mucho movimiento y poca observación. Por eso os recomiendo una vez más que os lo toméis con calma cuando esté en vuestras manos.
El modo contratos parte de una sencilla premisa: uno mata y el resto trata de imitarlo. Para ello, nos metemos en uno de los escenarios que hayamos completado y matamos como queramos. El juego se ocupará de registrar cada uno de los parámetros que acompañaban esa muerte: el atuendo, el arma, la posibilidad de que nos hayan visto o no, etc. Luego, por cada requisito cumplido, se nos proporcionará dinero para gastar en mejoras. La cosa puede escalar rapidísimo si tenemos en cuenta todas las posibilidades que proporciona Hitman Absolution. No es un multijugador al uso, es un concepto más parecido a grabar un fantasma para que otros traten de mejorar tu actuación, pero sigue teniendo mucha chicha.
Por último, quiero hacer una mención especial a Glacier 2 en contraposición con la física. Las iluminaciones, las texturas, las animaciones… todo es fermosísimo y muy realista, pero señores de IO Interactive, ¿en qué cabeza cabe que el señor 47 tenga la capacidad de desplazar a esos cientos de personajes que pueblan los escenarios como si de papeles se trataran? Me gustaría pensar que es un gran fallo que está por arreglar. Hay que tener en cuenta que la prueba se hizo sobre una versión no final y aún puede haber fallos por solucionar… pero hay cosas que ya olían a cocinadas. Por otro lado, el modelado de los personajes tiene sus momentos oscuros a ratos. Eso de encontrar a exactamente el mismo gorila de discoteca repetido cinco veces por el escenario rompe un poco la magia de Glacier 2.
47 y yo nos llevamos bien, lo reconozco. Me gusta su estilo y me adapto muy fácilmente a su forma de pensar. IO Interactive tiene en sus manos uno de los posibles éxitos de estas Navidades. El título ya tiene asociado el carácter de una franquicia que logra mantener. Se han perfeccionado muchos elementos y se han añadido otros con cuidadito de no romper nada, cosa que se agradece. Es bonito, sólido y agresivo: Hitman Absolution llegará el 20 de noviembre para romperos el cuello con cariño.
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