Avance Ghost Recon Breakpoint ,PC,XONE
Nos emocionó con su planteamiento, puso las apuestas muy altas y nos dejó con ganas de catarlo. Tras un fin de semana dándole caña a Ghost Recon Breakpoint y sin poder tocar muchos temas hasta ver la versión final, una cosa nos queda clara: estamos ante el Ghost Recon más ambicioso hasta la época en lo que respecta a profundidad, cantidad y accesibilidad.
Bienvenido al archipiélago de Auroa.
Ghost Recon Breakpoint huye de las localizaciones reales de Wildlands y nos planta en Auroa, un archipiélago en el Pacífico que ha servido de escenario para la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías armamentísticas y de defensa. Tras la desaparición de un buque estadounidense y el silencio de comunicaciones, nos toca ir a echar un ojo a ver qué se está cociendo en la zona, que para algo somos el jefe de la patrulla Ghost.
Pero la cosa no va a ser tan sencilla. Tras ser derribados al sobrevolar la isla, deberemos encontrar al resto de la patrulla mientras nos enfrentamos a un peliogroso ejército y hacemos buenas migas con las facciones de rebeldes y la resistencia de Auroa. Los ghosts se convierten en investigadores, supevivientes y azote táctico en una nueva entrega que vuelve a cambiar las normas sin dejar de echar un ojo a otros títulos de la compañía para mejorar su experiencia.
Las clases, una obligación
Una de las primeras cosas que llaman la atención de Ghost Recon Breakpoint es la inclusión de clases desde casi, casi el primer minuto. Dado que vamos a enfrentarnos en equipo a los malos -o esa es la idea- nada como crear un personaje único que se complemente con el resto del equipo. Sanador, Comando, Francotirador y Pantera, la clase que elijamos nos otorgará distintas bonificaciones como sanación más rápida, curación por baja, mejor pulso o extra de sigilo.
Lo bueno es que Ghost Recon Breakpoint es consciente de que no siempre jugamos en equipo, por lo que configura un impresionante árbol de habilidades que nos permitirá configurar un ghost ecléctico que domine habilidades y ventajas de varias clases. Así, junto a las habilidades pasivas, las bonificaciones por clase y los objetos de clase, podremos equiparnos hasta tres ventajas que nos permitan correr más rápido, hacer más daño, recuperar antes la energía, aumentar nuestras posibilidades de pasar inadvertido y un largo etcétera.
Modo explorador: misiones, objetivos e investigaciones.
Ghost Recon Breakpoint sigue la estela del exitoso Assassin's Creed Odyssey e incluye un modo exploración mejorado que nos pondrá las cosas más difíciles y naturales en nuestra aventura. En vez de colocar los marcadores y decirnos en todo momento lo que devemos hacer, se nos darán algunas pistas acerca de la zona y la ubicación de nuestros objetivos. Esto nos obligará a explorar la zona, interrogar a oficiales enemigos, hackear redes e interceptar señales para localizar a nuestro objetivo, una buena idea que huye de los marcadores de toda la vida -que podemos activar cuando queramos- haciendo de la experiencia algo mucho más rico.
Por si esto fuera poco, Ghost Recon Breakpoint se promete teriblemente profundo. A las misiones propias, que incluyen eliminar a la amenaza, proteger a los supervivientes, encontrar a los ghosts perdidos y buscar una forma de escapar del archipiélago, se unen varios conjuntos de misiones estra. Misiones de facción que desbloquearán aspectos, armas, piezas y vehículos se unen a Investigaciones que nos llevarán por todo el escenario buscando pistas y misiones secundarias que nos ayudarán a mejorar nuestra relación con los supervivientes locales. Unid a esto las clásicas misiones de buscar armas y piezas o limpiar asentamientos para conseguir tener acceso adiferentes intels que nos den pistas de nuevas tareas y la cosa se promete casi infinita.
RPG y acciones en tiempo real
Ghost Recon Breakpoint aumenta el component RPG de la saga con el ojo puesto en el trabajo de Ubisoft para The Division 2. Aparte de los puntos de experiencia que desbloquearán puntos de habilidades, podremos equiparnos distintas armas y piezas de equipo con diversas puntuaciones que marcarán nuestro nivel de equipo. Mismas armas y piezas tendrán distinto nivel según avanzamos, y si desbloqueamos las habilidades necesarias podremos mejorar su versión Mk. Por si esto fura poco, podemos pintar cada pieza de nuestras armas, personalizarnas y mejorar su rendimiento con distintas piezas.
Otro elemento a tener en cuenta, uno de los que más me ha convencido, es el de las acciones en tiempo real. Beber de la cantimplora, comer, curarnos, cambiar de arma, desplegar el dron, rodar... Todas estas acciones se llevan a cabo en tiempo real en Ghost Recon Breakpoint, lo que nos obligará a pensar muy bien cuándo llevarlas a cabo si no queremos quedar indefensos ante el fuego enemigo. Olvidad todo eso de tumbaros, levantaros y disparar mientras os levantáis: cada movimiento requiere su tiempo, algo muy bien implementado y que sin duda dará mucho juego en el modo online PvP que no hemos podido probar.
El camuflaje y los cachibaches, la gran estrella
Si algo me ha enamorado especialmente de Ghost Recon Breakpoint esto ha sido el camuflaje y los cacharritos tecnológicos. Por primera vez en un juego de estas características podremos tumbarnos y adoptar posición decúbito prono -lo que viene siendo 'de laíto con el culillo pa fuera'-. Esto nos permitirá ofrecer un perfil desigual al enemigo y ocultarnos mucho mejor cuando la vegetación es baja. Por si fuera poco, en arena y barro nuestro personaje se embadurnará entero de arena o barro resultando prácticamente invisible al enemigo y sus dispositivos de reconocimiento de calor, algo indispensable para evitar la mirada de los drones y los aviones de vigilancia.
Justo ahí recae la segunda parte de esta estrella: en los drones, los aviones y los dispositivos tecnológico. La mezcla de nuestros propios gadgets junto a los del enemigo hacen de Ghost Recon Breakpoint un paso más allá de Wildlands. No sólo nosotros tendremos acceso a nuestro dron, paracaídas y dispositivos de visión, sino que el enemigo disfrutará de los mismos dispositivos mejorados junto a aviones no tripulados, torretas, sensores, morteros por IA y un montón de cacharros que nos pondrán las cosas muy difíciles e interesantes.
A esto se une un nuevo sistema de energía que, una vez se agote, hará que las acciones sean más difíciles. Por poner un ejemplo, si la energía de nuestro ghost se agota mientras bajamos por una montaña podemos caernos y pegar una leche tremenda, no ser capaces de trepar un muro o, por supuesto, ser incapaces de seguir corriendo. Para recuperarla basta con esperar o beber agua de la cantimplora, que rellenaremos en cualquier fuente de agua potable.
Impresiones por ahora
Empecé jugando a Ghost Recon Breakpoint con la ceja levantada, y ha terminado convirtiéndose en algo que necesito jugar cuando salga en octubre. Los nuevos escenarios que mezclan junglas, pueblos derruidos, instalaciones modernas dignas de Silicon Valley, playas, praderas y montañas nevadas -por ahora- le sientan de lujo a la jugabilidad y dan un paso respecto a lo que vimos en Wildlands.
Por si esto fuera poco, las novedades le sientan muy bien a lo que ya sabíamos de la saga. La beta petardea y tiene fallos, obviamente, pero estamos hablando de la beta y hay que esperar al lanzamiento final. Mientras, la experiencia sigue siendo terriblemente divertida y satisfactoria, tanto en solitario como por equipos, como demuestra la partida que echaron Álex y nuestros amigos Fafnir y J.A. Server el viernes en Mundogamers. por ahora me quedo con ganas de más, a ver qué tal las aventuiras en Auroa.
¡Nos leemos!
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